En una emotiva ceremonia celebrada ayer sábado 24 de mayo de 2025 por la tarde, el Astillero Naval Federico Contessi y Cía SA llevó a cabo la botadura número 152 de su historia, con la puesta en el agua del buque pesquero costero de doble cubierta Siempre Don Oscar. La embarcación fue construida por encargo de un histórico armador de Rawson y representa un homenaje a Oscar Martella, figura muy querida en ese puerto.

El acto contó con la presencia de familiares de Martella —su esposa, su hija Liliana, madrina del buque, su yerno y nietos—, además de representantes del sector naval y pesquero, autoridades y numerosos asistentes.
Durante el evento, Domingo Contessi, presidente del astillero, ofreció un discurso en el que celebró el logro pero también planteó duras críticas a la coyuntura que atraviesa la industria naval y pesquera. «Es una inmensa alegría poder recibirlos para nuestra botadura número 152«, dijo, al tiempo que cuestionó con firmeza el Decreto 273, que permite la importación de bienes de capital usados. “Pretender competir contra el bien de capital amortizado y usado es absurdo. No podemos pagar impuestos usados, pagar sueldos usados o comprar insumos usados”, señaló, subrayando que el sector quiere competir pero en condiciones equitativas.

También manifestó su rechazo al nuevo Régimen de Excepción de la Marina Mercante, al que calificó como “un atajo injusto”, y advirtió que esta medida terminará por perjudicar aún más a los astilleros nacionales.
Contessi alertó sobre la crítica situación del sector pesquero: “Hoy tenemos 113 buques congeladores tangoneros paralizados porque la ecuación económica es inviable”, afirmó, y denunció que en Mar del Plata se observa un progresivo cierre de plantas pesqueras. En cuanto a Rawson, destacó la contradicción de tener un recurso abundante como el langostino, pero costos de operación que ya no se pueden sostener.
En un tono autocrítico, el empresario también asumió responsabilidades del sector privado: “La culpa de lo que le está pasando a la pesca y a la industria naval argentina no es de los trabajadores ni de las autoridades. Es culpa nuestra, los empresarios, que durante años cedimos ante todas las presiones y no supimos unirnos”.
Pese a la gravedad del diagnóstico, Contessi reafirmó su voluntad de seguir apostando al desarrollo de la industria: “Esta y las próximas tres botaduras corresponden a barcos que tendrán asiento en Rawson. Es un lindo desafío, pero después viene la nada misma”, advirtió, en referencia a la falta de nuevos encargos desde hace un año.
El discurso finalizó con un mensaje de esperanza: “Ojalá que el Siempre Don Oscar le dé muchas alegrías a sus propietarios y que los argentinos encontremos la unión necesaria para hallar consensos perdurables y resolver nuestros problemas con diálogo y sin agresiones”.
El Siempre Don Oscar se suma así a la flota pesquera chubutense en un contexto marcado por la incertidumbre y viabilidad económica sobre el recurso langostino, con un llamado claro desde la industria a la búsqueda de soluciones estructurales para garantizar su futuro y el desarrollo de una industria que siempre fue pujante, dinámica, generadora de divisas y trabajo genuino.