Desde el mediodía del jueves se mantiene un conflicto entre quienes desempeñan tareas en los distintos remolcadores del país. El viernes por la tarde aún no llegaban a un acuerdo.
Si bien el conflicto es de carácter nacional, los tripulantes –nucleados en cuatro gremios distintos- mantienen una postura muy clara.
El reclamo es que los tripulantes “quieren que lo trabajos que se hacen ‘en caliente’ –tareas en boyas por ejemplo- tengan un ajuste en los valores de lo que perciben. Eso por un lado, por el otro están exigiendo que les firme el 46% sobre las ganancias como tienen otros trabajadores vinculados a la pesca”, le dijo a PESCARE una fuente gremial.
Por otra parte existe también un gran malestar de parte de los armadores de buques, ya que no pueden mover las embarcaciones en los distintos muelles, como así tampoco posibilitar el ingreso y egreso de barcos que necesitan ser “remolcados” de acuerdo a las necesidades y normativas vigentes.
El cese de actividades fue decretado por la Federación Sindical Marítima y Fluvial para todas las actividades relacionadas con las tareas de remolques de embarcaciones, paralizando de esa manera a todos los puertos del país.
Desde el sector gremial indicaron que la única actividad que llevarán adelante será la de remolcar a los buques petroleros en las terminales de inflamables, al tiempo que señalaron que los movimientos serán únicamente realizados por la empresa “Svitzer”, la cual estará a cargo de hacer los movimientos de ingreso y salida de los buques metaneros en los puertos bonaerenses de Escobar y Bahía Blanca.
Vale destacar que la Federación Sindical Marítima y Fluvial nuclea a distintos gremios, tal el caso del Centro de Capitanes de Ultramar y oficiales de la Marina Mercante, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales, el Centro de Jefes y Oficiales Navales de Radiocomunicaciones, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Sindicato de Electricistas Navales y el Centro de Comisarios Navales.
Ya entrada la noche del viernes, continuaban reunidas las partes en el piso 18 del Ministerio de Trabajo de la Nación en el barrio porteño de Monserrat.
Por su lado, la Cámara de Armadores de Remolcadores emitió un comunicado al respecto de la situación que mantiene prácticamente paralizadas las actividades en todos los puertos argentinos, en el cual bajo el título “Lo que no se dice sobre el Paro que afecta al Servicio de Remolcadores”, indicaron:
“En medio de la crisis general que atraviesa nuestro país, los sindicatos marítimos pretenden imponer condiciones inflexibles en reclamo de aumentos salariales muy por arriba de la inflación, que además disfrazan con conceptos ajenos a la práctica laboral de esta industria.
Los sindicatos exteriorizan sus pretensiones paralizando la actividad portuaria, que justamente es la que alimenta de divisas a nuestro país, y provee la logística para el abastecimiento de combustibles, que hoy se encuentran concretamente amenazada.
“Estos gremios han recibido aumentos por encima de la inflación en casi un 10% en la paritaria del 2021 y un 15% adicional luego de cerrada la paritaria 2022 totalizando más de 130% de aumento solo el último año. Todo esto para trabajadores que cumplen tareas menos de 6 meses al año, pasan otros seis meses de franco pago y sin prestación de servicio alguna percibiendo dichos salarios. Privilegio que no tiene ningún otro trabajador argentino, ni sus médicos, ni sus maestros, ni sus policías ni ningún otro empleado público o privado. El trabajador marítimo percibe todos los meses su salario actualizado por IPC.”
El comunicado al que tuvo acceso PESCARE también señala que:
“En este marco, este año se negocian las nuevas paritarias del periodo 2023-2024, tratando de imponer los sindicatos la continuidad del IPC mensual y automático a sus abultados salarios, con más un porcentaje caprichoso, y la cerrada negativa a negociar determinadas condiciones laborales privilegiadas que llevan el costo argentino a valores insostenibles.
Es así, que las negociaciones –que no son tal- se dan en un contexto de fuerza impuesta por los sindicatos que no aceptan dialogar, solo imponer. El Estado, que debiera cumplir su labor de administrar, mediar, conciliar posiciones, y establecer procedimientos que eviten los conflictos, como en otras épocas nuevamente se alinea con los Sindicatos y con sus sistemas de presión que tienden a la paralización de las actividades y al entorpecimiento de las vías navegables y del comercio exterior. El Estado, representado por el Ministerio de Trabajo, lejos de conciliar posiciones, endurece aún más las mismas y lleva la situación actual acompañando a las presiones sindicales, justo en el momento en que el país necesita de divisas en este crítico momento de nuestra historia.
Así paralizan nuestros puertos, quedando a merced de las acciones gremiales coercitivas, abonando al clima de caos.
La Cámara de Remolcadores está siempre dispuesta a negociar en un marco de igualdad, sin tener que soportar presiones o imposiciones irrazonables, y las decisiones de la cámara empresaria se están tomando en un marco de democracia y unanimidad, por lo que tampoco se va admitir ataques a determinadas empresas y mucho menos a personas que son legítimos representantes de nuestro sector, como vienen haciendo los gremios, amparados por las autoridades con el ataque sistemático a empresas y a sus directivos, escogiendo cada semana a que empresa exponer, atacar, parar.
El derecho al reclamo debe tener sus límites en un país que se encuentra tratando de estabilizar sus variables”.