Se trata de una inédita canícula, una ola de calor marino que en la actualidad afecta las aguas del Océano Atlántico, lo que provocaría mortalidades masivas de las especies marinas, un fenómeno que amenaza con repetirse con el calentamiento global, de acuerdo a demostraciones de científicos internacionales.
La temperatura media de la superficie de los océanos, entre los meses de marzo y abril últimos, superó los 0,83 grados centígrados a la registrada como media en el siglo XX, de acuerdo a los datos estadísticos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica estadounidense quien posee registros desde hace 174 años, marcando un récord desde que son recopilados los datos.
La catedrática de ciencias de la tierra de la Universidad de Bristol, Daniela Schmidt le dijo al Science Media Centre del Reino Unido que “nunca se habían visto semejantes anomalías de temperatura en esta parte del Atlántico Norte».
Por su lado el oceanógrafo y climatólogo Jean-Baptiste Sallée, del Centro Nacional de Investigación Científica francés, dijo que se trata de anomalías extremadamente fuertes, llamativas y preocupantes.
Los científicos advierten que, dado que los océanos absorben 90% del calor generado por el efecto invernadero, ese tipo de eventos podría hacerse más frecuente e intenso bajo los efectos del calentamiento global.
Cualquiera que sea el origen de esta canícula oceánica, los especialistas prevén que provoque «mortalidades masivas» de especies marinas, en especial de corales e invertebrados.
Durante las canículas del mar Mediterráneo, una cincuentena de especies como corales, gorgonias, erizos de mar, moluscos, bivalvos y posidonias, se vieron afectados por una «mortalidad masiva entre la superficie y 45 metros de profundidad», señalaron.
En tanto, otras especies emigrarán hacia los polos, en detrimento de los países en la zona intertropical.
Los científicos alertaron que al calentarse el océano, que capta una cuarta parte del dióxido de carbono emitido por el hombre, podría llegar a perder parte de su papel de bomba de carbono y tener un efecto amplificador sobre el calentamiento atmosférico.
Desde la actualidad a fin de siglo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, prevé que la frecuencia de estas olas de calor oceánico se multiplique por 50 en el escenario más pesimista, con episodios en que la intensidad será multiplicada por 10.
Pero «se pueden limitar los daños», aseguran algunos científicos, considerando que si las emisiones de gas de efecto invernadero siguen una trayectoria compatible con el Acuerdo de París, se puede detener completamente el calentamiento y la acidificación del océano.
Sin dudas preocupante para muchos sectores, más allá de que muchos apenas puedan ver el día a día sin pensar en futuras generaciones, donde el recurso pesquero debería ser uno de los motores de crecimiento de economías como la argentina.