En el comienzo de la década del ´80 comenzó una transformación del sector del puerto marplatense que ha sido notoria.
La idea, que a la postre se concretó, era eliminar todos los locales gastronómicos que funcionaban a escasísimos metros de la banquina chica, buscando espacio para la creciente circulación de los transportes de mercaderías, hielo y todo lo que el armado de las embarcaciones requieren.
Atrás iban a quedar las construcciones donde funcionaban, entre otros, el Viejo Pop, Chichilo, el café Michelangelo y numerables pescaderías entre otros, donde los turistas y los propios ciudadanos de la ciudad se daban cita no solo para disfrutar de la gastronomía sino también para apreciar tortugas marinas que se exhibían vivas en enormes recipientes con agua salada.
A casi 40 años de la inauguración del Nuevo Centro Comercial del Puerto, dialogamos con su administrador, Gustavo Bianca, quien nos contó sobre la actualidad y sobre lo que se ha vivido en el último año y medio, sin dejar de mencionar las ideas que buscan para potenciar el lugar.
Desde el año 2000 desempeñando tareas en el lugar que los turistas y marplatenses no dejan de visitar, con una buena evaluación del último fin de semana “largo”.
Así es, desde el 2000 que estamos acá trabajando. La verdad que el fin de semana colmó las expectativas, esperábamos mucha gente, pero encontramos público que extrañaban venir y que eran clientes nuestros, que no han podido venir el año pasado por ejemplo.
Volvieron y además con un clima que acompañó. Tuvimos espectáculos que a la gente le gustaron mucho. Un lindo fin de semana.
A esto se suma el día de la madre que también convoca gente. ¿Con cuántos locales están funcionando?
Estamos teniendo muy buen nivel de reservas, la gente optó por salir a comer. En este momento estamos con 12 locales, más los cafés, más venta de conservas, heladerías, tenemos una amplia gama para elegir.
¿Los visitantes solo buscan venir a comer o también un espacio de recreación?
Lo primordial es venir a comer y comer pescado. Pero lo que estamos notando últimamente es que la gente busca ya quedarse en un lugar, por eso queremos brindarles varios servicios, que la gente venga, coma y ya se quede y pueda recorrer. La idea con el CPRMDP es vincular el Centro Comercial con el Puerto, que la gente venga acá y a su vez recorrer la banquina, que tenga un lindo paseo, que se quede un tiempo largo y recorra todas las actividades que hay dentro del Puerto.
Hay un punto de conflicto que es el estacionamiento vehicular, ¿Se puede modificar?
Nosotros a raíz de la pandemia decidimos tomar una parte del estacionamiento, la gente también lo podía. Tomamos una parte del estacionamiento para poder brindar más servicios al aire libre y nos achicó el estacionamiento. La gente lo sabe entender. Tenemos a la gente de la Cruz Roja que tienen a cargo el estacionamiento, pero nos quedó chico el último fin de semana como pasó en toda la ciudad.
Si bien es una complicación para el que quiere estacionar, a nosotros nos pone contentos que haya tanto movimiento y por ende trabajo para todos.
El Consorcio también nos brindó lugares para poder estacionar los autos el fin de semana ya que en esos días hay baja actividad en el puerto nos han permitido eso.
¿Cómo han sido los números con respecto a años anteriores? Los números por obvias razones se han modificado con respecto al año pasado.
Todavía no hicimos un comparativo con el 2019 pero ya te anticipo que ha sido muy bueno este año.
Además el feriado del 12 de octubre en que la gente viene ya para programar y ver los precios para la temporada o ver alquileres. Es un fin de semana que se usa para eso, pero fue uno de los mejores fines de semana seguro, sacando los feriados de Semana Santa o Carnaval.
¿De cara al verano seguirá este ritmo?
Las expectativas son muy buenas, el nivel de consulta de la gente fue alto con respecto al tema inmobiliario, a los balnearios.
Calculamos que para noviembre con el “pre viaje” va a ser bueno el mes, no solo los fines de semana. La gente optó mucho por esta modalidad que ya arranca en noviembre y eso nos va a ayudar mucho.
La gente recibe la mitad de lo que gastó en alquiler o una carpa y lo va a volcar en gastronomía.
¿Tienen posibilidades de expansión del Centro Comercial?
Tenemos la idea, un proyecto de buscar más lugares al aire libre. Con todo esto de la pandemia vimos que la gente busca lugares al aire libre, no quiere lugares cerrados.
Tenemos un proyecto para los próximos años, de buscar lugares que ahora están ocupados. Plaza blanda, anfiteatro.
Buscando vincular lo cultural con lo gastronómico y comercial
Se hizo con la Provincia este fin de semana donde se hizo una prueba, una intervención con un mural en el Auditorium donde vinieron bandas locales y sin mucho tiempo de preparación a la gente le gustó, vemos que podemos tener para el verano un espacio ahí, porque tenemos el público, tenemos el lugar.
