Uno de los sindicatos nucleados en la actividad pesquera se declaró en estado y de alerta y movilización. La determinación es ante una posible reforma que modifique el impuesto a las ganancias.
Todo parece retrotraerse a exactamente un año. En abril de 2023 los gremios portuarios y navales, pero puntualmente a aquellos que se desempeñan en el sector de máquinas de los buques, aunque la potencial medida fue revertida y los sindicatos “festejaron” lo que constituyó un triunfo para los trabajadores.
El malestar en las entidades gremiales fue tal que la posibilidad de un paro general estaba latente día a día. Hoy, justamente un año después, tal como un expediente judicial, parece todo volver a “fojas cero”.
El sindicato de los Conductores Navales de nuestro país, ya se declaró en “estado de alerta y movilización”, como una respuesta anticipada al proyecto de Ley que el Gobierno argentino pretende sobre una reforma fiscal, donde está incluido el tan mencionado “Impuesto a las Ganancias”.
Sostienen que es una amenaza inminente para confiscar una importante parte de los salarios de los trabajadores en general y en particular de los que se desempeñan en el ámbito marítimo en particular, según argumentan.
En un comunicado emitido por el SICONARA manifestaron que “cuando creíamos haber limitado en impacto que significa el mal llamado Impuesto a las Ganancias mediante los acuerdos firmados en los distintos sectores de la actividad marítima reaparece el fantasma de la confiscación del salario de los trabajadores de la mano de un nuevo proyecto de reforma fiscal que el Poder ejecutivo Nacional presentó en el Congreso”.
El motivo de las expresiones no es otro que el avance del Poder Ejecutivo Nacional luego de que fueran rechazados varios puntos del capítulo fiscal de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, pero ahora con la posibilidad cierta de que se vuelvan a tratar varios de los puntos de manera particular, todo parece haber empezado de nuevo.
Asimismo expresaron desde el gremio que “el malestar también abarca la inclusión en la ley de que “no será aplicable ningún tipo de exención que se establezca por ley, lo cual haría caer acuerdos vigentes en la actividad marítima que prevén exenciones a los haberes devengados en las horas extraordinarias en la navegación, como la Deducción Especial Personal Embarcado”.
“Manifestamos nuestro más enérgico rechazo al aludido proyecto y que lucharemos por todos los medios para que los agujeros del presupuesto estatal no se solventen con los salarios de los que realmente le ponen el hombro al país, ya que los trabajadores no tenemos la culpa de que al Estado no le alcance la plata, en todo caso la tienen todos los que lo ha venido administrando hasta el presente”, afirman.
Desde la decepción de aquel “triunfo” a estos días que comenzarán a transitarse, donde todo parece ser “una bomba de tiempo”, los conductores navales realzan el concepto: “estuvimos durante más de 20 años peleando contra el impuesto al trabajo, se logró después de toda esa lucha que se tenga en cuenta la particularidad de nuestra actividad en los distintos sectores para que de un plumazo quieran borrarnos una exención tan importante para los trabajadores marítimos”.
“No vamos a dejar que la variable de ajuste sea el salario de los trabajadores. El salario no es ganancia, nosotros no somos la casta y no vamos a permitir bajo ningún punto de vista que al trabajador se le vuelva a tocar el tema de ganancias”, manifestó uno de los referentes gremiales de los conductores navales.
Ahora buscan mantener reuniones tanto como diputados nacionales como senadores para manifestarles su posición, dado que considera que si se incorpora el mencionado impuesto, sería un total acto de injustica. “Esto deriva del proyecto de ley del Ejecutivo, tal como lo hicimos con el proyecto de ley que pretendía rematar internacionalmente las cuotas de pesca”.