Tal como se anticipaba el día de ayer, las operaciones en la Subárea 8 —delimitada entre los paralelos 43° y 44° Sur, y los meridianos 61° y 62° Oeste— fueron concluidas con éxito por una flota mixta integrada por fresqueros y congeladores. Los buques Centauro 2000 y Graciela I finalizaron sus tareas el lunes, mientras que el congelador Pedrito, demorado por ajustes técnicos de navegación, junto con el Mar Sur y el San Juan B, completan el día martes su participación tras cumplir cuatro jornadas efectivas de captura bajo estricta supervisión técnica y normativa.
Los datos preliminares proporcionados por los Observadores a bordo, y ya procesados por técnicos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), confirmaron la presencia de concentraciones comerciales del recurso langostino. Según la evaluación técnica, los ejemplares de talla L1 representaron casi el 50% del total capturado, acompañados por una proporción significativa de tallas L2, lo que permitió alcanzar un 90% de ejemplares dentro de parámetros comerciales. Condiciones ambientales favorables y una estrategia de lance eficiente por parte de los congeladores habrían contribuido a este rendimiento, tras una jornada inicial marcada por cierta inestabilidad climática.
De acuerdo con información técnica recabada por este medio, la mayor concentración del recurso se registró en el sector sudoeste de la subárea, en proximidad a zonas ya relevadas durante la prospección realizada en la Subárea 12, cuyo resultado habilitó formalmente el inicio de la temporada nacional. En esta ocasión, los focos de mayor densidad muestran un desplazamiento hacia el noreste, conformando un corredor de abundancia que actualmente alimenta las operaciones de los buques que continúan activos en plena zafra 2025.
Sobre la base de estos resultados y en atención a la recomendación científica del INIDEP, las autoridades nacionales notificaron la apertura de la Subárea 8 para la pesca comercial de langostino. La comunicación oficial, fue dirigida a la Prefectura Naval Argentina, responsable de ejercer funciones de fiscalización y control en zona, en el marco de los procedimientos habituales de administración pesquera.

Imagen gentileza Dr.Diego García Luchetti, CAABPA.
La continuidad de estos buenos rendimientos podría motivar la ampliación progresiva de áreas habilitadas dentro de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (Merluccius hubbsi), bajo el enfoque precautorio que guía el manejo del recurso y que procura compatibilizar explotación productiva con criterios de sostenibilidad biológica.
En paralelo, el Consejo Federal Pesquero autorizó el inicio de una nueva prospección a partir del jueves 31 de julio en la Subárea 14 —entre los paralelos 45° y 46° Sur, y los meridianos 62° y 63° Oeste—. Esta etapa extenderá la vigilancia científica hacia latitudes más australes, en busca de nuevas concentraciones del recurso que permitan mantener operativa a la flota y fomentar las descargas en los puertos del sur de Chubut y Santa Cruz.

Participarán en esta nueva prospección los buques fresqueros Centauro 2000, Don Santiago, Don Agustín y Lucas Santino, seleccionados mediante sorteo por la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera. El ingreso al área se autoriza a partir de las 0:00 horas del jueves, iniciando la actividad de pesca a las 7:00. Cada unidad realizará tres días efectivos de captura conforme al protocolo establecido para este tipo de operativos exploratorios.
El esquema de prospecciones escalonadas y técnicamente monitoreadas, implementado por la autoridad de aplicación, se consolida como una herramienta esencial para sostener la producción sin comprometer la salud del ecosistema marino. En un contexto complejo para la actividad, la eficiencia operativa, el cumplimiento normativo y el respaldo técnico-científico siguen siendo pilares fundamentales del modelo de administración pesquera argentino.