El pasado viernes, la Subsecretaría de Pesca experimentó una drástica reconfiguración interna con la destitución de Alejandro Bonicatto como Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, tras una prolongada etapa de tensiones y discrepancias con el Subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla.
Este desenlace refleja las profundas diferencias entre la gestión de la política pesquera y la fiscalización de la misma de manera cruzada, sumado a serios reproches por la gestión de Bonicatto en áreas clave.
La salida de Bonicatto estuvo motivada por marcadas diferencias de criterio en la gestión, en un área clave como es la coordinación, control y fiscalización pesquera y, particularmente, en el tratamiento de infracciones al régimen vigente, como las contempladas en las Resoluciones SAGYP 171/2018 y CFP Nro. 7/2018 aplicadas y retenidas oportunamente (año 2020-2022) por el anterior Director Nacional de Coordinacion y Fiscalizacion Pesquera, el recordado Julián Suárez.
Uno de los puntos críticos fue el manejo de más de 360 sumarios administrativos pendientes por eventuales irregularidades y la falta de avances concretos en distorsiones ocasionales producto de reiteradas infracciones al régimen de pesca en los diferentes puertos de descargas; que en estos casos minó aún más la confianza en su liderazgo.
El detonante inmediato fue la decisión unilateral de Bonicatto de impulsar la jubilación anticipada de Conrado Garzoli, coordinador del área de infracciones y sanciones. Garzoli, un funcionario de larga trayectoria, resistió las presiones para instrumentalizar el área como un mecanismo de represalia o favoritismo. Según fuentes internas, Bonicatto buscaba reemplazar a Garzoli con un candidato alineado con sus principios, lo que fue interpretado como una maniobra individualista y arbitraria.
Más allá del conflicto con Garzoli, la gestión de Bonicatto últimamente acentuaba las críticas al propio Cazorla se hicieron visibles. Entre los reproches más significativos, fuentes de la propia área de coordinación y fiscalización pesquera, destacan la demora «inexplicable» en la redistribución de cuotas de captura de merluza hubbsi, generando incertidumbre en el sector y llevando a una situación crítica a quienes de ella dependen. Asimismo, desde la subsecretaría de pesca reprochaban la falta de iniciativas para implementar herramientas modernas de fiscalización, evidenciando una inacción que perjudicó la supervisión en los muelles y la actualización en tiempo real de los datos.
Con opiniones divididas y antagónicas, el vínculo entre López Cazorla y Bonicatto se deterioró al punto de convertirse en insostenible. Los constantes cortocircuitos en la toma de decisiones, sumados a los comentarios cruzados a ocultas de ambos, terminaron por agotar la paciencia de López Cazorla quien tomó esa drástica determinación después de una reunión a ultima hora del viernes en la propia sede de la subsecretaría de Pesca.
Con la destitución de Bonicatto, la Subsecretaría enfrenta otro desafío complejo en un contexto de incertidumbre marcado por la redistribución de cuotas y la necesidad de fortalecer el control pesquero pero sobre todo, de ver cómo gestionan más de 360 sumarios administrativos punibles cuando no existen pruebas fehacientes de vulneración a las reglamentaciones vigentes atribuibles por la flota fresquera marplatense en eventuales operaciones de pesca en el ciclo 2020 al 2022 dentro de la ZVPJM en ocasión de pesca objetivo de langostino.
Aunque aún no se ha designado a su reemplazante, esta decisión subraya la intención de López Cazorla de reorganizar la dirección hacia una gestión más eficiente que hasta ahora, brilla por su ausencia.
Se supo, que este fin de semana hubo importantes comunicaciones con distintos referentes del sector -inclusive de Mar del Plata- para buscar su reemplazante, mientras el sector observa expectante los pasos a seguir en una dependencia que enfrenta crecientes demandas de eficacia, transparencia y confianza en la aplicación de las propias normas dictadas por el Consejo Federal Pesquero, ante una semana que podría definir el futuro de la pesca argentina despues de las ultimas expresiones del propio Cazorla, tal lo informado la última Acta CFP Nro.23/2024.