Se presentó una nueva propuesta en conjunto entre nuestro país y la República de Chile. La misma es en referencia a la creación de otra Área Marina Protegida al norte de la Península Antártica.
La presentación se realizó ante la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos a través de un documento que consta de 143 fojas, donde científicos muestran el porqué de crear una nueva Área Marina Protegida.
Nuestro país y el Estado trasandino han propuesto crear esa Área al norte del Península Antártica, en aguas donde la pesca de kril -que no se encuentra regulada- podría afectar sobre la biodiversidad de ese ecosistema.
El pequeño crustáceo, es el alimento de grandes cantidades de aves, cetáceos y peces en aguas antárticas, pero a su vez es capturado por la industria pesquera de varios países, donde también se transformó en un proteína que es utilizada para el consumo humano.
En la reunión que se llevó a cabo en la ciudad australiana de Hobart, la delegación de nuestro país, presentó la iniciativa de protección, en tanto que los países miembros de ese mecanismo multilateral acordaron incorporar la propuesta a los debates de su próximo encuentro.
Fausto López Crozet, director de Política Exterior Antártica, que participó de la reunión en Hobart, comentó que «hasta ahora hay dos áreas marinas protegidas, en las Islas Orcadas y en el Mar de Ross que se aprobaron hace varios años; después de eso surgieron otros tres proyectos en el Mar de Weddell, Antártida Oriental y al norte de la Península Antártica que es la que impulsamos junto a Chile y la que tiene mayor grado de avance».
El funcionario remarcó que «en la última reunión de CCRVMA nos dieron oportunidad de hacer una presentación a todas las partes e hicimos un repaso que incluyó 143 capas de datos científicos que conforman la documentación más completa para un proyecto de AMP; casi todos los países apoyan la idea salvo dos que no es que no estén convencidos de esta propuesta en particular, sino que tienen dudas sobre el sistema de áreas protegidas en general».
Además dejó en claro que «la creación de una AMP no implica prohibir la pesca en general, sino tener algunos sectores cerrados, otros con restricciones y otros habilitados para la industria pesquera, para que se pueda monitorear el impacto ambiental de esa actividad económica y comparar los resultados; en ese camino también estamos dialogando con países de tradición pesquera que lo que proponen es armonizar el proyecto con la pesca de krill para que esta se pueda llevar adelante en condiciones de sostenibilidad para el ecosistema». Digamos, que desde hace años, modernos buques procesadores de Krill de la flota de Noruega, se hacen presente en el mar aledaño a Islas Orcadas, Mar de Weddell y en aguas adyacentes a la península Antártica, que capturan grandes volumenes de Krill, procesados a bordo para obtener aceite omega 3 y subproductos para la industria farmaceutica, belleza y medicinal. Verdaderos laboratorios flotantes de ultima generacion.
Esta propuestas que incluye a los dos países, comenzó a gestarse en el año 2018, es el fruto de un trabajo científico profundo de investigadores e investigadoras del Instituto Antártico Argentino (IAA) y su par chileno.
En los estudios demuestran la necesidad de proteger el hábitat antártico en esta zona, considerada muy vulnerable al cambio climático y a la actividad humana como la pesca.
Al respecto, para el año próximo se realizará una sesión extraordinaria de la Comisión para avanzar en el establecimiento de un sistema representativo de áreas marinas protegidas en las aguas que rodean la Antártida.