La demanda de langostino sigue firme. Aún con altos niveles de abundancia en el caladero nacional, el mercado responde con precios en alza. El dato se desprende de los valores de exportación registrados durante el primer bimestre del año.
Según el Indec, la tonelada promedio del marisco se comercializó entre enero y febrero a 6.892 dólares por tonelada. Se trata del precio más alto desde 2014, cuando la cotización tocó los 7.060 dólares; aunque con mucho menos volumen (91.151 toneladas ese año).
El incremento del precio respecto al primer bimestre de 2017 alcanza el 11,1 por ciento, abriendo un marco favorable para el comienzo de la temporada en aguas de jurisdicción nacional.
La curva ascendente del valor viene registrándose de 2016 a esta parte. Así, entre enero y febrero de 2018 se exportaron 25.223 toneladas por 173,8 millones de dólares. Esto implicó una suba en volumen del 9,6 por ciento y de ingresos, del 21,7 por ciento.
Disminución del bloque
La apuesta del nuevo plan de manejo apunta a disminuir las exportaciones de langostino en bloque, con la intención de apuntalar la calidad y sumar valor en plantas locales; es decir, que ese producto no termine reprocesado en terceros países como Guatemala o Perú.
El plazo contemplado por el Consejo Federal Pesquero es de tres años, para el cual se estableció una disminución gradual del bloque. El objetivo final es no superar el 20 por ciento de la captura total registrada en los buques fresqueros.
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Finalmente, el Consejo aprobó un plan de manejo para langostino