Hasta las puertas del astillero La Unión trasladó el Saon su inquietud por el futuro inmediato de la empresa y sus cincuenta y nueve trabajadores. En formato de asamblea y con pirotecnia de fondo, analizaron el complejo escenario que rodea sus gradas.
El encuentro se realizó en la tarde de ayer con la presencia del secretario adjunto del gremio, Juan Speroni, el delegado normalizador de la delegación local, Italo Carrizo, y un pequeño grupo de trabajadores.
La intención fue promover la continuidad laboral cuando se especula sobre un posible traspaso de la firma, cuya cara visible es Martín Vinar. Speroni lo confirmó: “Vinar me dijo que se quiere ir del astillero; pero no está claro quiénes van a hacer los nuevos accionistas”, expuso.
Casi sin pausa, el dirigente lanzó un reclamo apoyado por las bases: “Pedimos que se sienten a negociar con nosotros un plan de trabajo y salarios (…) No vamos a regalar el astillero a un fraude o dejar en la calle a los compañeros”.
El rumbo del conflicto se marcará en los próximos días, cuando sea momento de abonar la quincena (hasta aquí no se registran deudas salariales). “Si llegado ese momento no está la plata, le pediremos a los compañeros que declaren en paro”, adelantó Speroni.
Por su parte, Carrizo se encargó de repasar la lista de adhesiones que recibió el plan de protesta trazado por la entidad. Desde obreros de Río Santiago hasta Astillero Corrientes. “Esto es para que vean que no estamos sólos. A partir de ahora iniciamos una lucha”, dijo.
En el terreno de la formalidad, el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires ya fue notificado. Las autoridades del Saon esperan ahora que desde la cartera se convoque a los responsables de La Unión.
La tirantez, en tanto, es visible: “Acá hay una decisión para menoscabar a nuestra organización y aislar a los compañeros; pero vamos a venir las veces que sean necesarias”, alertó Speroni tras relatar que el pasado miércoles no se les permitió el ingreso al astillero.
Fue por la incertidumbre que rodea el posible traspaso de la empresa. El pago, o no, de la quincena marcará el rumbo del conflicto. Interviene el Ministerio de Trabajo bonaerense.
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