Quienes arriesgan patrimonio en Argentina, podrían estar ingresando en un laberinto peligroso; porque las normas que pretenden alterar, desde la maraña insensata e ignorante dispuesta por el proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos Capítulo 8vo., Sección 3era., Arts., 242 a 253 no es más que la mayor expropiación con base cero, de un proyecto que apunta a ser, en este sentido, uno de las violaciones más burda a la propiedad privada llevando la inseguridad jurídica a niveles nunca vistos para la actividad.
Algo que jamás se esperaba de quien profesa la libertad, y utiliza como estereotipo al prócer Juan Bautista Alberdi, el inspirador de la Constitución Nacional y uno de los más grandes pensadores argentinos siendo modelo para la Constitución Nacional y espíritu de libertad de nada menos que países como los Estados Unidos de América, pero además, una bandera que el argentino votó y a través del mismo, decidió con vehemencia cambiar un modelo de 20 años que vacío la capacidad de pensar de la gente de bien, llevando a la sociedad a índices sociales símiles a los de África subsahariana.
De manera que la actividad y lo que representa para la sociedad, más el aporte del desconocimiento de una gran cantidad de legisladores donde muchos juegan a la política exponiendo todo un complejo entramado industrial extractivo que optó por buscar una fuerte conversión de materia prima en creencias sobre bases y principios de la Ley Federal de Pesca 24.922, para colocar en los escenarios más competitivos del mundo, productos de origen animal marino transformado en alimento con mano de obra argentina, pero por sobre todo con desarrollo argentino, evitando a infinidades de funcionarios deban atender reclamos sociales por más de 100 mil familias a lo largo de nuestro país, que viven y han desarrollado sus ingresos mensuales, en la actividad que rebalsa desde los empresarios de la pesca y la industria naval.
Conviene tender un hilo conductor, no con el objeto de encontrar una salida -¡como Teseo luego de matar al Minotauro!- sino como elemento orientador respecto de eventos que son de público conocimiento y modificatorios de la Ley basal de la pesca argentina desde el 2009 y 10 años antes también, a la fecha.
El gobierno no ha hecho pública la forma en que pretende resolver los problemas financieros y monetarios existentes, probablemente, porque son muchos, porque tiene recursos muy escasos, y porque el equilibrio de poder condiciona su voluntad. Estas restricciones nos obligan a establecer supuestos que podrían materializarse o no, pero que resultan imprescindibles para conectar los hitos que nuestro hilo pretende unir.
La historia de las finanzas públicas argentinas muestra un derrotero endémico y harto claro:
– Asunción de compromisos políticos ilimitados,
– Quebrantos fiscales crónicos para saldarlos,
– Diferimiento crediticio del pasivo acumulado,
– Suba desmedida de impuestos,
– Emisión monetaria sin respaldo, espuria,
– Eclosión macroeconómica del esquema,
– Socialización cambiaria y/o monetaria del quebranto.
Para el oficialismo, que había manifestado «cortarse los brazos en caso de aumentar impuestos«, y en el primer proyecto de Ley, tira por la borda todo lo dicho en plena campaña, DEX al 15%, sometiendo a quienes en una tercera línea han escrito libros enteros defendiendo la eliminación de cuajo de los derechos de exportación, en esta actividad y en otras mucho más disruptivas, como el campo (está escrito); en el sector pesquero es posible solo por el desconocimiento de quien empíricamente trabajó su vida con modelos teóricos, donde las variables a ajustar erróneamente las considera iguales. La pesca no se compara con sectores prebendarios de la vida productiva, industrial y exportadora del país, pero tampoco como que cada empresa sea idéntica a la otra, hay empresas y empresas, empresarios y otros empresarios. Ninguno es igual y unos pocos, ideales.
Demás está decir, que la pesca es competitiva, dinámica y pujante; se lo ve todos los días en el muelle, pero quien decide la aplicación de la modificación al régimen Federal de Pesca, seguramente solo conoce el dock del puerto de Manhattan en Nueva York, Estados Unidos de América, que tanto difiere del nuestro.
