En un camino que parece trazarse, SENASA, acentúa los controles en distintos puntos del país. Esta vez, un operativo de control, detectó algo más de 18 toneladas de merluza que no se encontraba apta para consumo humano.
Esta acción, realizada en Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut, en resguardo de la salud de la población, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria, mediante un control evitó la comercialización de 18.648 kilos de merluza que no cumplía con los parámetros organolépticos y de calidad para consumo humano.
Los parámetros o propiedades organolépticas son las descripciones características físicas que tiene la materia en general, de acuerdo se las pueda percibir a través del sabor, textura, olor, color o bien temperatura.
Un análisis organoléptico es una valoración cualitativa que se realiza sobre un producto (principalmente alimento o bebida) basada exclusivamente en la valoración de los sentidos, para determinar si un alimento es fresco o está en mal estado.
Recordemos, que el principal control realizado por la entidad es la INOCUIDAD y en segundo lugar la CALIDAD de un producto.
Luego de conocerse los resultados que arrojaron resultados no satisfactorios a los análisis físicos, químicos y organolépticos que fueron llevados a cabo a través del Laboratorio Regional del SENASA en Comodoro Rivadavia, los especialistas pudieron determinar que la mercadería detectada no podía ser destinada a la alimentación humana, por lo que agentes de la Coordinación Regional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Patagonia Sur del organismo, procediendo a su decomiso y enviando a desnaturalizar la mercadería que se encontraba en un establecimiento frigorífico del que no se conocieron más detalles, al menos en forma pública.
Por ello fueron labradas las actas correspondientes y se procedió a la pertinente desnaturalización de la mercadería para luego ser enviada con destino final al relleno sanitario que indicó el municipio de Comodoro Rivadavia.
Vale destacar que el análisis físico y químico es el que determina la concentración de nitrógeno básico volátil y la formación de aminas biógenas que resultan del proceso de descomposición del pescado.
Cuando un producto supera los valores que ya se encuentran preestablecidos para la determinación de la aptitud de un alimento, el mismo es considerado no apto para ser consumido como alimento y es por ello que la autoridad sanitaria no lo autoriza para su comercialización.
El SENASA continúa realizando este tipo de controles con el fin de resguardar la inocuidad de los alimentos que consume la población, protegiendo de este modo también a los productores responsables, salvaguardando la sanidad animal y preservando el medio ambiente.
Mar del Plata
Días atrás también se dio un operativo de similares características en el Partido de General Pueyrredón, pero de menor cuantía, ya que en la ocasión fueron 32 bandejas de pescado las que no cumplían con las características que hemos descripto, labrándose en ese caso 8 actas de infracción, en controles realizados tanto en la Autovía Juan Manuel Fangio, como así también en la ruta Provincial nro. 11; intentando establecerse la procedencia y trazabilidad de dicha mercadería, que muchas veces se procesa en verdaderas “cuevas” al margen de toda reglamentación que parecen no ser visibles ante los controles de la autoridad municipal y sanitaria, como también, de pseudo empresarios y gremios del sector.
Los pescados que fueron decomisados eran de diversas especies. Por caso, salmones, pez ángel, merluza, filet de gatuzo, corvina y pescadilla, no se encontraban aptas para el consumo humano.
El operativo en General Pueyrredón fue a través de la verificación de 38 vehículos, donde se procedió a verificar el estado sanitario de la mercadería transportada y la documentación respaldatoria, para lo cual participaron el Centro Regional Buenos Aires Sur del SENASA –desde hace unos días a cargo del Médico Veterinario Manuel Baldovino Prina– conjuntamente con agentes de la Dirección de Rentas de la Provincia de Buenos Aires y las áreas de Bromatología, inspección Sanitaria y Pesca de la Municipalidad de General Pueyrredón.