Siempre dispuesto a la charla. Instructivo, atento, locuaz y predispuesto Domingo Contessi recibió a PESCARE ante la requisitoria de este medio con un tema puntual: la construcción del buque ICE CLASS para el INIDEP.
¿Considera que el INIDEP necesita hoy un buque más de investigación, al menos con otras características como el que se pretende construir? ¿O es algo que usted no podría determinar?
Sinceramente no es algo que pueda determinar, no me siento capacitado para determinar si se necesita o no. Lo que sí estoy completamente seguro es de dos cosas: primero, que no es el momento propicio para plantear esta licitación, por la situación que vive el país. Esto es como si a una persona indigente le preguntamos si necesita un tv plasma de 60 pulgadas, y no tiene piso en la casa, no tiene cloacas, no tiene baño, pero va a comprar un televisor de 60 pulgadas, entonces me parece que el momento es inoportuno, pero escandalosamente inoportuno. Segundo: por la situación que vive la industria nacional que hace que hoy, no solamente la industria naval, sino que ninguna industria argentina, pueda competir en una licitación internacional de este tipo.
Hoy la industria argentina no es competitiva en ningún tipo de aspecto, pero no es competitiva al punto tal de que hoy en nuestro país no se puede hacer un presupuesto, y no hablo para construir un barco que es complejo, no se puede hacer un presupuesto para nada que implique variedad de insumos y construcción a largo plazo, porque no tenés precio, porque no tenés tipo de cambio de referencia, porque no tenés un acomodamiento de precios relativos. Entonces, plantear esto la verdad es ridículo.
El tema entusiasma a Contessi marcando claramente su visión de una situación macro, no solo desde el aspecto económico, sino también desde la cara de la legalidad.
Hay otro tema que no es menor, que es una restricción legal. Hay una ley, que es la 27.418 que es muy clara. Es la Ley de fomento de la Industria Naval, que hoy está en vigencia. Cuando se incorporan los otros dos barcos del INIDEP, todavía no estaba, pero ahora sí lo está. Esa ley es muy clara y dice: que cuando hay capacidad de construcción de buques en el país, el buque para el Estado o sus entes se tiene que construir en el país, no da otras opciones.
Hemos atendido a interpretaciones de funcionarios públicos que realmente son espantosas, diciendo que como acá el financiamiento viene del BID y estos exigen que sea una licitación internacional, vamos a incumplir la ley. Esto me parece un despropósito total.
Es muy claro con su apreciación, pero difícil de comprender la situación que el propio Estado incumpla una Ley que sancionó justamente el Estado, al menos resulta incomprensible.
Primero vayan y modifiquen la Ley y después presenten la licitación, y si no planteen la licitación nacional, que también el BID lo prevé, con alcance en exclusiva a astilleros argentinos. Es mentira que el BID exige que siempre sean licitaciones internacionales, eso es mentira, eso NO está en la en la Carta Orgánica del BID.
La Argentina, no solo circunscribimos a Mar del Plata, ¿tiene la capacidad para poder hacer un barco con las características que necesita el INIDEP? más allá que no sea el momento como dice usted.
Los propios funcionarios que se llenan la boca hablando de las universidades públicas, de la capacidad de los astilleros públicos y privados, muchas veces después niegan esa capacidad en la práctica. Siempre hubo una primera vez. ¿Hemos hecho un barco así antes? No, no lo hemos hecho. Siempre hubo una primera vez. Chile está haciendo un barco polar. Perú acaba de botar un barco de investigación pesquera. Colombia está construyendo sus propias OPV. Brasil no solo construye OPV, sino también sus propios submarinos.
Antes que Brasil construya submarinos, ¿tenía la capacidad? No. Antes que “Armón” o España construyera su primer buque oceánico, ¿tenía capacidad para hacerlo?, no, tampoco la tenía. Siempre hubo una primera vez. Ahora, si los argentinos no confiamos en la capacidad de los propios argentinos, eso es grave.
