La creciente participación en el mercado de productos surgidos de la acuicultura obliga a repensar estrategias. En esa línea, la industria local se enfoca en destacar la calidad de los pescados y mariscos que obtiene de las limpias aguas del Atlántico Sur.
La acción recibe cierto acompañamiento del Estado. La participación del stand “Mar Argentino” en distintas ferias internacionales opera como ejemplo; pero desde la mirada del sector privado, la tarea de promoción y marketing debe profundizarse.
“Hay que impulsar más todavía el trabajo que se está haciendo en las ferias”, lanzó Antonio Solimeno durante la conversación que mantuvo con Pescare.com.ar. “La Argentina tiene que vender la imagen de un producto natural y salvaje”, completó.
El empresario recordó haber visto revistas americanas de alimentos donde, por caso, se asocia un camarón asiático de cultivo a productos medicinales en contraste con el langostino, ligado al entorno natural del Mar Argentino.
“Yo pienso que eso es lo que tenemos que hacer valer. Tenemos que ser capaces de vender un langostino como producto de la pesca natural, que no tiene aditivos, contra el producto del cultivo que tiene diferentes agregados, antibióticos y demás”, subrayó.
Apertura de Brasil
La apertura del mercado brasileño para el marisco es otra de las tareas pendientes. Hoy está cerrado por una medida judicial dictada en 2013 por la Justifica Federal de San Pablo al amparo de los productores de camarón.
“PIENSO QUE HAY QUE HACER UN TRABAJO CONJUNTO CON LAS CÁMARAS EMPRESARIAS DE AMBOS PAÍSES Y A NIVEL GOBIERNO A TRAVÉS DEL MINISTERIO DE AGROINDUSTRIA Y CANCILLERÍA”, PROPUSO SOLIMENO.
La iniciativa tiene un fundamento claro: “Ellos tienen un fuerte lobby interno de los acuicultores para que no entre nuestro producto, pero hoy no están pudiendo abastecer la demanda con la producción local. Lo he hablado esto con algunos importadores; así que hay una oportunidad para el langostino argentino de competir a buen precio y con mejor calidad”, señaló.
En el caso de la merluza hubbsi, encuentra serios competidores en el Alaska pollock, el panga y la tilapia, sobre todo en Brasil. De allí que la industria local perfila 2017 con estos desafíos en carpeta, mientras observa la evolución de las variables internas.
Desafíos para 2017
“VAMOS A TENER FRENTES INTERNOS EN LOS QUE TRABAJAR: COSTOS, PROBLEMÁTICA LABORAL, ART, INFLACIÓN Y UN FRENTE EXTERNO, DONDE TENEMOS ARANCELES EN LOS PAÍSES DE DESTINO Y UN DÓLAR ALTO EN EL MUNDO QUE COMPLICA NUESTROS NEGOCIOS”, PROYECTÓ.
Vale recordar que China está cerrando un año en el que enfrentó huída de capitales y una aguda depreciación del Yuan. Por otro lado, el efecto Trump apreció el valor de la moneda norteamericana, hoy casi a la par del Euro, moneda clave para muchas operaciones del sector.
“Yo veo un año un poco pesado por los tipos de cambio que vamos a tener (…) Además, nosotros entramos con aranceles en toda la Unión Europea (12 por ciento) y en el mercado chino, que creció tanto en los últimos años”, evocó el empresario.
Luego, agregó: “Se hace difícil competir con las flotas extranjeras. Por ejemplo, ahora que venga el calamar; si hay poco, se va a vender. Ahora si hay una captura razonable, va a ser difícil competir con los barcos que trabajan en la zona Adyacente y Malvinas”.
Balance del año
Respecto de la actividad en los últimos doce meses, mostró algo de conformidad: “Si hacemos un resumen del año, estamos un poco más diferenciado de lo que fue 2014 y 2015. En general, se pescó bien. Una de las cosas que ayudó este año fue el no pago de los derechos de exportación, que eso fue muy importante, y el ajuste del tipo de cambio también. Sin embargo, eso trabajo inflación que terminó aumentando los costos operativos”, expresó.
Solimeno evocó que otro de los factores que pesa en los balances de las empresas es la presión fiscal, que pese a las medidas adoptadas sigue siendo alta, y la industria del juicio, dos factores que desalientan nuevas inversiones.
Infraestructura portuaria
El otro tema que le preocupa es la infraestructura portuaria de Mar del Plata, la falta de inversiones y el alcance del dragado no sólo sobre el ingreso a la estación marítima, sino también sobre áreas internas y diques flotantes, donde habitualmente sube sus barcos para realizar reparaciones.
“AL PUERTO HACE CIEN AÑOS QUE NO SE LE HACE NADA. ESTO ES UN TEMA YA MUY CONVERSADO. NO SE PUEDE SEGUIR HABLANDO DE LO MISMO. ACÁ, COMO SE DICE, ES MANOS A LA OBRA. TENEMOS MUCHAS PROMESAS, PERO NINGUNA OBRA. HOY TENEMOS BARCOS AMARRADOS EN DIEZ ANDANAS. HOY TUVIMOS QUE MOVER NUEVE BARCOS PARA METER UNO AL MUELLE”, DIJO.
Al mismo tiempo, asoció la problemática al incremento de los costos: “Las maniobras en el interior del puerto nos cuestan mucho dinero, el puerto está colapsado. Lamentablemente es así. El único puerto del país que no recibe inversiones es el de Mar del Plata. Hicimos una terminal de cruceros que no se usó nunca, cuando se podría haber hecho un nuevo muelle”, cerró.
Desde su punto de vista, habría que retirar los silos, para trasladar allí la Terminal de Contenedores y alargar el muelle.