Desde hace tiempo, y más las actuales autoridades de pesca, vienen luchando por dar el marco regulatorio de peso para evitar que la flota extranjera que pesca al borde y que a veces vulnera ese límite, tengan los punitorios correspondientes. Es decir, no les salga regalada una contravención a la Ley Federal de Pesca y una vulneración a la soberanía argentina.
Es así, que el propio Dr. Liberman, titular de la Subsecretaría de Pesca, en mayo del 2020, a pocos meses de su asunción mando un proyecto de modificación de aranceles para quienes sean declarados practicando pesca ilegal dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina. Tal es así, que fueron detectadas maniobras ilegales en algunos buques pesqueros de bandera china y portuguesa, y fueron demorados con frondosos sumarios; fue el caso del Lu Rong Yuan Yu 668, Hong Pu 16 y el arrastrero portugués, Calvao.
Desde estas mismas columnas, hemos hecho referencia que el problema de la flota que opera a 10.000 millas náuticas de sus puertos bases en el propio sudeste asiático, es sustentable debido al apoyo logístico que tanto el Reino Unido, desde Puerto Argentino, como Uruguay desde Montevideo, hacen. Incluso sin vulnerar ninguna Ley, en el caso de este segundo país, pero que razones éticas, sociales y hasta societarias, debido que nos une además de la historia, el Mercosur, es razón suficiente para plantearlo en ese ámbito y en el ámbito de Cancillería.
Sin embargo, dias atrás, y desde hace algo más de una semana, a la vista de quienes pasean por la costa de Mar del Plata, se encuentra en rada exterior y fondeado, un buque que es colector de toda la pesca de calamar illex que esa flota extranjera captura, al borde de la milla 200. ¿Es ilegal?, claro que no. No es ilegal, pero bien sabemos que una manera de condicionar a esa flota extranjera de unos 400 buques o más, es cortar los suministros de combustible y frenar la posibilidad de apoyo logístico a través de no dar puerto de consolidación de lo capturado y mucho menos insumos; sin embargo, desde Mar del Plata, y en varios viajes, no solamente se da apoyo logístico sino insumos básicos habida cuenta que al haber menos captura de calamar también por fuera de la milla 200, los buques reefer como el NOVA FLORIDA (IMO: 8813635) de bandera de conveniencia Bahamas, demoraron más de lo previsto en altamar, para completar su bodega y una forma de paliar la situación es reabastecerse y lo hace nada menos que en Mar del Plata; lugar por excelencia desde donde tenía asiento uno de los buques que alertaba sobre estas operaciones en mar abierto, como el propio ARA San Juan, incluso detectando buques gemelos con el mismo AIS mientras uno transborda, el otro con AIS off pesca.
Mientras en el continente, se dan charlas acerca de las necesidades de prevenir la pesca ilegal, de definir que es ilegal y que no, desde donde se hacen esfuerzos por frenar la posibilidad de la instalación de astilleros y puertos logísticos, aun con toda la parafernalia económica que buques chinos poseen por detrás, incluso subsidiados por el propio gobierno de ese pais asiático, a escasas 2 millas de Mar del Plata y por algo más de una semana permanece uno de los tantos reefer que alija las bodegas de numerosos poteros chinos que en forma desleal comparten el mismo recurso, y los mismos mercados mundiales con un recurso transzonal como es el calamar illex argentinus sin respetar ninguna veda ni época de reproducción y desove de las especies que capturan y mucho menos suscribiendo convenios internacionales como el C-144 de la organización Internacional del trabajo, que expresa claramente los DDHH de los trabajadores en el mar.
Además de eso, y a escasos 7km de Casa Rosada, en el último viaje que hemos realizado a la CABA, observamos desde el puente que cruza el riachuelo, algunas embarcaciones para seguir incorporando a la flota argentina de buques poteros. ya dentro de TANDANOR, son tres buques con bandera china BP Hu Shun Yu 6 7 y 8, que esperan documentación correspondiente por cambio de bandera y ser pintados en TANDANOR de colorado, de esta manera se avanza contra un recurso finito como el calamar, que hoy escasea con una de las peores zafras de los últimos 10 años no solamente en volúmenes de descargas sino en tamaño de las capturas.
Un filosofó y político ruso, del cual solo extraemos uno de sus dichos, decía “ lo importante no es lo que digo, tampoco es importante lo que hago, lo verdaderamente importante es donde conducen mis actos….”.
Si esto lo ponemos en práctica, parecen esfuerzos inútiles los que hace la ciudadanía, las autoridades de la política pesquera, la propia Prefectura Naval Argentina y la Armada Argentina, pues la limitación y regulación de la pesca del calamar illex por fuera de la milla 200 por parte de la flota extranjera, debiese limitar su accionar y hacerlo directamente proporcional a condicionar el apoyo logístico que la sostiene.
No existió en la humanidad ningún modelo político, social y económico que pudo prosperar cuando se le cortó el suministro que lo sustentó.
En la medida que encuentren facilidades en el continente, la posibilidad de coartar su operación parece una expresión de deseos que dista enormemente del destino que lleva la práctica de lo que se hace. Lamentable, porque estos actos son conducidos por la misma sociedad que exige mayor presión por parte de Prefectura y la Armada en la propia custodia de la milla 200.