Hemos tenido estudiantes de la UTN que han ganado premios internacionales por el diseño de un buque polar. Hemos tenido estudiantes de la UTN que han ganado premios internacionales por el diseño de patrulleras de altamar, ahora después ni siquiera confiamos en la ingeniería argentina. Entonces cerremos los astilleros, cerremos las universidades, porque lo que no podemos tener es seguir teniendo entes meramente testimoniales. Si tenemos universidades testimoniales y astilleros testimoniales cerrémoslos. O de lo contrario mejor confiemos en ellos.
Es evidente que esto tiene un trasfondo, hay un “detrás”. Desde su lugar y como miembro de una Cámara que representa al sector de la industria naval, algo les “hace ruido”. A esta altura y por los hechos ¿estaríamos hablando de una licitación “a medida”?
Obvio que hace ruido, es un secreto a voces que esto es una licitación que ya tiene un ganador. Es tan fácil de comprobar, que simplemente hacen falta tres cosas: una es analizar lo que ya pasó, como fueron las dos licitaciones anteriores, quienes participaron, quienes fueron los responsables técnicos designados de parte del INIDEP. Segunda cosa: ver lo que dice la prensa especializada. El diario “Faro de Vigo” lo dijo a comienzos del mes de septiembre, públicamente en un artículo titulado: “Argentina quiere su “Odón de Buen”.
Y te agrego algo más. Uno de nuestros ingenieros viene de un Congreso Iberoamericano de Ingeniería Naval.
Este tipo de cosas lo hablaba con colegas de otros astilleros y les preguntaba: ¿ustedes están dispuestos a participar en la licitación? No, ni locos, no vamos a participar, porque ya sabemos que la perdemos. Nadie quiere perder tiempo, dinero y esfuerzo en un complejo proceso licitatorio que se sabe que ya está asignado a dedo.
¿Usted está diciendo que es una licitación hecha a medida para un determinado astillero? ¿No para dos o tres astilleros así fuesen de Europa?
Exactamente. Esta es la presunción que tiene todo el mundo, pero no solamente la tiene Domingo Contessi. La tiene la prensa especializada. Te acabo de nombrar “Faro de Vigo”, pero también la tienen colegas de otros países. Pero si te queda alguna duda de esto que estoy diciendo, lo único que hace falta es ver las 251 hojas de la especificación técnica del buque. Una vez que uno se toma el trabajo de leer es cantidad de información y memorias descriptivas, se da cuenta que no existe ninguna duda al respecto.
¿Por qué dice eso?
Porque son prácticamente iguales a las especificaciones del buque “Odón de Buen” (N. de R. buque oceanográfico español de reciente botadura en Astillero Armón). Segundo: porque es vergonzosa la forma en que se utilizan no solamente términos españoles, insumos españoles y el grande de detalle que ni siquiera permite introducir mejoras porque reitero que no se dice “necesitamos un barco con tales requerimientos, con tantos metros cuadrados de laboratorio”, sino que detalladamente te dicen hasta qué copa de helado necesitan y esa copa tiene que ser de una marca española.
Suena hasta burdo esto que cuenta.
Es demasiado burdo. Hasta los utensilios de cocina vienen con marca, y curiosamente son todas marcas españolas. Es demasiado burdo la verdad. Pero también es irritante que se le requiera al Astillero que se haga cargo de 85 pasajes, viáticos y estadías para controlar la construcción evidenciando que esta no será llevada a cabo en el país.
Hizo referencia hace un momento de que los funcionarios están yendo contra la Ley. ¿Harán alguna presentación judicial de parte de la Cámara que integra al menos? ¿O de los astilleros en particular sintiéndose perjudicados?
Seguramente si esto prospera, sí. Nosotros lo que hemos hecho desde la Federación, es enviar una nota marcando la postura y pidiendo que se prorrogue este proceso de licitación y en mi caso, como astillero particular, también hemos hecho una presentación en tiempo y forma, adhiriendo a tal postura, agregando se nos amplíe información y evacúe una serie de incógnitas que esperamos que el INIDEP nos conteste.
