¿Cómo está la actividad de TPA en el cierre del primer semestre del año?
Estamos con bastante trabajo todavía, la “temporada alta” nuestra ya prácticamente terminó, la mayoría de los barcos ya está camino “a” o pescando langostino, atendiendo algunos barcos que no se rigen por esa temporada y ya estamos preparando la temporada venidera 2022/2023.
Además están trabajando sobre algunas embarcaciones que no tienen puerto de asiento en Mar del Plata.
Así es, tenemos el “Mar Sur” que se va a langostino apenas terminen los trabajos, por estos días estamos por subir un barco extranjero, el resto son embarcaciones de Mar del Plata. Está el remolcador “Cuarteador”, uno de la flota amarilla, estamos viendo que sucede con el “Nuevo Anita” y para eso estamos definiendo con el armador la continuidad de los trabajos, ya se le ha hecho mucho y faltaría definir cuándo saldría.
Por suerte hay trabajo, hay pedidos de dique y tenemos ya compromisos tomados por lo menos hasta marzo del año próximo, aunque aún no estamos al 100%.
Lo que ya tenemos previsto es hacer una pequeña parada de planta, reparar la grada que viene bastante castigada y que el año pasado no la hemos podido parar por la demanda que tuvimos, y también repararemos algunas de las parrillas subacuas para poder tener mayor versatilidad, continuar optimizando todo dicho en otras palabras.
Continúa el deseo de botar alguna embarcación nueva, como nos comentaba meses atrás, ¿cómo va ese proceso?
Seguimos trabajando en la ingeniería de eso. Hemos tenido mucho trabajo y no le hemos dedicado tanto al desarrollo, al avance de ingeniería en este último tiempo.
Los acuerdos que tenemos cerrados de palabra están pendientes de algunas definiciones de permisos de pesca por ejemplo, pero en el corto plazo comenzaremos a construir. Preferimos darle prioridad a las reparaciones de los barcos que están activos así la gente puede continuar pescando y la círculo de la producción sigue.
¿De qué modo están con los insumos? Estos siguen siendo importados y el tema cambiario siempre es un condicionante.
Hoy está en una complejidad lo que es importación de chapa. Siempre se compra volumen, sobre todo en las producciones que son las más competitivas como las de China. Esa es una compra que se hace de volumen y que obviamente hasta que no están realizados los pagos, o al menos los anticipos, el producto no se empieza a producir valga la redundancia, entonces como hay algunas limitantes para hacer pagos anticipados, nos estamos manejando con producción local ya que no tenemos tanto consumo.
El año pasado hicimos una compra muy importante “afuera” y este año nos estamos manejando con producción local como te decía, más un stock que tenemos.
La semana pasada estuvimos con la gente de “Laminados” de la provincia de Santa Fe, para que posibilidades tenemos de que nos empiecen a proveer también, ellos tienen precios acorde y nosotros consideramos importante y es buena la posibilidad de tener chapas certificadas hechas en el país.
Y la cercanía ayuda a que los tiempos de llegada sean más cortos.
Te da otro nivel de previsibilidad. Por ejemplo para comprar chapa en China, ténes 3 meses de producción –que pueden ser los mismos 3 meses que le demanda al productor local- pero además tenés 3 meses de flete.
Entre el barco que viaje para acá, que tiene entre 60 y 70 días, nacionalización entre otras cosas. La chapa de acá nos da mayor nivel de capacidad de planificación, entendemos que tiene la misma calidad aunque aún no la hemos probado.
Con tantas variables económicas, ¿a cuánto tiempo se pueden proyectar trabajos?
Es un poco un día a día. Nosotros al estar más dedicados a lo que son reparaciones, nos permite corregir un poco más si fuese necesario, eso ocurre porque es una actividad cortoplacista.
Todos los días estamos planificando, para hoy, para dentro de un mes, para dentro de un año y para dentro de cinco años, porque hay muchas variables en juego.
Nosotros tenemos un objetivo de crecimiento muy claro, todas las decisiones que tomamos, todo lo que trabajamos a diario es en función de eso y si corregimos el curso en un momento del trabajo, es siempre para llegar mejor, más sólidos y lo más rápido posible también a ese objetivo que tenemos trazado.
La falta de espacio para expandirse –como hemos hablado en otra ocasión- ¿les preocupa?
La realidad es que no tenemos mucho más espacio para expandirnos, con lo cual lo que hacemos es adecuar nuestros medios de trabajo en el espacio que tenemos.
