El Gobierno de Inacio “Lula” Da Silva, a través de su Ministerio de Pesca y Acuicultura celebró los avances en materia de pesca industrial, artesanal y recreativo durante el 2023, donde Brasil ha conseguido “expansión internacional y fortalecimiento de la cadena productiva del pescado”, de acuerdo a lo manifestado por el Gobierno brasileño haciendo un balance.
Destacaron el “esfuerzo conjunto” realizado en el sector para implementar varias iniciativas enmarcadas en el desarrollo sostenible de la pesca industrial, mejorando las condiciones higiénico-sanitarias de los buques, ampliando el acceso a los mercados internacionales, incentivando la pesca recreativa y fortaleciendo y promoviendo la cadena productiva e importantes inversiones.
Entre las acciones que destaca el propio Ministerio brasileño, pusieron en valor el desarrollo del Plan de Acción para el Desarrollo de la Pesca Industrial y la Industria Pesquera, que identifica las demandas, prioridades y complejidades del sector productivo, además de proporcionar orientación para acciones futuras.
Según sostienen desde Brasil, otra de las iniciativas que ha sido clave fue el denominado “Programa Higiénico-Sanitario y Control de Embarcaciones” que, con un cronograma específico, establece la emisión obligatoria de un certificado para los buques que capturen pescado para el mercado externo, considerando las características propias de cada segmento pesquero, algo similar a lo que conocemos en la Argentina como “Trazabilidad”, un sendero por el que va el mundo, pero que en nuestro país aún tiene varios críticos y detractores.
En referencia al mercado interno, el Ministerio de Pesca y Acuicultura de Brasil ha intensificado esfuerzos para promover y orientar la adaptación de las embarcaciones que abastecen de materia prima al mercado nacional, posibilitando la emisión del mencionad certificado.
Al mismo tiempo, pusieron en marcha la“Plataforma Nacional de la Industria Pesquera”, con el objetivo de proporcionar un mayor control sobre la emisión de certificados, reduciendo los plazos y aumentando la eficiencia de la gestión.
Por último, el Gobierno de Da Silva también destacó las iniciativas encaminadas a impulsar el acceso a mercados internacionales o las medidas para mitigar el precio de los combustibles, que han beneficiado a más de 1300 buques.
La relación comercial entre nuestro país y el brasileño no goza de muy buena salud. Basta con recordar los distintos incidentes que se produjeron con la exportación de merluza desde la Argentina y la disparidad de criterios a la hora de analizar el producto algo que, a raíz de conocerse el resultado electoral que le abrió la puerta a un nuevo gobierno en la Argentina, parece haber quedado en el olvido.
Olvido en el cual está sumida la pesca argentina (como mencionamos en otro artículo de esta Editorial) donde parece un sector abandonado, desprotegido y hasta subestimado, lo que realmente hace repensar si los esfuerzos de todo un entramado valen la pena, sobre todo por la falta de valoración puertas adentro.