La controversia en torno al uso y las reglas de la Hidrovía Paraguay-Paraná ha dado lugar a un nuevo episodio este fin de semana. Después de una semana en la que funcionarios del Gobierno argentino sostuvieron diversas reuniones con sus homólogos paraguayos en un esfuerzo por iniciar negociaciones y reducir la tensión bilateral, la Cámara de Comercio Estadounidense-Paraguaya (conocida localmente como Usapacc) ha emitido un comunicado instando a Washington a intervenir y, en última instancia, sugiriendo que se consideren «las medidas necesarias para proteger» los intereses de Estados Unidos.
El uso de la Hidrovía y el cobro de peaje, a generado malestar a quienes la utilizan como vínculo de salida al Océano Atlántico, siendo un canal de ingreso y egreso de materias primas y productos elaborados al mundo.
En dicho comunicado, con fecha del pasado sábado, el directorio de Usapacc adopta abiertamente la posición del Gobierno paraguayo en la disputa sobre el peaje en la parte argentina de la hidrovía. «Lamentamos profundamente la decisión del Gobierno argentino y abogamos por el uso de medios diplomáticos directos, así como cualquier vía legal y legítima que conduzca a un entendimiento basado en la fraternidad, sinceridad y honestidad. Al mismo tiempo, respaldamos las acciones emprendidas por el Gobierno de Paraguay«, expresaron.
No obstante, el punto central del texto, sin lugar a dudas, es el llamado a la intervención del Gobierno de Joe Biden: «Instamos al Departamento de Estado y al Departamento de Comercio de los Estados Unidos a evaluar cómo afecta esta imposición (el peaje) a los productos que Estados Unidos vende a Paraguay y viceversa, así como a las empresas estadounidenses establecidas en dicho país que exportan productos, y, si es necesario, a tomar las medidas apropiadas para defender estos intereses y ayudar a encontrar una solución inmediata«.
La cámara de empresas estadounidenses utiliza un lenguaje especialmente contundente, sosteniendo que existe un «daño al comercio en la región del Mercosur» y denunciando «las lamentables barreras paraarancelarias, el egoísmo y la arrogancia» que están en juego en esta disputa.
Hasta el momento, el Gobierno de Estados Unidos no ha emitido una respuesta oficial, y la atención se centra en si el presidente paraguayo, Dr. Santiago Peña, tomará alguna medida adicional para alimentar la creciente tensión regional durante su visita a Nueva York, con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. De hecho, es probable que el presidente argentino, Dr. Alberto Fernández, también participe en este evento internacional, lo que podría dar lugar a encuentros, al menos en los pasillos del imponente edificio de la ONU en Manhattan.
Recordemos, la Hidrovía instaba a se la arteria integracionista de América del Sur, y uno de los proyectos de mayor prioridad entre las instituciones relacionadas con la temática integracionista latinoamericana, la Hidrovía Paraguay-Paraná, con sus 3.440 kilómetros de extensión desde Puerto Cáceres, Brasil hasta el Puerto Nueva Palmira en Uruguay es el sistema hídrico que desde hace más de tres décadas está siendo reimpulsado por los gobiernos de Brasil, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, como países integrantes de esta alternativa de flujo comercial que, entre otras virtudes, ofrece una salida soberana hacia los puertos más importantes asentados en aguas del Atlántico, con un medio de transporte mucho más eficiente, ambientalmente amigable y de costos más competitivos.