En el tránsito hacia la primavera, la temporada de anchoíta y caballa se manifiesta con unos pocos barcos costeros y fresqueros yendo tras los recursos. El resultado es dispar por ahora.
Sobre la Engraulis vienen operando el “Madonina del Mare”, “Padre Pio”, “Pucará”, “Rocío del Mar” y “Don Raimundo”. Según pudo saber Pescare.com.ar, trabajan relativamente cerca de Mar del Plata, a unas cuatro horas de navegación.
La calidad del recurso está dentro de lo esperable para esta época del año: unas 40 piezas por kilo. “Aunque no es lo ideal, que se esté pescando cerca sirve para mantener activas las redes de media agua”, definió un operador.
En cualquier caso, la intención de algunos costeros es tramitar el cambio transitorio de puerto para poder trabajar desde Necochea, como ya lo hicieron en otras zafras. Dada la proximidad del efectivo con esa terminal, están en trámite los pedidos ante Prefectura y Pesca.
Desde el punto de vista de la demanda en tierra, la abundancia que registró la pesca de anchoíta en el Cantábrico, tanto en calidad como en cantidad, genera algunas dudas; pero en principio desde las plantas han mostrado interés por hacerse de stock.
Mientras tanto, los datos oficiales señalan que hasta el pasado 30 de agosto se habían descargado apenas 124,6 toneladas, de las cuales 87,9 habían sido faenadas durante agosto. En tanto, las restantes provenían mayormente de un remanente de abril.
El desagregado preliminar por flota que elabora la Subsecretaría de Pesca de la Nación indica que hasta el cierre del último mes los costeros descargaron 88,2 toneladas de anchoíta; los fresqueros 34,7; y los congeladores arrastreros, 1,7.
Caballa, más alejada
En cuanto a caballa, por el momento son cuatro las embarcaciones que la vienen pescando. Se trata del “Salvador R.”, “Atrevido”, “Júpiter II” y “Desafío”; aunque a una distancia considerablemente mayor.
“La están capturando a unas veinte horas de Mar del Plata”, describió una de las fuentes consultadas. Los últimos lances se registraron al sur de Viedma, superando incluso el extremo Sur de la provincia de Buenos Aires.
En este contexto, los armadores están dudando sobre la continuidad de las operaciones. El consumo de gasoil naturalmente pesa en la ecuación económica y quizá decidan esperan mejores condiciones. Se verá en los próximos días.
Hasta el momento, los desembarques treparon hasta las 550 toneladas, con 400 capturadas durante agosto. Los fresqueros aportaron 252,4 toneladas; los costeros, 220,9; los de rada/ría 39,2 y los congeladores arrastreros, 37,6, de acuerdo al registro oficial.
El comienzo de la temporada tiene a cinco buques operando sobre la Engraulis relativamente cerca de Mar del Plata, y a cuatro sobre la Scomber, más alejados.