Cuenta regresiva para regresar a zona de pesca. El buque congelador “Ponte de Rande” atravesará el próximo martes una serie de pruebas técnicas. Si todo sale como su armador Antonio Solimeno espera, volverá a operar.
Atrás habrán quedado once meses de estadía en el muelle. En el proceso la empresa invirtió unos 8 millones de dólares para el recambio de su planta propulsora y motor auxiliar, renovar puente de mando, planta y camarotes, entre otras secciones.
Entre las mejoras más relevantes se cuenta justamente el reemplazo de su motor principal original, un Deutz 358 por un nuevo Caterpillar MaK M32 que además de propulsar a la embarcación, tiene la capacidad de proveer energía eléctrica al equipamiento de a bordo.
Según explicó Solimeno, la adquisición de este nuevo motor fabricado en Alemania demandó una inversión superior a los 2 millones de dólares y la implementación de una compleja tarea logística no sólo para su transporte, sino también para su montaje.
El empresario precisó, además, que la decisión está en sintonía con el objetivo de “unificar la tecnología” de su flota y de evolucionar hacia el cumplimiento de normas de sustentabilidad, especialmente en materia de eficiencia y emanación de gases.
Etapas del trabajo
La remodelación del buque se realizó a través de un proyecto elaborado y conducido por el propio Grupo Solimeno. El trabajo contó con el aporte de una red de proveedores y talleres, en su mayoría de origen marplatense.
“Este buque permaneció inactivo durante once meses y su actualización representó un enorme desafío para todos los que intervinieron”, destacó Solimeno.
Se actuó sobre la planta de procesamiento y congelado a bordo, instalaciones eléctricas y sanitarias, equipos de refrigeración, puente de mando, camarotes, cocina y comedores para mejorar así la habitabilidad y proveerle a la tripulación un mayor confort.
De acuerdo al cálculo que realiza Solimeno, unas 180 mil horas-hombre fueron necesarias para llevar adelante la tarea. “Durante todo este tiempo hubo entre setenta y noventa personas trabajando diariamente a bordo”, indicó.
El “Ponte de Rande” puede navegar con una tripulación de hasta 58 personas y entre otras características cuenta con una capacidad de carga de mil toneladas y una planta con posibilidades de congelar hasta cuarenta y cinco toneladas diarias.
Además de realizar el congelado y el procesamiento a bordo, el buque también dedica parte de sus capturas al abastecimiento de plantas radicadas en el puerto local, donde la materia prima es reprocesada y transformada en productos elaborados.
“Esta obra nos permitió actualizar los equipamientos de seguridad y además renovar las instalaciones para el tratamiento de los residuos oleosos y de las aguas residuales (…) La obra demostró no sólo la capacidad del personal técnico de nuestra empresa para planificar y concretar un trabajo tan complejo, también puso de manifiesto la aptitud de las empresas del puerto de Mar del Plata que fueron convocadas para sumarse al proyecto”, destacó el empresario.
Por último, Solimeno expuso que mediante las pruebas en dique se comprobó que el casco del “Ponte de Rande” está en óptimas condiciones, lo que impulsó a la empresa a realizar esta millonaria inversión que garantizará la continuidad operativa de la unidad por varias décadas.