La madrugada del viernes volvi贸 a encender una se帽al de alarma que ya no puede seguir siendo ignorada. Un estibador de 29 a帽os, Andr茅s Vel谩zquez, result贸 herido mientras realizaba tareas de descarga en el BP Americano en el Puerto Caleta Paula. El incidente, lejos de ser un caso aislado, es apenas el 煤ltimo cap铆tulo de una secuencia tr谩gica que expone con crudeza la precariedad laboral que impera en los puertos de Santa Cruz y la inaceptable indiferencia de las autoridades competentes.
El accidente ocurri贸 a las 02:30 de hoy, cuando Vel谩zquez, cumpliendo funciones de gango en la cubierta del buque, fue alcanzado de lleno por un caj贸n de merluza que se desprendi贸 de una lingada mientras era izado. El impacto en la columna lo dej贸 inmovilizado en el acto. R谩pidamente fue asistido por personal de la Prefectura y trasladado al Hospital Zonal 鈥Padre Pedro Tardivo鈥, donde se aguarda un parte m茅dico oficial. Su estado, seg煤n testigos, era de gran dolor y dificultad para moverse.
Este hecho no puede ni debe abordarse como una mera contingencia laboral. Es la consecuencia directa de un entramado de negligencia estructural, donde confluyen la falta de inversi贸n en condiciones seguras de trabajo, la ausencia de controles efectivos, y una cadena de responsabilidades pol铆ticas que opta por mirar hacia otro lado.
鈥淣ada cambi贸, solo se agrava鈥
Ram贸n Videla, referente de los trabajadores del sector, fue categ贸rico al referirse al contexto en el que ocurri贸 el accidente. 鈥No es el primero. Hace menos de un a帽o perdimos un compa帽ero. Hoy, otro est谩 internado. 驴Qui茅n responde? Nadie. Seguimos trabajando sin la ropa adecuada, sin guantes, sin botines; sin ning煤n tipo de elemento de seguridad. Todo vencido, todo en mal estado鈥, denunci贸.
La denuncia no es nueva, pero s铆 cada vez m谩s urgente. Videla tambi茅n puso sobre la mesa el estancamiento de las paritarias 鈥攕eis meses sin acuerdo firme鈥 y un aumento en el precio del caj贸n que no solo fue exiguo, sino adem谩s injustamente distribuido: 鈥Pas贸 a $850, mientras que en Comodoro se paga m谩s de $1.090. All谩 se respetan los roles. Ac谩 descargamos, alistamos, hacemos todo. Y cobramos menos鈥.
La comparaci贸n con otros puertos de la regi贸n no es menor. El destrato hacia los trabajadores de Santa Cruz no solo es evidente en lo salarial. Es una desventaja integral: peores condiciones, menos recursos, m谩s riesgo. Videla fue m谩s all谩: 鈥Nos descuentan obra social que no tenemos. La ART no responde. 驴Qu茅 hace Andr茅s ahora? 驴Qui茅n se hace cargo si no puede trabajar?鈥.
La pregunta resuena como un eco inc贸modo entre los muros de silencio del Estado.
禄 Las autoridades de la Subsecretar铆a de Puertos, del Ministerio de Trabajo, de la propia gobernaci贸n, siguen sin dar respuestas. Ni siquiera declaraciones. 驴Qu茅 m谩s debe ocurrir para que la pol铆tica tome nota del drama humano que se desarrolla en sus propios muelles? 芦.
禄 La indiferencia institucional es una forma de violencia. Los discursos sobre el valor del trabajo quedan en el aire y huecos, cuando se permite 鈥攃on inacci贸n o complicidad鈥 que un estibador arriesgue la vida sin los elementos m铆nimos de protecci贸n, por un salario que apenas cubre lo esencial. Mientras se discuten cifras, detr谩s de cada caj贸n de merluza hay cuerpos agotados, familias vulnerables y una vida entera colgada de la precariedad y la desidia 芦, declar贸
Este accidente no es una excepci贸n. Es la regla. Una dolorosa sucesi贸n de eventos que escapan al trabajo bajo un marco de seguridad acorde a las fuerzas y pesos de una actividad de riesgo como la descarga de un buque pesquero, se repite otra vez un infortunio que mantiene en vilo a la comunidad de trabajadores que, a la buena de Dios enfrenta en cada descarga la posibilidad de estos eventos. Mientras tanto, es poco lo que se hace y mucha es la fortuna para que no pase mas seguido.
Es hora que alguien se haga responsable por la seguridad en los puertos de esa provincia, con elementos acordes a ese trabajo, con controles sobre la seguridad laboral y con una profunda capacitaci贸n de todo el personal. Porque no hay descarga m谩s pesada que la que lleva el trabajador portuario sobre sus espaldas: la de una precariedad normalizada y una vida laboral que cuelga cada noche, de una delgada l铆nea entre la supervivencia y la tragedia.






