Este jueves 5 de junio se llevó a cabo una nueva audiencia convocada por el Ministerio de Capital Humano, a través de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social – Subsecretaría de Relaciones del Trabajo. La reunión, presidida por el secretario de conciliación Dr. Pablo Crebay, volvió a reunir al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y a los representantes de las cámaras empresarias del sector de buques congeladores, para intentar avanzar en la negociación salarial.
Por parte del SOMU estuvieron presentes el secretario general Raúl Durdos, el secretario nacional de pesca Juan Navarro, el subsecretario David Ramírez, el delegado José Valderrama, Oscar Bravo (seccional Mar del Plata), Gonzalo Soto (seccional Corrientes) y Osvaldo Soto (seccional Barranqueras), todos con el patrocinio letrado de los doctores Sandra Fojo y Gustavo Alonso.
En representación empresarial asistieron Darío Sócrate (gerente de CAPA), Diego González Lernoud (apoderado de CAPIP), Eduardo Román (gerente general de CAPeCA), Fernanda Grimaldi (gerente de CEPA) y Oscar Gerez (apoderado de CEPA).
Durante la audiencia, la parte empresaria en su conjunto ratificó las presentaciones efectuadas en las instancias previas y anunció que elevará por la plataforma TAD (Trámite a Distancia) una respuesta definitiva.
Por su parte, el sector sindical expresó que, ante la persistencia de una propuesta que consideran insuficiente y sin una verdadera recomposición sobre los sueldos básicos, ratifican su rechazo. Además, el SOMU advirtió que, una vez vencido el plazo de la conciliación obligatoria previsto en la Ley 14.786 —que finaliza hoy, 6 de junio— retomarán y/o profundizarán las medidas de acción directa que consideren pertinentes.
Frente a esa postura, las cámaras empresarias afirmaron que aceptarían un ajuste del sueldo básico de navegación para toda la flota congeladora, con excepción de la flota congeladora tangonera.
La respuesta del sindicato fue categórica: negaron haber aceptado propuestas parciales y acusaron a las patronales de intentar dividir la negociación según pesquerías. «Nos encontramos en una negociación colectiva por actividad. Este intento de diferenciar los salarios básicos de la flota tangonera, estas actitudes temerarias son las que nos han llevado al conflicto«, remarcaron.
La falta de avances y la persistencia en posiciones enfrentadas mantienen la negociación al borde del estallido, con el reloj corriendo hacia el fin de la conciliación obligatoria. Mientras el SOMU endurece su postura y el sector empresario mantiene sus reservas, la expectativa recae en un diálogo sincero que evite un desgaste mayor y preserve tanto los puestos de trabajo como la estabilidad del sector.