Sin juzgar los requisitos materiales, legislativos y legales de tal pretensión, conviene recordar que la principal objeción siempre estuvo basada en la relación de una mayor recaudación y de sincerar deslices del sector legislativo de la pesca (el CFP), que, en un país sano, algunos integrantes bien debiesen estar más ocupados en elaborar una estrategia ante la justicia, que pensar si el segundo lugar habitable, de los dos puestos que ocupa el PEN en el Consejo Federal Pesquero, le asienta bien o no.
Las irregularidades que impuso siendo secretario de pesca de su provincia, son parte de la cucarda turbia que el sector ostenta desde hace más de 6 años.
Ratifico dicho marco, al fracaso de todas las gestiones tendientes a clarificar la operatoria, donde la conversión de bodegas desde 40 m3 a 75 m3 y de allí a reformular y alcanzar los 170 m3 de algunos buques fresqueros que hoy pescan en aguas provinciales y nacionales, son demasiado obvios y visibles. Como también hay que destacar, el impacto biológico que representa pescar hembras impregnadas en época y zona de pesca, seguramente mucho más de 320tn que andan divulgando producto de disputas gremiales y puntuales pero que comprometen a un sector que lucha por dar certeza de claridad, transparencia y conformidad con la Ley Federal de Pesca en parte de una sociedad que no alcanza a satisfacer las necesidades básicas alimenticias.
De hecho, a Dios gracias, todos los empresarios no son iguales.
Como también haber permitido pasar a buques de 9.90 metros, de 100 a 588 cajones de capacidad, también afectando el futuro del recurso transzonal. Sin mencionar, proyecto experimental VACOPA y algunas otras irregularidades; pues si de una sala colegiada ha dependido para beneficio de unos pocos, abolir mezquinamente la ley de gravedad, probablemente la mano en alto, el voto positivo y la unanimidad, hubiesen ungido a esa aberrante decisión, pero seguramente el vil metal no justificó llevarlos a semejante torpeza, como ningún integrante tampoco hubiese saltado al vacío, pues no se puede violar, al menos, los principios de la ley universal, pero sí lo hicieron con la impecable Ley Federal de Pesca 24922.
Incluso, habría que escarbar un poco más a dónde fueron a parar las cuotas de Alpesca o las propias de merluza del proceso de liquidación de Harengus, porque a decir verdad, que 3 buques pesqueros artesanales ingresen sobrecargados es mérito de una sanción acorde y ejemplar; pero se están contando las escamas y se olvidan las miles de toneladas, parece, hasta el momento.
Máxime en momentos donde la bandera de la defensa e intermediación entre la actividad y funcionarios del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, la lleva precisamente su gobernador, aunque deja mucha tela para cortar, pues las descargas del 78% de merluza y los buques que se emplean en un 92% son de Mar del Plata.
Para el sector, que todos los días se desayuna con novedades, aún no quedó clara la negociación que hubo con el Ministro del Interior Guillermo Francos el 4 de enero pasado; no se eliminó el Capitulo 8vo., solo se acomodó el reclamo de participación de argentinos en los buques, descargas en puertos locales y una licitación nacional en cambio de internacional, algo de tan poco vuelo, como el de la perdiz, bien se sabe que la modalidad privada de joint ventures o simplemente la inyección de dólares desde el exterior a una empresa local es una alternativa, incluso impulsada por quienes ya comenzaron a mirar con buenos ojos esa posibilidad; y lo más peligroso para el sector, es la llegada de algunos personajes a círculos de poder donde hasta podrían utilizar a la pesca como moneda de cambio para otras necesidades de la actividad.
¡Exquisita maniobra!, dando posibilidad de ingresar al sector solo al mejor postor.