El Centro Comercial es un poco “la vedette” de los fines de semana y sobre todo en los días que mencionamos con Bianca, donde el público no solo busca comer pescados y mariscos sino que también busca saber más sobre el puerto local.
Sus costumbres, el porqué de las embarcaciones, la historia reciente y viva de un lugar simbólico en la Argentina.
Los fines de semana largos no es novedad que esté siempre lleno, pero por ejemplo en septiembre fue muy bueno para nosotros, que históricamente fue un mes que se usaba para cerrar los locales y remodelarlos, darle vacaciones al personal y se fue trabajando un poco más.
Vimos en la recorrida que hay varios locales cerrados, ¿qué ocurrió con ellos?
Son las “heridas” que quedaron de la pandemia. Muchos locales no se pudieron mantener. Son locales muy grandes, mucho personal, acá no se despidió a nadie.
Tratamos con ayuda del Estado y del Consorcio mantener el staff de gente.
¿Cuánta gente trabaja en todos los sectores dentro del complejo?
Directamente casi 400 personas, en temporada de verano un poco más. Los locales están asociados a una Cámara y ésta se encarga del mantenimiento del sector.
La recolección de residuos es privada, el corte de pasto, pintura, electricidad. En esa tarea tenemos 6 personas que hacen esas tareas, todos con muchos años en el lugar, hay algunos que están desde que comenzó a funcionar el Centro Comercial en la década del ´80…
…que en sus inicios era una obra muy moderna
Las estructuras de los locales son todas casas que se hacían en esa época como en toda la zona portuaria, era un gobierno militar y decidieron hacer todos “chalecitos”, por eso tenemos la idea de cambiar la fachada porque ya quedan como que son casas grandes, con techos de tejas, que ya no van más.
Algunos locales han reformado su fachada, han ido “escondiendo” los techos, son locales muy grandes, tienen muchos metros y cada reforma es costosa.
Lo que estamos viendo es que se hizo al revés, no es que está mal hecho pero la parte visible es la parte exterior, es la parte de carga y descarga de mercaderías, de residuos, entonces estamos viendo cómo podemos cambiar esa imagen, porque uno pasa por la Av. de los Trabajadores o pasas por la zona portuaria y ves la carga y descarga, la basura, no es una linda imagen.
Estamos viendo cómo se puede modificar con un estudio de arquitectura, de hacer más amigable esa vista.
¿El Consorcio colabora también con este tipo de acciones o solo lo realiza el Centro Comercial?
La pandemia también nos truncó algunas ideas, pero trabajamos muy bien en conjunto. Tenemos línea directa, tenemos una persona de la Cámara que está dentro del Directorio que es María del Carmen Suárez.
La mano que nos ha dado el Consorcio en este año es destacable. Tienen buenas ideas, siempre cosas que quieren hacer nos convocan, como por ejemplo la pasarela que está “viniendo” de Punta Mogotes y va a pasar por el Centro Comercial.
Nuestro tema es el apuro, pero sabemos que hay tiempos de obra, pero lo bueno es que se nos contempla.
¿Han tenido que asistir a los locales, a sus propietarios, a los empleados en estos últimos meses tan duros?
El Consorcio en buena medida entendió la situación y nos suspendió el canon de alquiler que pagan ellos, en el 2020 y parte del 2021, se llegó a un acuerdo que cuando se empiece a reactivar como está ocurriendo en este momento, nos sentaremos a hablar por esa deuda, se va a refinanciar seguramente.
De no ser así iba a ser imposible continuar. Ellos mismos se adelantaron, nos convocaron y propusieron un stand by en los pagos hasta que se reactive el lugar y esto fue de gran ayuda al igual que con los ATP, sino hubiese sido insostenible, el Centro Comercial estaría completamente cerrado.
Tuvimos un verano 2020 muy bueno y con mucha expectativa para el feriado de marzo de ese año de Semana Santa, y se cortó ahí.
Muchos locales tenían la mercadería comprada para esos fines de semana, se tuvo que pagar esa mercadería, no hubo ingresos y ya se hacía insostenible, pero pudimos salir adelante.
Nos retiramos del lugar, sabiendo que hoy hay un proyecto muy ambicioso que podría cambiar la fisonomía del puerto desde Juan Justo y Avda. de los Trabajadores hasta el mismo centro comercial actual, y más allá de Él, interconectar con el paseo de las playas de Punta Mogotes, una idea propia que será impulsada por el Consorcio Puerto Regional Mar Del Plata cuyo relieve es eliminar la barrera cultural turismo o pesca.
El espíritu es la INTEGRACIÓN y el desarrollo en el marco de un polo cultural que anexe la ciudad y el mar, el turismo y la producción, donde la excusa sea la gastronomía. La idea, el diseño y planificación ya están en curso, se esperan momentos mas adecuados para su implementación, la cual avanza a paso firme.
Por Gustavo Seira