Uno se pone al lado de este gigante y sabe que centenares de miles de millas ha surcado buscando, explorando, pescando e incluso remolcando a tantos buques. Hoy parece desvanecerse por el trabajo incesante de cortadores que trabajaron desde la propia empresa de desguace Lusejo S.A. para reducir a pedazos al BP Magritte.
Desde el inicio de tareas en el varadero de la Base Naval Mar del Plata, han pasado exactamente cuatro meses, y ser el primero tiene sus costos, pagado en tiempo, esfuerzo y algunos avatares, ahora el guinche con algunos inconvenientes propios del desuso, en plena reparación para continuar con la obra. La protección al medio ambiente mediante una barrera de superficie de mar, el detalle que nada caiga al espejo de agua de la BNMDP, el trabajo a conciencia para no vulnerar y precipitar cada maniobra, que sin dudas es pesada.
Más de 250 toneladas de acero naval, caños, estructuras metálicas, pisos, hormigón, viejos tableros y centenares de miles de metros de caños y cables que recorren las entrañas del mismo, ya no están. Como si poco bastase, hubo que copiar y hermanar la anguilera nueva a la “panza” del barco. Operación de buzos que tomaron medidas y caldereros, que sumaron su experiencia en soldadura, para armar el asiento definitivo. Restan pocas horas para que este mítico barco, que otrora transportó desde el incendiado Rompehielos ARA Almirante Irizar al mando del Capitán de Fragata Guillermo Tarapow a 140 millas náuticas de la costa, a 70 tripulantes hasta Puerto Madryn. No hubo heridos en una operación de transbordo en medio del océano junto al San Cayetano y a un buque panameño restringido su ingreso a puerto, por su calado.
El viejo Magritte esperando la última pleamar para subirlo a varadero y terminar por romper el concreto que intacto tiene alrededor de la quilla y de esa manera finalizar con aproximadamente unas 80 toneladas más de acero naval francés más su preciada hélice de bronce.
La operación por sobre todas las cosas fue realizada con pericia, no hubo ningún percance a pesar de trabajarse con material combustible gasificado en caños y venteos que aún persisten, y el fuego de los operarios que, sin descanso a paso firme, iniciaron la obra por fines de septiembre pasado (precisamente el martes 23 para culminar seguramente a mediados de marzo.
Todo quedó alineado y probado. El güinche operativo, los cables nuevos aceitados y la pasteca que multiplica la fuerza del guinche en su lugar. Se espera, como decíamos en párrafos anteriores, una importante pleamar para terminar de subir el primer barco que se desguazará por completo en el varadero de la Base Naval Mar del Plata, operación conjunta entre armador –Luis Solimeno e Hijos SA-, la empresa contratista Lusejo SA., el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata y la Prefectura Naval Argentina delegación Mar del Plata asistiendo con la supervisión de lo especificado en el plano técnico de desguace.
Trabajo impulsado por Gabriel Felizia y las autoridades de la Armada Argentina para poder dar curso con infinidades de trámites administrativos y técnicos, pero, como siempre, cuando la decisión política es tal, cuanto antes se empieza, antes se termina. así llegó el Magritte a su etapa final de desguace. Queda esperando para transitar el mismo destino, el BP Don Luciano del Grupo Moscuzza para inicios de Marzo y detrás el BP Polarborg II. Hay una larga lista para recorrer el mismo fin y con El, el puerto quedará más limpio y operativo, recuperando metros que desde hace mucho se perdieron.