La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) presentó su Informe Anual de Tecnologías y Prácticas Ambientales, donde revela cómo la industria está transformando su flota para avanzar hacia un futuro más limpio y eficiente en materia de motores con biocombustible y emisión cero..
Actualmente, 45 líneas de cruceros, que en conjunto operan 310 barcos y 637 mil camas, concentran más del 90 % de la capacidad mundial. La mayoría de estas embarcaciones son de tamaño pequeño y mediano. Además, la cartera de pedidos se extiende hasta 2036, con más de 80 nuevos barcos que incorporarán tecnologías sostenibles desde su construcción.
Uno de los avances más importantes es el crecimiento de barcos con motores de combustible flexible, diseñados para operar con alternativas de bajas o nulas emisiones. En 2018 solo existía un barco con esta tecnología, mientras que hoy ya son 19 y se espera alcanzar 23 a fin de año, incluyendo el primer crucero tri-combustible. Para 2036 se sumarán al menos 32 unidades más, muchas de ellas preparadas para usar metanol, GNL (Gas Natural Licuado) y futuros biocombustibles que permitirán reducir drásticamente la huella de carbono.
El uso de OPS (Onshore Power Supply), tecnología que permite a los barcos conectarse a la red eléctrica local en puerto y apagar sus motores, también ha crecido significativamente. En 2018 eran 55 barcos y en 2025 serán 166, lo que representa más de la mitad de la flota global. Sin embargo, esta transición enfrenta el reto de la infraestructura portuaria, ya que actualmente solo 41 puertos en el mundo cuentan con este servicio. Europa lidera este proceso gracias a nuevas instalaciones y a la normativa “Fit for 55”, que exigirá energía en tierra en las principales terminales para 2030.
La reducción de emisiones se refuerza con tecnologías como los sistemas de reducción de óxidos de nitrógeno (SCR), que pasaron de 7 barcos en 2018 a 81 en 2025. A su vez, 234 barcos —más del 80 % de la flota— ya cuentan con sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales, superando los estándares internacionales establecidos por MARPOL.
En cuanto a la gestión de residuos, la modernización incluye sistemas de gasificación, que convierten la basura en energía, y digestores microbianos, que reducen el desperdicio de alimentos. Estas tecnologías ya están presentes en casi la mitad de la flota. Además, el 98 % de los barcos produce a bordo el agua dulce que necesita, evitando extraerla en destinos con recursos limitados y protegiendo ecosistemas locales. “Las líneas de cruceros están invirtiendo decenas de miles de millones de dólares en la flota del futuro”, destacó Bud Darr, presidente y director ejecutivo de CLIA.
Pilas de combustible: un desafío tecnológico en la industria de los cruceros
En su serie de videos promocionales de 2023, Making an Icon, Royal Caribbean anunció que el Icon of the Seas se convertiría en su “primer barco equipado con tecnología de pilas de combustible”, destinada a suministrar energía a sistemas clave a bordo, como el aire acondicionado y los ascensores. Sin embargo, este ambicioso proyecto aún no se ha materializado.
Las pilas de combustible funcionan mediante la combinación de hidrógeno y oxígeno para generar electricidad sin necesidad de combustión. Su único subproducto es agua, lo que las convierte en una alternativa mucho más limpia frente a los combustibles fósiles tradicionales, al reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero. A pesar de que el Icon of the Seas fue diseñado para integrar esta tecnología, las unidades de pilas de combustible aún no han sido instaladas. De acuerdo con Bloom Energy, empresa responsable de su desarrollo y fabricación, los retrasos se deben a la complejidad del proyecto y a problemas surgidos con proveedores externos que participan en la cadena de suministro.
Actualmente, Bloom Energy concentra sus esfuerzos en perfeccionar los sistemas de gran escala que serán implementados en otro crucero de Royal Caribbean: el Utopia of the Seas, con capacidad para 5,668 pasajeros, cuyo debut está previsto para el próximo año. Según explicó Suminder Singh, vicepresidente de la división marina de Bloom Energy, la oportunidad para equipar al Icon of the Seas con pilas de combustible podría no darse hasta dentro de cinco años, coincidiendo con su próxima entrada a dique seco para mantenimiento integral. No obstante, Royal Caribbean mantiene una postura más optimista, indicando que la instalación podría realizarse antes, dependiendo del desempeño que la tecnología demuestre en el Utopia of the Seas.
Por su parte, Bryan Comer, investigador del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), advierte que el verdadero impacto ambiental de las pilas de combustible depende de la procedencia del hidrógeno utilizado. Si este se produce a partir de gas natural, las emisiones a lo largo de su ciclo de vida serían comparables a las de los combustibles fósiles convencionales. “Necesitamos hidrógeno generado mediante electricidad proveniente de fuentes renovables”, enfatizó. “Solo así podremos garantizar que, al utilizarlo en pilas de combustible, se logren emisiones netas prácticamente nulas de gases de efecto invernadero a lo largo de todo el proceso”.
Estas innovaciones no solo benefician a la industria turística, sino que también impulsan la modernización de todo el sector marítimo, acelerando la transición hacia operaciones más limpias, donde los biocombustibles y otras energías sostenibles jugarán un papel fundamental para alcanzar la descarbonización.