El Índice de Producción Industrial mostró un crecimiento interanual del 9,3% en junio de 2025, impulsada por diversos sectores. Mientras el panorama es diametralmente opuesto en la pesca, donde el Índice de Producción Industrial Pesquero junio 2025 (IPI pesquero) registró una caída dramática del 74,1% en ese mes respecto a junio de 2024, según datos oficiales del INDEC.
Este desplome marca la peor performance dentro de la industria manufacturera, con un impacto negativo acumulado del 19,4% en el primer semestre del año. La principal causa fue el conflicto gremial que paralizó la actividad pesquera, especialmente la del langostino en el segmento congelado a bordo, que representa el grueso de los crustáceos y cuyo índice de producción cayó un 99% en el mes.
Los números desglosan la crisis con crudeza:
- El grupo “Crustáceos” mostró una caída del 99,0% en junio y acumuló una baja del 62,4% en el semestre, siendo responsable del 83,9% de la caída general del IPI pesquero.
- En contraste, el sector de “Moluscos” fue el único con crecimiento gracias a la buena temporada que se hizo de calamar, con un aumento interanual de 275,7% en junio y 30,7% en el semestre, aunque no logra compensar la crisis general.

- El grupo “Peces” también registró retrocesos, con una caída del 22,9% en junio y del 7,6% en el acumulado.

El análisis por tipo de buques refleja la gravedad del escenario: los fresqueros redujeron sus desembarques un 55,6% en junio, aunque mostraron una leve recuperación del 4% en el acumulado. En cambio, los buques congeladores, con la actividad paralizada por el conflicto gremial, sufrieron una caída del 77,6%.
El INDEC advierte que los datos de este período se ven afectados por la irregularidad y estacionalidad propia del sector, y por el impacto directo del conflicto laboral que condicionó la producción. La serie desestacionalizada muestra además una caída del 12,5% respecto al mes anterior, acentuando la tendencia negativa.
En resumen, mientras la industria nacional en general avanza con buen ritmo, la pesca atraviesa un período crítico que impacta no solo en sus números, sino en la economía regional y el empleo ligado a la actividad marítima, ya que detrás de estos alarmantes resultados, el impacto es a la sociedad que sostiene sus ingresos producto de la actividad pesquera primaria extractiva y procesadora manufacturera.