Ayer 23 de julio sobre las 19:30 horas zarparon del muelle de Mar del Plata los buques congeladores tangoneros San Juan B y Pedrito, pertenecientes a la empresa Buenos Aires Pesca SA, con destino a la subárea 12 dentro de la ZVPJM en aguas nacionales, para iniciar su participación en la zafra de langostino. El BP Pedrito, atracó por algunas horas en la escollera norte, desde donde partió hoy, hacia el mismo destino.
Se trata de los dos primeros buques congeladores que retoman actividad bajo el nuevo esquema salarial 70/30, acordado con los sindicatos SOMU y SIMAPE, a más de dos semanas de la apertura oficial de la temporada en aguas nacionales.
El acuerdo, firmado el pasado 18 de julio, establece que el 70% de los haberes se pagará en carácter no remunerativo y el 30% como remunerativo, bajo los términos del Convenio Colectivo de Trabajo 729/15.
En un contexto marcado por meses de inactividad, la empresa decidió avanzar con este esquema para no perder competitividad frente a la expansión del langostino de cultivo en el mercado internacional. Con compromisos comerciales ya asumidos con compradores europeos de España e Italia, la firma reconoció que debía volver a operar de manera urgente para evitar que sus productos sean desplazados por el vannamei, especie criada en sistemas de acuicultura que hoy gana terreno por su disponibilidad constante y precios más bajos.
A diferencia de la flota fresquera —que pudo sostener su operatividad gracias a un entendimiento con las cámaras del fresco bajo condiciones similares—, el resto de la flota tangonera congeladora permanece amarrada durante diez meses por falta de consenso entre cámaras empresarias y las dos centrales de la marinería, SOMU y SIMAPE.
El acuerdo con Buenos Aires Pesca quiebra esa inercia y marca un punto de inflexión para el segmento, históricamente más expuesto a las fluctuaciones del comercio exterior y los conflictos gremiales.
Sin embargo, esta incipiente reactivación de estos dos buques no logró generar expectativas dentro del sector, ya que ninguna empresa tomó la misma iniciativa. En ese sentido, desde SOMU y SIMAPE remarcaron la importancia de este avance como primer paso concreto para descomprimir una situación que amenaza la estabilidad laboral de cientos de trabajadores con un impacto económico y social de magnitud.