La naviera francesa CMA CGM decidió discontinuar sus escalas en el puerto de Mar del Plata tras constatar una baja sostenida en los volúmenes de carga. La medida, deja a la ciudad con una sola línea marítima activa y reaviva la preocupación del sector productivo por la pérdida de conectividad logística con el mercado brasileño.
El servicio Atlas, que unía Mar del Plata con el puerto de Santos, Brasil, había comenzado a operar hace un año y medio con la promesa de consolidar un corredor estable para las exportaciones pesqueras, agroindustriales y manufacturadas del sudeste bonaerense. Sin embargo, las dificultades para completar bodegas y el descenso de la demanda llevaron a la compañía a levantar la ruta.
El último arribo correspondió al buque Artemis, que operó el pasado 28 de octubre. “Fue la última recalada de CMA CGM en el marco del servicio Atlas. La empresa deja de operar en nuestro puerto, pero ya estamos trabajando para recuperar una alternativa”, explicó Emilio Bustamante, desde su cuenta de red social X.
El empresario recordó que la terminal ha atravesado situaciones similares en el pasado y subrayó que la política del consorcio es mantener el flujo de cargas a pesar de los cambios del mercado. “Esto forma parte de nuestra historia de más de veinte años: adaptarnos, negociar y sostener el trabajo portuario”, afirmó.
En efecto, la razón primordial que motivó a la naviera francesa a recalar en el puerto local respondía a la necesidad de atender la demanda proyectada por la empresa Lamb Weston, una vez iniciadas sus operaciones industriales. En términos operativos, la propia compañía había estimado un volumen de aproximadamente quince contenedores diarios durante la etapa de producción comercial. Sin embargo, la realidad operativa, verificada desde el inicio de la operatoria hace poco más de un mes, ha evidenciado un flujo inferior, alcanzando menos de quince contenedores semanales.
Desde el propio establecimiento productor de papas preelaboradas —según pudo saber este medio— se impulsaron gestiones tendientes a coordinar, de manera transitoria, un mayor volumen de exportaciones a través del puerto local en articulación con el sector pesquero, con el propósito de incrementar la carga total y así revertir la decisión adoptada por CMA. Sin embargo, dichos esfuerzos resultaron infructuosos.
Esta marcada diferencia entre la expectativa y el volumen real de carga alteró de manera significativa la ecuación costo-beneficio que determina la rentabilidad de la unidad marítima de transporte. En consecuencia, y tras diversas gestiones orientadas a persuadir a la naviera de mantener sus escalas, la compañía resolvió suspender temporalmente su ingreso al puerto local, en atención al impacto económico derivado de la baja relación entre el costo operativo y la carga efectiva transportada.
La salida de una de las navieras más grandes del mundo impacta de lleno en la cadena logística local. Los gremios vinculados a la estiba y al movimiento de contenedores manifestaron inquietud ante la posible reducción de actividad. “Cada barco que se pierde significa menos carga y menos trabajo para la gente del puerto”, señalaron fuentes del sector.
El caso vuelve a poner sobre la mesa uno de los principales desafíos del puerto de Mar del Plata: mantener la regularidad de los servicios marítimos internacionales. Si bien la infraestructura del TC2 permite operar buques de mediano porte con estándares internacionales, la falta de volúmenes constantes limita la permanencia de las líneas globales.
Desde el ámbito empresarial se insiste en la necesidad de fortalecer la integración regional para generar cargas de retorno y mejorar la competitividad. En ese sentido, se analizan gestiones ante otras compañías navieras para reactivar la conexión con Brasil o abrir nuevas rutas hacia puertos del Atlántico Sur.
Mientras tanto, las autoridades locales y operadores privados buscan evitar un retroceso mayor en el movimiento de contenedores, un sector que había mostrado signos de recuperación en los últimos años y que resulta vital para el comercio exterior marplatense.
