Los marineros del buque tangonero BP Entrena Dos, atravesaron una situación límite en plena zona de pesca de langostino cuando la embarcación sufrió una falla en su motor principal y quedó a la deriva durante más de 24 horas.
El incidente se suscitó durante las operaciones en la subárea 8, habilitada para la captura de langostino dentro de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM). Dichas maniobras tuvieron lugar bajo un contexto meteorológico particularmente adverso, caracterizado por intensos vientos y un oleaje considerable que dificultaron sobremanera la maniobra y, especialmente, la espera de asistencia. Esta última se vio aún más entorpecida por la negativa de auxilio por parte de algunas embarcaciones, condicionando su colaboración por la operación de rescate.
Durante ese tiempo, la Prefectura Naval Argentina emitió los alertas correspondientes notificando a los buques próximos por canal 16 de VHF.
No obstante, la asistencia efectiva no se materializó sino hasta la madrugada del sábado, cuando el fresquero BP Don Cayetano se presentó en el área para emprender el remolque del buque que permanecía a la deriva. Lo hizo al modo de las antiguas prácticas marineras, honrando el principio de solidaridad que, desde siempre, ha sido norma sagrada en el mar.
Daniel, marinero del Don Cayetano, relató: “Anoche, a la 1:30 am, lo vimos a la deriva; llevaba 24 horas con problemas en el motor principal. Sin embargo, había embarcaciones importantes, y nadie lo quiso asistir”.
El testimonio da cuenta de una prolongada e inaceptable espera en alta mar, donde la asistencia tardó en llegar porque la faena pesquera se antepuso al deber elemental de socorrer. Esa actitud, más preocupada por la captura que por la seguridad, desdibuja el espíritu solidario y noble que históricamente ha definido al verdadero hombre de mar.
La maniobra de asistencia se realizó en plena zona de pesca y demandó horas de trabajo por parte de la tripulación del Don Cayetano, que remolcó al buque averiado con destino rada de Puerto Madryn a una velocidad no mayor a 4.5 nudos. Finalmente, el Entrena Dos arribó ayer domingo temprano por la mañana y actualmente se encuentra amarrado en el muelle Almirante Storni, a la espera de las reparaciones pertinentes.
Es necesario subrayar la destacable eficiencia y compromiso del cuerpo de la Prefectura Naval de Puerto Madryn, cuya jefatura y equipo de inspectores actúan con criterio y responsabilidad al autorizar desarmes e inspeccionar reparaciones sin recurrir a la retención del Certificado Nacional de Seguridad a la Navegación. Este proceder, que equilibra la rigurosidad técnica con el respeto a la producción y la seguridad, contrasta con prácticas más rígidas en otros puertos, como consecuencia de la aplicación del Sistema de Gestión de Seguridad generando una condición sine qua non, muchas veces en detrimento del desarrollo operativo del sector.