Posar la mirada a nivel mundial en ocasiones nos hace entender algunos de los temas referentes al mercado argentino. En ocasiones creemos que estamos muy bien y otras el panorama parece sombrío. Ni una cosa ni la otra.
La afirmación del analista Senior de productos del mar, Goryan Nikolik, afirma que el sector global de cultivo de camarones se dirige a un “un punto de inflexión” que podría generar grandes problemas en el presente año. De hecho en Argentina algo conocemos.
De acuerdo a este análisis, la producción de camarones debería llegar a los 5 millones de toneladas en el presente año, donde los precios ya han caído por debajo de los niveles previos a la pandemia, mientras que es probable que los mercados tengan un “comportamiento de crisis” al tiempo que el sector de cultivo de camarones fracasa a medida que aumenta la producción y cae la demanda.
Tras un aumento de la oferta del 17,6 % en el año pasado, el impulso ha continuado hasta este 2022, y se pronostican que los volúmenes globales podrían superar la marca de los 5 millones en este año.
No obstante los acuicultores “más allá del Atlántico” están pasando por un momento difícil, dijo el analista Nikolik en el Foro de Mariscos del Atlántico Norte que se celebró en la ciudad de Bergen en Noruega.
Los costos han aumentado debido a los alimentos, la energía y el flete.
Los costos de alimentación para los camarones han aumentado un 30% desde el año 2019 y probablemente aumenten durante al menos otros dos otros años señalan los especialistas.
Otro de los puntos que destacan es que las tarifas de fletes se han duplicado y en algunos casos hasta triplicado.
La producción de camarones también tiene un alto costo de energía si se lo asocia con la necesidad de airear los estanques, a la vez que los precios de venta están cayendo y ya están por debajo de lo que eran los niveles previos a la pandemia, señaló el especialista.
China, uno de los más importantes importadores de camarones continúa luchando contra el COVID-19, aunque las noticias no trasciendan tanto como ocurrió desde fines de 2019, donde se instaló el problema que aún aqueja al mundo y que hacen que las ventas totales de alimentos de China disminuirán en 5,8% en este año.
La reciente Conferencia Mundial de Comercio de Camarones de Infofish que se celebró recientemente en Malasia, indicó que la rentabilidad de los productores está disminuyendo drásticamente durante este año, como lo marca Nikolik “en el punto máximo de 2021, los acuicultores recibieron un margen de hasta el 40%, cayó drásticamente en la primera mitad de 2022. Existe la posibilidad de que la rentabilidad de los acuicultores pronto se vuelva negativa s no se controlan los costos y los precios continúan cayendo”, detalló.
Por el lado latinoamericano la mirada es distinta. Ecuador continúa siendo el productor de camarones que ha crecido más rápido, superando el millón de toneladas conseguidas el año pasado, y donde venían de obtener 793 mil toneladas en el año 2020.
Las exportaciones de camarones de Ecuador ya lograron un aumento del 33% en los primeros cuatro meses del presente año, donde el mayor destinatario fue China seguido por Estados Unidos y España. Se prevé una superproducción de Vannamei de cultivo en Ecuador de 1 millón de toneladas para este 2022.
“Las exportaciones ecuatorianas están parcialmente orientadas hacia los Estados Unidos y Europa, aunque la demanda en China se está recuperando”, sostuvo también Nikolik.
Desde el lado de la India, los acuicultores ha respondido a las “señales de precios” del mercado, donde las exportaciones de camarones se mantienen estables año tras año, pero los precios están cayendo y los productores tienen dificultades para obtener ganancias, aunque ese país sea el principal proveedor de Estados Unidos enfrentándose en una dura pelea con Ecuador e Indonesia.
Otro de los países que se caracteriza por su gran profesionalidad en el sector camaronero “de cultivo”, es Vietnam, quien parece estar listo para continuar con su crecimiento constante, algo que se ha visto a partir del último mes de marzo donde los volúmenes de exportación aumentaron un 10% año tras año.
“Vietnam se beneficia del hecho de que sus mercados están bien diversificados. Es ágil y, a medida que cambia la demanda en diferentes mercados, puede cambiar el enfoque”, dice Nikolik.
Indonesia, que es especialista en vender al mercado estadounidense, logró subir sus exportaciones un 21% en los primeros tres meses del año, siendo un país con un mercado interno de camarones de una dimensión mayor que otros productores importantes.
Panorama sombrío en el corto plazo si pensamos que el camarón/langostino de cultivo puede sustituir en los platos de los principales mercados de consumo al Pleoticus muelleri del Atlántico Sur, natural y salvaje.