Su pensamiento versaba en que a través de una organización de carácter sindical podrían defender de mejor forma los derechos de los trabajadores.
Más de un siglo pasó desde aquel histórico día que una vez más los encuentra con plena demanda en el sector. Mamelucos y cascos que se mezclan con la charla antes y después del ingreso, mientras que en la jornada diaria, el sonido de las máquinas y la piqueta constante, hacen que ese ruido, se transforme en música productiva.
Llegado el mediodía suena la sirena, el timbre, los cascos son desprendidos y colocados debajo de sus brazos para la pausa y el alimento. Algunos eligen la plazoleta ubicada frente al Astillero SPI, otros salen de la zona industrial y buscan su lugar en el paseo comercial de la banquina chica. No es extraño ver como desde TPA salen raudos a hacer alguna compra a unos 30 metros de su lugar de trabajo, mientras que al lado del Club Náutico algunos grupos salen raudos del Astillero Contessi para poder almorzar, mientras que algunos eligen el comedor de la empresa y volver prontamente a sus tareas.
Su hábitat pueden ser las alturas de algún barco en construcción, a otros les toca trabajar dentro de algún barco en reparación, mientras que otro grupo lo hace a bordo de los buques amarrados en los muelles.
Silletas, óxido, soldaduras, electricidad, electrónica, son todo la misma cosa bajo la lluvia, el sol a pleno, la niebla matinal, el frío, todo conforma además el paisaje que se mezcla con el espejo de agua interior del puerto o los espaciosos lugares bajo techo de los talleres o de los astilleros.
Saben además que desde la responsabilidad de su trabajo, no solo depende su propia familia, sino la seguridad de quienes se embarcan y que tal vez no conozcan personalmente, pero en un taller, en un barco, en una reparación también están cuidando a un semejante.
Hoy la industria les está demandando capacitación y el sector avanza sobre eso. Conocimientos que se van incorporando a través de cursos que brindan las Cámaras, el CPRMDP, el aporte de la UTN Mar del Plata y el propio sindicato hacen crecer aún más una actividad que pareciera no tener techo.
Luchas y pujas desde el sector gremial no hacen que se le pierda la dedicación y el esmero por el trabajo, tanto de parte de los representantes sindicales, los obreros y el sector empresarial.
Las demandas actuales requieren, además de nuevos conocimientos, mejores prácticas en la seguridad y eso también es responsabilidad de todos los actores, camino que se viene transitando exitosamente y sin pausa, algo que se valora notablemente.
Reconocemos y admiramos la tarea de estos trabajadores. Desde PESCARE los saludamos afectivamente destacando su tarea. FELIZ DIA DEL OBRERO NAVAL!!!