La temporada de calamar iniciada a principios de enero, como lo adelantáramos a los pocos días de iniciada la misma, comenzó errática, rara.
Había algunos indicios de una zafra donde el recurso manifestaba un tamaño no acorde para la época y zona, frente a las costas de Camarones, dentro de la ZVPJM con rendimientos esporádicos, dispares. Las capturas no eran parejas durante todos los días y mucho menos en el análisis de los buques que testeamos, los testigos de todos los años.
Los capitanes, forzaban por encontrar concentraciones que garanticen un promedio que justifique estar parado en el muelle durante 8 meses.
Así transcurrio la primer marea para todos, quien mas y quien menos, todos completaron entre los 20-35 dias, una buena marca, pero los avezados Capitanes ya preveían un zafra dispar.
Así fue, que a principio de febrero, un tormenta de la época agrego incertidumbre en una zafra irregular. Los buques tomaron refugio en la costa y en rada de Camarones la gran mayoría que busco socaire de vientos fuertes del sector SE rotando al SO con intensidad de hasta 47 nudos.
Después de una semana fondeados, se reincorporaron intentando dar con concentraciones que garanticen calidad, tamaño y continuidad.
Los poteros nacionales se situaron casi al borde de la milla 200 dentro de la ZEEA, al SSO de la flota extranjera frente a Puerto Deseado.
Las capturas no fueron consistentes, y la caída en capturas se infiere como consecuencia de mareas que van rozando los 40 días. Desde el puente de nuestros poteros testigos, no se ahonda con mayores detalles, el calamar por el momento no está. Se probó mucho más al NO, donde hoy opera la flota -mucho más esparcida, lo que también muestra la falta de concentración del recurso- cercana a la ZVPJM y al través de Bahia Camarones. Los poteros aún no han encontrado una concentración que garantice capturas consistentes a pesar que las pocas que hay, son de buen tamaño comercial con vainas de 23 cm. y peso de 440-480 grs. Es decir, buen tamaño y calidad pero al momento con capturas magras, lo que hace presagiar -por lo menos al momento- una zafra irregular y escasa. Así lo muestran las descargas, donde el puerto más beneficiado en Puerto Deseado, Santa Cruz, por cercanía al caladero, mientras que en Mar del Plata, las descargas han caído en comparación a años anteriores, en la misma época, un 56%, que sumada a la caída de desembarques de merluza hubbsi del 33% provoca cierto malestar en las cooperativas de la descarga por falta de trabajo en los muelles del puerto local.
Al 04 de febrero, se han descargado en los diferentes puertos del litoral argentino, 43.850 toneladas, un 8% menos que el año anterior y un 5.8% menos que el promedio de los últimos 5 años.
La situación, al momento, si bien no es crítica, habida cuenta que estamos transitando la primera mitad de la zafra, entre el grupo de Capitanes de Buques Poteros, se especula con 2 mareas más; agregando incertidumbre en cuanto a la zafra de calamar illex 2023.
Por el lado de las capturas de los buques ramperos, tampoco el calamar se hace presente en cantidades que justifiquen una operatoria -como otros años- al borde de la flota extranjera en la milla 198-200. Muchos abandonaron esa posibilidad y buscaron orientar el esfuerzo pesquero a especies más abundantes, como la merluza común, sobre el borde SE de la ZVPJM, que operan con un recurso de buena calidad y tamaño, mucho mejor que al norte del paralelo 42.
La información sobre la flota potera extranjera, según datos propios recabados, las condiciones no son mejores que dentro de la ZEEA. Muchos poteros chinos con máximos de 15tn/día; valores muy por debajo de los alcanzados en el promedio para esta época y a la espera de mejores condiciones del cefalópodo.
Hoy, el desafío es encontrar las concentraciones que garanticen la continuidad de una operatoria que después del temporal, todavía no se estabilizó ya que, según la historia, hasta el 1 de abril no se disponen aperturas al norte.
Por otro lado, averiguando la posibilidad que la autoridad de aplicación pueda aventurar a una apertura anticipada, quedó totalmente desdibujada esa posibilidad ya que desde el ente rector de la investigación y seguimiento de la pesquería, el INIDEP, ya pusieron límite respecto a la situación del recurso, a pesar de la suspensión de la campaña de enero. De modo, que la flota está analizando entre encontrar concentraciones que justifiquen los costos o directamente parar, ya que por el momento el costo del gasoil diario no tiene contrapartida en bodega.