El sector pesquero argentino atraviesa una profunda crisis operativa y financiera, según un informe de la consultora Invecq que prestó servicios para un sector de la pesca marplatense. «La combinación de ingresos deprimidos y costos en aumento ha llevado a una rentabilidad negativa, afectando especialmente a los barcos fresqueros que operan sobre la merluza hubbsi y el variado costero.
El informe parcializado, segmentado, destaca dos causas principales. -de las que venimos anticipando en nuestra editorial desde mediados de marzo del año pasado-, que han llevado a la actual situación:
- Caída de ingresos:
- Bajos precios internacionales del pescado, especialmente en el mercado brasileño.
- Atraso cambiario, que impide mejorar la competitividad de las exportaciones.
- Derechos de exportación (DEX) que reducen aún más los ingresos del sector.
- Aumento de costos:
- Encarecimiento del combustible, mantenimiento de buques y redes.
- Elevado costo laboral, con un crecimiento del 90% en dólares desde 2018.
- Regulaciones y aranceles excesivos que afectan la competitividad.
La situación es crítica para los barcos fresqueros, que en noviembre de 2024 registraron pérdidas del 21% por marea, en comparación con una rentabilidad positiva del 20% en el segundo semestre de 2018. Un barco típico que produce 3.000 cajones de merluza en Mar del Plata generó ingresos por $73,5 millones, mientras que sus costos alcanzaron los $89,2 millones, resultando en una pérdida de $15 millones por marea.
Para revertir la crisis, el informe sugiere una serie de medidas clave, y de dificil implementación:
- Eliminación de los derechos de exportación (DEX), en línea con lo anunciado para otras economías regionales.
- Reducción de aranceles a la importación de insumos esenciales como redes y repuestos de motores.
- Revisión del sistema laboral, reemplazando las «tablitas» salariales por Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) y eliminando pagos por «faltantes» de tripulantes.
- Modificación de regulaciones obsoletas que encarecen la operatoria sin aportar mejoras a la seguridad o eficiencia del sector.
El informe concluye que sin cambios estructurales urgentes, la rentabilidad del sector pesquero seguirá en caída libre. Si se implementaran las medidas sugeridas, la rentabilidad podría mejorar hasta un 20%, permitiendo la recuperación de una industria clave para la economía y el empleo en varias regiones del país.