El objetivo que tenemos es tener la mejor herramienta de halaje para ser más eficientes y poder subir mayor capacidad de barcos, no mayor cantidad, porque en si en metros de eslora va a ser más o menos lo mismo que subimos ahora, digamos “x” cantidad de metros de “barcos”, pero si vamos a aumentar nuestra capacidad tanto de peso por barco (tonelaje), como de eslora unitaria por barco.
La idea que tenemos es poder insertarnos en los poteros, en los merluceros más grandes y si se da el tema del offshore, poder atender quizá a los barcos supply chicos o remolcadores para darles servicio que hoy no sería esquivo.
Como parte del Clúster de Energía, como van viendo el desarrollo del offshore, que por las razones conocidas se está demorando el inicio.
Estamos muy expectantes a lo que suceda a partir del año que viene cuando la exploración ya tome otra forma y estamos seguros que va a ser algo positivo para la ciudad, va a generar mucho trabajo y nos va a levantar la vara que es importante para desarrollar mayor y mejor calidad de mano de obra.
La industria del petróleo tiene estándares internacionales super altos y trabaja con tolerancias que son infinitamente superiores a las del mercado naval por los riesgos que conlleva, por eso te lo resumo en que estamos contentos y expectantes.
De todos modos nuestra misión y nuestro compromiso están con el sector pesquero, al cual atendemos y no vamos a dejar de hacerlo de ninguna manera.
Los hemos visto en botaduras de otros astilleros, eso es sano para la industria.
Esas cosas nosotros las vivimos con muchísima alegría porque esas cosas quieren decir que la industria naval está volviendo a poder hacer lo que en algún momento hizo y que tiene mucha capacidad de crecimiento y eso se demuestra.
Hoy existimos astilleros que no estamos construyendo y otros que sí, el objetivo que todos construyamos. Que haya otros astilleros que tengan la posibilidad de hacer un barco de 40 metros, enhorabuena nos pone super contentos, porque eso también colabora no solo con la industria sino también con la navalpartista, o sea no solo con los astilleros sino también con todo un sector que no está tan desarrollado y que tendríamos que hacer el esfuerzo todos los que estamos en el sector, para que se pueda desarrollar y tener más posibilidades, mejores calidades, mejores costos y mayor eficiencia.
Para continuar en el camino del crecimiento al cual hizo mención, ¿qué le estaría faltando a la industria o porque camino debería ir?
Tenemos que avanzar con el desarrollo de lo navalpartista, avanzar con el tema de los créditos por ejemplo.
Recién hace menos de un mes se cerró el primer crédito para renovación de flota, tengo entendido que el segundo está a poco de cerrarse.
Estaría retrasado desde que se hizo el anuncio…
…pero se están dando, se empezaron a dar, que era el miedo que teníamos de que eventualmente no pasara por algún motivo, lo bueno y positivo es que se empiecen a dar y por eso hay que seguir trabajando en pos de esto, colaborar con la renovación de flota por ejemplo.
Hoy están empezando algunos sectores políticos a plantear la derogación del DNU 145/2019 y es algo con lo que no comulgamos desde mi punto de vista personal, pero te puedo decir que ni la Cámara de la Industria Naval ni la Federación de la Industria Naval en la que participamos está de acuerdo con la derogación de ese DNU, porque el objetivo y lo que tenemos que lograr es renovar la flota y tener barcos más nuevos, más eficientes y mejores, navegando nuestro mar.
Algunos gremios como el caso del SAON ya se pronunciaron al respecto.
Es un muy buen gesto de parte del SAON, porque uno entiende que esto es trabajo para todos. El SAON “se estaría pegando un tiro en el pie” si no sale a criticar ese pedido de derogación del DNU.
Además hay cuestiones que de tan lógicas parecen no serlas, como el seguir navegando en algunas embarcaciones que no tienen las mejores condiciones.
Por supuesto, además pensemos que los barcos más seguros son más eficientes, contaminan menos por ejemplo. Hay muchos factores a tener en cuenta, como el hecho de pescar mejor, traen el mejor producto y además generan un menor impacto en el entorno en el que se manejan, en el entorno marino, con lo cual es muy importante en que se avance en la renovación de la flota.
Tenemos barcos viejos, el promedio de antigüedad de barcos es altísimo –si bien se han construido barcos nuevos- el promedio, te reitero, es muy alto.
Hay que trabajar para tener una antigüedad tope de 40 años como plantea el DNU y tener una flota que trabaje bien, que sea adecuada y que sea eficiente.