La acción está enmarcada en la Mesa Técnica Provincial de Residuos Pesqueros de la provincia del Chubut, en la cual participan en una primera instancia en forma conjunta distintos ministerios, subsecretarías, entidades gubernamentales y actores del sector privado.
La limpieza se realizó en las costas del sector denominado Área Natural Protegida Península de Valdés, tareas que se llevaron a cabo luego de las de similares características en las islas Tova y Tovita, donde fueron recolectadas 15 toneladas de plásticos.
Desde la subsecretaría de Conservación y Áreas Protegidas chubutense destacaron que estos trabajos son una prueba piloto para poder definir ciertas cuestiones operativas, tal el caso de mareas, tiempos, cantidad de personas, cantidad de cajones que se puedan recolectar en períodos.
De manera paralela a la jornada de recolección, distintas autoridades llevaron adelante una reunión de la citada Mesa Técnica de manera virtual con el objetivo de coordinar la operatividad con los actores, de manera articulada para seguir adelante y que se efectivo, destacaron desde el área.
La limpieza consta de dos etapas; una realizada por personal de los Ministerios de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable y de Turismo y Áreas Protegidas, junto con la Secretaría de Pesca y la Subsecretaría de Defensa Civil y Gestión del Riesgo.
“Nuestra intención es que todo vaya al puerto de Madryn, donde hacer la estiba de los cajones, para que lo retire la Fundación Banco de Plástico, siempre en este trabajo en equipo y fundamentalmente preservando la fauna y respetando el calendario establecido” remarcaron desde la provincia.
Una vez que se pueda determinar la cantidad de bolsones acopiados, mediante una embarcación, en un operativo que será coordinado por la Armada Argentina, serán trasladados a un lugar “seguro”.
Vale destacar que se encuentra en plena vigencia la Disposición de la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera nro. 28/2022 donde se puso en vigencia la obligatoriedad de que los Buques Pesqueros cuenten con la presencia de grampines y bicheros a bordo que sirven para facilitar la recuperación de las artes de pesca y cajones que caen al mar, siempre que queden flotando en la superficie.
Su uso posibilitaría mitigar el impacto que generan los materiales sintéticos introducidos a la biodiversidad marina por la actividad pesquera.
La normativa citada establece además la obligatoriedad de declarar la cantidad de cajones plásticos existentes a bordo al inicio del viaje de pesca, y la cantidad de cajones plásticos existentes al finalizar el mismo.