Hicimos también un pedido de postergación de esto, en virtud de la situación macroeconómica del país, que impide que cualquier empresa argentina, en forma seria, participe en un llamado a oferta pública de este tipo, en semejante coyuntura.
¿Esto tiene responsables?
Si esto después prospera y es judicializado obviamente expondrá quienes son los responsables. La ley de Industria Naval, en este sentido es muy clara, impone ya las sanciones a los responsables que incumplen con la misma. Se tendrán que hacer cargo los responsables de promover esto en contra de su letra y espíritu.
¿No hubiese sido más sencillo hacer una “selección” (ya que somos tan futboleros en el país) y convocar a que todos aporten lo suyo?, más allá de la competitividad empresarial lógica que tienen los astilleros, en algo que podría ser icónico para la Argentina.
Acá hay dos cosas. Estando vigente la ley de industrial naval, el barco se tiene que hacer en la Argentina sí o sí. No hay otra opción porque está totalmente sabido que existe capacidad en la República Argentina para construir barcos de este tipo. Si vos me decís “no hay antecedentes”, sí y puede ser cierto que no haya antecedentes, pero eso no cobra entidad de ‘razón fundada’ que exige la norma para poder obviar su cometido. La capacidad para construirlo está. Lo que hubiera correspondido es que en dos carillas, no en 251 hojas, en sólo dos carillas, el INIDEP nos diga: nos gustaría construir un barco para hacer tal y cual cosa, que tenga tal y tal otro equipamiento, que pueda llevar tantas personas, que navegue a tanta velocidad.
Hagamos un concurso de proyectos, y ahí sí se presentan estudios de ingeniería de Argentina, si quieren del extranjero también, se elige el mejor proyecto y en base al mismo después se decide qué astillero argentino puede construir esto, un astillero público, un astillero privado, se asocian entre varios astilleros. Eso sería lo que hubiera sido transparente y lo que hubiera sido lógico, acá se hizo todo lo contrario. Se tomó un proyecto de un barco existente, que ya se botó y se dijo: quiero esto mismo. Es muy difícil poder competir contra eso, porque hay uno sólo que ‘compite’ con total ventaja.
¿Es optimista que esto se pueda revertir?
No, no soy optimista. No soy optimista lamentablemente porque esto ya nos ha pasado dos veces. Las otras dos licitaciones han sido a nuestro criterio escandalosas. Hemos hecho una denuncia administrativa a las anteriores autoridades. Obviamente no pasó absolutamente nada. Sé que hay denuncias también en la oficina anticorrupción de esto.
Lamentablemente estos trámites tardan mucho y a veces la justicia no llega. Creo que en este caso existen argumentos para judicializarlo pero no soy optimista. No lo soy porque por ejemplo la primera licitación del “Víctor Angelescu”, nos enteramos el día que se asignó. Nunca nos llegó ni siquiera el pedido a licitación a la industria naval argentina. Nos enteramos el día que se otorgó al Astillero. Pero es curioso que cuando se procesó esa licitación, era un momento de crisis mundial de la industria naval y que no haya habido ningún otro astillero del mundo interesado.
Hay 98 astilleros que se dedican a hacer barcos de investigación pesquera y oceanográficos. Uno solo estuvo interesado en hacer ese barco. En la segunda licitación nosotros teníamos la oferta más baja y se desestimó porque no se consideró un descuento. Gracias a Dios se desestimó, porque los astilleros argentinos -nos presentamos dos- teníamos obligación de cotizar una parte del precio en “pesos”. Cuando empezó la licitación el dólar estaba a $16, cuando se terminó de pagar el dólar estaba a $ 185. Nos hubiéramos fundido, o sea que gracias a Dios fue así.
