Continúa el conflicto con los pescadores artesanales en Caleta Córdova. Como consecuencia de la situación PESCARE mantuvo un contacto directo con algunos de los protagonistas.
Desde Comodoro Rivadavia relataron que los orígenes de la pesca artesanal en la ciudad están vinculados con la llegada y el asentamiento de inmigrantes provenientes de Chile y también de la lejana Europa. Son los verdaderos históricos de la pesca, hoy cuasi discriminados.
Haciendo uso de sus conocimientos, los recién llegados desarrollaron la actividad y sentaron las bases del aprovechamiento de especies marino-costeras en la localidad. La recolección manual de moluscos bivalvos, la pesca con botes de madera a remo, la confección de redes con paños de algodón, el mercado regional de productos frescos, son sólo algunas de las narrativas que recuerdan con nostalgia y alegría los protagonistas de esta historia.
“Con el paso del tiempo la actividad fue creciendo, decreciendo, mutando, atravesando generaciones y configurando así la identidad de la pesca artesanal en esta zona. Actualmente, unas 50 familias generan ingresos a partir de la pesca, algunos se dedican a la recolección de mariscos en el intermareal, otras utilizan redes y capturan peces como pejerrey, róbalo, cornalito, y eventualmente crustáceos como langostino. También se capturan centollas utilizando nasas y pulpos con ganchos”, destacaron.
En el relato y yendo puntualmente a la actualidad, manifiestan que todo esto sucede y ha sucedido al compás de las mareas y las temporadas de pesca establecidas por el ciclo biológico de las especies que se capturan.
“Realizar tareas de pesca por estos lados, realmente es una crónica digna de un programa televisivo como ‘Pesca Mortal’, el frío y el viento curten a quienes ponen el cuerpo, pero también limitan la cantidad de días con buenas condiciones para navegar. En tiempos dónde la comunicación está al alcance de todos, la comercialización y venta son favorecidos por el uso de WhatsApp y redes sociales, así las capturas abastecen el mercado local y algunos puestos de la reconocida Feria Frutos del Mar del histórico barrio Caleta Córdova”, dicen los pescadores artesanales hoy, considerándose perjudicados.
Yendo puntualmente al aspecto legal, pusieron de relieve que “según lo establecido por la Autoridad de Aplicación de la provincia de Chubut y sancionado con carácter de ley (Artículo 1°, Ley XVII N° 86), el desarrollo y la promoción de la pesca artesanal marina es una actividad de interés provincial a los efectos de proteger, defender y fortalecer las comunidades que de ella dependen. Sin embargo, la comunidad pesquera de nuestra localidad enfrenta diversos obstáculos que nunca terminan de ser atendidos y resueltos por quienes deberían velar por lo expresado en la ley provincial.”
“El sector pesquero artesanal es sumamente heterogéneo, ya que incluye desde recolectores costeros -como marisqueros y pulperos-, hasta pescadores con embarcaciones de 10 metros de eslora con redes de arrastre de fondo. Independientemente de la complejidad de la actividad que desarrollen, del barrio de procedencia o de cualquier otra particularidad, existe un reclamo que se escucha una y otra vez entre los pescadores y tiene que ver con la dificultad para obtener los permisos de pesca y desarrollar sus tareas en un marco de legalidad. Hasta el día de la fecha, la mayoría de los pescadores realiza su actividad de manera informal, es decir que no cuentan con los correspondientes permisos otorgados por la Secretaría de Pesca de Chubut”, en concordancia que el reclamo que vienen sosteniendo desde larga data.
Para quienes viven en la ciudad, es sabido que un grupo de familias de la zona se dedican a la pesca con embarcaciones a motor de tipo semirrígido, y entre las especies que capturan se han hecho muy conocidos por la pesca de centolla, tanto que en pos de fomentar el turismo local y dar a conocer nuestra ciudad, las autoridades locales junto a medios nacionales han televisado y elogiado el trabajo de estos pescadores. Sin embargo, la ‘mala noticia’ es que la embarcación que utilizan no se encuentra habilitada para la pesca artesanal según la legislación de Chubut. Estas leyes han sido elaboradas bajo el paradigma de la pesca industrial, dejando escapar situaciones específicas de cada territorio, continuaron manifestando.
“Por otro lado, la nueva ley de pesca de la provincia tiene un enfoque centralista en el norte provincial y no contempla los reclamos de la zona sur de la provincia, a tal punto que ha generado nuevos frentes de conflicto. Por ejemplo, para la zona 4 (Entre Cabo Aristizabal y Comodoro Rivadavia), se encuentra autorizada la operatoria de buques de Rawson que vienen a pescar merluza, generando malestar, frustración e impotencia en los pescadores de Caleta Córdova, que interpretan esta situación como un nuevo destrato de la Secretaria de Pesca, ya que realizan tareas en la misma zona que estos barcos. Un capítulo aparte merecía el hecho, de que el único barco artesanal autorizado para pescar en la zona de Camarones quedo inhabilitado para operar en este sector, viéndose obligado a trabajar en la zona 4. Estas son sólo algunas de las situaciones que evidencian la carencia de políticas públicas efectivas del Gobierno de Chubut con el sector pesquero artesanal de nuestra ciudad, la falta articulación e de instrumentos de gestión”, ampliaron desde el sector que tiene como caras visibles a Lucas Salas y Cristian Díaz.
Muchos pescadores artesanales tienen un fuerte compromiso con la actividad que desarrollan, no sólo porque que de ello depende su economía, sino también porque defienden su forma de vida y de concebir el mundo. Anhelan trabajar de la mejor manera posible, prueba de ello es que se capacitan, se movilizan para subsanar sus problemas, e invierten para mejorar la forma en que desarrollan sus tareas.
El pasado viernes 13 de octubre realizaron la primera Asamblea de pescadores y recolectores artesanales de Comodoro Rivadavia, y en un contexto de escucha, cada uno puso de manifiesto su reclamo particular, pero de forma colectiva expresaron que no encuentran en el Gobierno Provincial un reconocimiento de su actividad. Este hecho sienta un precedente en Comodoro Rivadavia ya que se encontraban presentes pescadores de todos los barrios de la ciudad y si bien es cierto que “la unión hace la fuerza” sin el apoyo real de aquellos cuyo deber es velar por el desarrollo de la pesca artesanal es imposible que la actividad crezca, y se desarrolle con transparencia, concluyeron en sus dichos en contacto con esta Editorial.