El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), a través de su secretario general Raúl Omar Durdos y su secretario de Pesca Ángel Juan Navarro, manifestó su enérgico respaldo al reclamo de los afiliados ante la falta de intervención de las autoridades provinciales y nacionales para garantizar el inicio de la temporada de pesca nacional. La protesta, respaldada por todas las secretarías y delegaciones del país, surge en un contexto de creciente tensión en el sector.
Desde el sindicato denuncian que empresarios del sector pesquero están llevando adelante un lock-out patronal mediante amenazas y extorsiones a plantas pesqueras en la ciudad de Puerto Madryn. Según lo expresado, algunos armadores que se habían inscripto para participar en la prospección pesquera debieron desistir de salir a navegar tras recibir presiones por parte de otros actores empresariales, quienes advirtieron a las plantas que no compren el marisco proveniente de esos buques. La realidad es que solo dos buques pesqueros fueron inscriptos para el sorteo.
“La Secretaría de Pesca de la Nación convocó a una prospección que quedó desierta por la presión empresarial”, advirtieron desde el SOMU, sin reconocer que la ecuación económica es deficitaria. A su vez, señalaron que los mismos empresarios que hoy alegan una crisis en el sector fueron quienes el año pasado exportaron productos pesqueros a valores que superaron los 6.000 dólares por tonelada, sin presentar balances que respalden la actual situación que denuncian.
El conflicto escaló con una reciente presentación de un grupo empresarial ante el Ministerio de Capital Humano, donde se solicitó formalmente una reducción del 30% de los salarios del personal embarcado, lo que generó una fuerte reacción en el ámbito gremial.
“Todo lo que suceda será pura y exclusivamente por la irresponsabilidad empresarial del sector pesquero”, afirmaron desde el sindicato, responsabilizando tanto a los armadores como a las autoridades por la falta de respuestas concretas. “Los marineros pescadores no resisten más decidía ni complicidad de quienes deben administrar un recurso que pertenece a todos los argentinos”.
El SOMU advirtió que se encuentra en estado de alerta y movilización, y que en las próximas horas se coordinarán acciones junto a los secretarios y delegados sindicales de todo el país. Además, se remarcó que » el lock-out patronal no solo afecta al personal embarcado representado por SOMU, Centro de patrones y SICONARA, sino también a miles de trabajadores en las plantas pesqueras, que hoy se ven impedidos de cumplir sus tareas debido a amenazas empresariales «.
Por último, desde el gremio recalcaron que los permisos pesqueros están condicionados a la extracción que genera empleo y divisas: “Los empresarios deberán hacerse responsables de sus actos”.
El clima comienza a tensarse peligrosamente, y cada gesto parece más orientado a avivar el conflicto que a calmarlo. En un momento en que se impone la necesidad urgente de bajar los decibeles, resulta imprescindible priorizar el diálogo como vía para alcanzar la tan anhelada paz social. Solo así será posible transitar el complejo camino hacia una negociación genuina, que permita encontrar un punto de equilibrio entre las partes.
El actual escenario, dominado por la violencia verbal y la confrontación, lejos de aportar soluciones, profundiza divisiones en un conflicto que va más allá de empresas y trabajadores. Por eso, hoy más que nunca, se requiere responsabilidad, templanza y voluntad de entendimiento para construir un marco de consenso que beneficie a todos. Por el momento las condiciones no están dadas para lograr un equilibrio entre partes, por ahora; aunque se debe destacar, que el maltrato y el desprecio, tarde o temprano quedan en la palestra.