Está todo armado para que no lo gane un astillero argentino. Pero no contentos con eso, dos años después, sin hacerse una nueva licitación, sin nada, se aumentó aproximadamente un 25% el precio del barco, diciendo que se lo iba a hacer “diésel eléctrico” y se pasó de 6 millones a 7,5 millones sin hacer un llamado licitatorio al efecto, es un barco totalmente distinto. Así es muy fácil ganar una licitación, pongo cualquier precio, después sé que me van a aumentar un X por ciento y gana siempre el mismo. Sinceramente en este caso tampoco soy optimista.
El 4 de noviembre próximo van a botar el “Yani G” y seguramente van a estar presentes funcionarios. ¿Vas a tratar de hablar sobre el tema con ellos?
Seguramente va a ser uno de los temas del discurso. El tema de fondo es que veo que a la Argentina le falta patriotismo. Estoy cansado del doble discurso. “Ojo” que hago salvedades, porque me consta que dentro del Gobierno hay importantes funcionarios que no apoyan esto. Pero la misma gente que muchas veces se vanagloria de las capacidades, de la potencialidad del argentino, después termina recurriendo al extranjero para hacer negocios.
La verdad es que esto da un poco de bronca, porque hoy estamos viviendo una situación que es realmente muy difícil para toda la industria nacional. Estamos haciendo un esfuerzo descomunal para seguir con las puertas abiertas, para poder seguir trabajando en un mercado donde no tenemos insumos, donde no tenemos precios, donde no tenemos una previsibilidad, en fin no contamos con seguridades de ningún tipo, por lo que seguir trabajando realmente hoy en la industria argentina es algo heroico, y que lejos de reconocerse eso, se nos mancille de esta forma, la verdad que da mucha bronca.
¿Esta situación lo ha decepcionado?
Muy decepcionado.
¿Muy decepcionado con los funcionarios, con el sistema, con una Ley que no se cumple?
Con el sistema y con algunos funcionarios, no te puedo decir con todos. Dentro de este Gobierno hay funcionarios que tienen la camiseta argentina puesta. Hay gente que hace las cosas muy bien. Hay gente que realmente ha tenido una conducta intachable. También tenemos de los otros, y eso me parece que no es cuestión de un Gobierno o de otro.
Fijate lo que pasó con el “Mar Argentino” (N. de R.: otro de los barcos de investigación del INIDEP) comenzó con un gobierno y prosiguió exactamente igual con el otro. Por eso me da pena, porque sé que si esto hoy tiene el puntapié inicial como vengo comentando en infracción al sentido y objeto de llamado a oferta pública, con la legalidad y transparencia que requiere, y al espíritu, y al espíritu y letra de la ley REGIMEN DE PROMOCION DE LA INDUSTRIA NAVAL ARGENTINA, el próximo gobierno, cualquiera sea el partido político que venga, lo va a seguir porque la matriz es la misma. Lo va a seguir.
Estoy más decepcionado por el sistema, que con otra cosa. El hecho que no se cumplan las leyes en Argentina no es nuevo, pero en este caso es ya alarmante. Estados Unidos tiene una ley centenaria, que es la “Jons Act”, que implica que ningún buque de cabotaje que opera en Estados Unidos, puede ser construido fuera de Estados Unidos. No habla de si hay capacidad o no hay capacidad, no se puede construir. No me imagino al funcionario del Instituto de Investigación de Estados Unidos tratando de violar esa Ley, o alguien de la Armada o Prefectura de Estados Unidos tratando de violarla para construir un barco militar o un barco de investigación fuera de su país, en Argentina evidentemente sí.
¿En cuánto tiempo estima que podríamos volver a hablar de este mismo tema si es que se judicializa?
No lo sé. No me interesa sinceramente. Mi energía tiene que estar puesta en seguir trabajando, defender los puestos de trabajo que hay bajo mis espaldas, de conseguir el insumo para que el soldador pueda trabajar al día siguiente. Yo ya hice la presentación formal que merece el tema, después veremos cómo sigue esto, pero mi energía tiene que estar puesta en el Astillero, máxime en el momento que está viviendo hoy la Argentina.