Esta medida rusa va a provocar una oportunidad para las empresas locales». Entre tantas complicaciones para la industria pesquera de Mar del Plata, la sentencia pronunciada por el presidente de Cafrexport, Ciro D´Antonio, suena como una rareza.
Pero lo cierto es que la escalada de violencia en Europa del Este efectivamente le está abriendo una puerta a la producción pesquera local.
Rusia, ubicado ya entre los veinte principales compradores de pescado argentino, acaba de frenar las importaciones de Europa y Estados Unidos como represalia a las sanciones que le aplicaran esos bloques por su participación en el conflicto de Ucrania (apoyo a un grupo “rebelde”).
Más precisamente, la administración de Vladimir Putín decidió prohibir por un año las importaciones de productos marinos, ternera, cerdo, verduras y hortalizas, frutas, carne de ave, y lácteos provenientes de los Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Canadá y Noruega.
Claro que nuestro país no está sólo en la carrera para cubrir la demanda agregada que se genera. Brasil y Perú, por caso, ya aprovechan el nuevo marco e incrementaron sus ventas: «La velocidad con la que actuemos será fundamental para ganar un mercado que puede venirle muy bien a la pesca de nuestra ciudad”, definió D´Antonio.
En ese sentido, desde la entidad se mostraron expectantes con la marcha de las conversaciones que llevan adelante los responsables del área comercial en la Embajada Argentina en Rusia con los funcionarios a cargo del Servicio Ruso de Inspección Agrícola y Ganadera (SIAG). El tema fue eje de la reunión que los integrantes de Cafrexport mantuvieron el lunes pasado en la sede del frigorífico 27 de noviembre.
En tanto, hoy se supo que una delegación de funcionarios locales viajará el próximo lunes a Moscú con la intención de encauzar el diálogo. La misión interministerial estará encabezada por la ministra de Industria, Débora Giorgi; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco; representantes de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y el Ministerio de Economía.
Durante el año pasado, Rusia importó 5.646 toneladas de pescado argentino; fundamentalmente merluza hubbsi (3.873 t.), merluza de cola (599 t.), y algo de abadejo (294 t.). A esta carga, se sumaron 576 toneladas de langostino por un valor total cercano a los 20 millones de dólares.
A raíz del freno que Rusia le puso a las importaciones de Europa y Estados Unidos, la cámara local plantea la necesidad de aprovechar el marco para profundizar lazos comerciales.