En la mañana de este jueves, la tranquilidad del puerto de Mar del Plata se vio brutalmente interrumpida por un accidente que, de milagro, no dejó víctimas fatales. Un camión atmosférico, súbitamente fuera de control, descendió una empinada loma en la intersección de las calles Guanahani y Edison, sembrando caos y destrucción a su paso.
El siniestro, ocurrido alrededor de las 10:00 horas, desató escenas de pánico entre los trabajadores y transeúntes que presenciaron cómo el vehículo, sin frenos evidente, se precipitaba cuesta abajo con una velocidad imparable. La pendiente se convirtió en una trampa mortal, y nada pudo detener al gigantesco camión que, en su carrera desbocada, embistió sin piedad a una decena de motocicletas pertenecientes al personal de la pesquera Ártico, estacionadas en las afueras del establecimiento.
El estruendo del impacto fue devastador. El camión, cual proyectil imparable, atravesó la fachada del edificio, destruyendo completamente su frente y dejando severos daños visibles. Las motocicletas, aplastadas y esparcidas por el suelo, eran solo el reflejo de la descomunal fuerza con la que el vehículo arrasó todo a su paso. Finalmente, el camión volcó a escasos metros de la avenida Edison, poniendo fin a una secuencia de terror que pudo haber tenido consecuencias graves.
La magnitud del desastre contrasta con la ausencia de heridos, lo cual parece casi increíble dada la violencia de los acontecimientos. Testigos relatan la conmoción vivida en el momento del accidente, y cómo, entre gritos de desesperación y la nube de polvo, emergió la increíble noticia de que no hubo víctimas, afortunadamente.
Mientras tanto, las autoridades han iniciado una exhaustiva investigación para esclarecer las causas de la falla mecánica que provocó la tragedia. Equipos de bomberos y personal policial trabajaron rápidamente en el lugar, asegurando la zona y asistiendo a los damnificados por los cuantiosos daños materiales.
Las impactantes imágenes capturadas en video muestran el camión volcado, rodeado de escombros y motocicletas destruidas, un testimonio gráfico de la potencia incontrolable que desató este fatídico accidente. El puerto, sigue en estado de conmoción, a la espera de respuestas y con un profundo alivio por la suerte que evitó lo que pudo haber sido una tragedia irreparable.