Durante la audiencia pública convocada por la Administración General de Puertos (AGP) para debatir la futura concesión de la Vía Navegable Troncal (VNT), diversas voces del sector naval y fluvial de peso manifestaron su preocupación por la ausencia de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) integral, conforme a lo establecido por la Ley General del Ambiente N° 25.675 y el Acuerdo de Escazú.
En el marco de la Audiencia Pública sobre el Informe de Gestión y Evaluación Ambiental de la Vía Navegable Troncal, el ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti, fue uno de los oradores más contundentes y claros. “Se pretende avanzar sin un EIA completo y previo. Lo que presentaron no es un EIA: no hay batimetrías, ni estudios sedimentológicos, ni análisis morfodinámico, ni evaluación del cambio climático”, expresó durante su intervención.
Además, Tettamanti cuestionó la falta de licencia social y el carácter formalista de la participación ciudadana. “La ciudadanía no tuvo acceso a información adecuada. La participación no es una formalidad, es un mandato legal del Acuerdo de Escazú”, enfatizó.
El especialista también hizo hincapié en el componente estratégico del sistema fluvial: “El Paraná no es una autopista privada. Es una arteria de integración nacional. Sin planificación propia y sin el Canal Magdalena como opción, se condiciona el futuro logístico argentino”, afirmó.
En esa línea, advirtió sobre la falta de actualización técnica en las obras proyectadas. “En 2014 se inauguró el nuevo Canal de Panamá, con mayores dimensiones que transformaron la flota mundial. Seguir navegando por trazas definidas en el siglo pasado, para buques que ya no existen, no es solo mala praxis: es una decisión irresponsable que condenará e hipotecará el futuro del país”, señaló.
Desde el ámbito industrial, Bernardino Santamarina, integrante del área de Relaciones Institucionales del astillero SPI, destacó que la Vía Navegable Troncal es “la columna vertebral de la economía y la soberanía argentina”. En ese sentido, advirtió que sin un EIA formal el proceso carece de fundamento técnico y legal.
Por su parte, Mario Bernacchi, en representación de la Asociación de la Industria Naval Argentina (AINA), sostuvo que la audiencia “carece de validez” por no haberse iniciado la evaluación ambiental previa. También subrayó la conveniencia técnica y económica del Canal Magdalena —de doble vía y menor costo de mantenimiento— frente al actual trazado por el Canal Punta Indio.
El capitán Mariano Moreno, secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, coincidió en reclamar una evaluación integral antes de licitar nuevas obras. “No se puede seguir adaptando el río a los negocios; tenemos que adaptarnos al río para garantizar su sustentabilidad”, sostuvo.
Moreno advirtió sobre los riesgos del dragado profundo sin estudios serios y la falta de control ambiental estatal. “La Vía Navegable debe ser un motor de desarrollo sostenible, no una excusa para la depredación”, concluyó.
En definitiva, la audiencia dejó en evidencia un reclamo transversal: la necesidad de que la planificación de la Vía Navegable Troncal se base en criterios técnicos, ambientales y soberanos, con verdadera participación ciudadana. Sin un estudio de impacto ambiental integral y una mirada estratégica de largo plazo, el futuro del sistema fluvial argentino seguirá incierto