También hay que destacar que si no fuese por el gobernador de Chubut, la provincia de Buenos Aires siquiera tuvo participación, como los ultimos 8 años de gestión; por lo tanto, la palabra «Pesca» en los escritos de la Ley Ómnibus, puede o no estar, pero cualquier modificación, seguramente también será mérito del gobernador de Chubut, por cuanto Kicillof, está más ocupado en contar veraneantes a la costa atlántica que preservar y ocuparse del principal sector productivo industrial con aportes de U$S770M al principal puerto de su provincia.
Y la pregunta que aún nadie pudo contestar es, ¿y quienes desde hace 25 años vienen adecuando su actividad para lograr estar en primera línea, el día que se renueven las CITC, donde quedan?, ¿los expropian? O directamente ¿los roban, con expropiación base cero?.
A ver si el inicio de la turbidez de las aguas no llegan desde aquellas sureñas latitudes empañando todo un sector que necesita diferenciarse y así lo ha hecho cumpliendo la Ley Federal de Pesca. La historia está escrita, solo hace falta leerla.
La desazón y el desconcierto es tal que los límites de lo que pueda pasar aun es materia utópica, pero que ante la desesperación de perder todo, el límite del pudor en las formas quedará tan relegado que lo impredecible pueda ganar las calles y el mar, de Mar del Plata.
Nadie va aceptar que igualen un burro con un gran profesor gratuitamente, como tampoco nadie está dispuesto a perder lo que construyeron dos y casi tres generaciones de luchadores empresarios vapuleados por hordas de políticos decadentes que solo inventaron intermediaciones desde los estados municipales, provinciales y nacional para poder morder y someter a un sector que ni el BANADE, ni Celestino Rodrigo, ni Alfredo Martínez de Hoz ni Alfonsín, ni Felipe Solá, ni Carlos Saúl Menem, ni el Kirchnerismo pudieron voltear; puesto que el gen italiano, belga y español, del sector es tenaz, resistente y perseverante.
Jamás el escritorio le ganó la batalla al trabajo, ya que cuando el funcionario duerme y el sol aún descansa, el pescador lleva horas de estela en su popa.
Esta será una lucha desigual, pero no será la primera, el sector unido está por encima del administrador, como cuando el fusible goza de una sección mayor que la instalación eléctrica, por lo general se invierten las funciones y quien volatiliza es el conductor no el fusible. Está dicho.
La pesca aún no comenzó su lucha, pero ésta, en algún momento, está dispuesta a darla, siempre y como hasta ahora, con el diálogo, aunque el tenor de los últimos borradores del proyecto de Ley ingresado el viernes al escritorio del presidente de la Cámara de Diputados, Dr. Martín Menem haya hecho elevar un peldaño más arriba la discusión.
El destino de la pesca argentina quedaría ligado a un anhelado e ignoto superávit de recaudación del sector, y a una solvencia del Estado nacional que permitan pagar en tiempo y forma sus compromisos; la pesca deberá pagar la fiesta de la política que aún no tuvo recortes. ¿Para cuando la motosierra para ellos?, ¿o acaso también fue parte de una embustera campaña electoral para acceder al trono y que la famosa casta continúe como si nada hubiese pasado?; al mejor estilo del Conde de Lampedusa.
En la pesca de Mar del Plata, la tradicional e histórica que circunda los muelles locales parece haber dado tiempo en su apoyo al presidente Javier Milei, pero se advierte que por ahora todos los vicios saqueadores al sector, persisten.
El secretario Ing. Fernando Vilella algo alejado y ocupado más de la ganadería, agricultura y la agenda 2030, que de la pesca, delega en un frontal, serio y muy bien visto Pedro Vigneau, y el Subsecretario Juan Antonio López Cazorla, al frente de un sector que permanece atento a lo que pueda pasar en próximos días, que no está dispuesto a tirar por la borda lo que construyó en 25 años, y si así lo disponen funcionarios del PEN y legisladores, dará férrea batalla. Por ahora, se espera atento.
Dejo la consideración de ésta temeraria dinámica a su juicio, sugiriendo que no la desconozca…