En la noche del miércoles, personal de la Prefectura Naval Argentina asistió en una compleja operación de rescate luego de que un barco potero quedara encallado durante un intento de remolque al ingreso de Puerto Deseado, en Santa Cruz.
El incidente se produjo cuando el buque pesquero Xin Shi Ji 30, que regresaba de una jornada de pesca, sufrió una falla en su timón y emitió un pedido de auxilio vía radial. En respuesta, el remolcador Svitzer Grand Bahama acudió en su asistencia y comenzó las maniobras de arrastre. Sin embargo, en el transcurso de la operación, una maniobra fallida provocó que el potero quedara varado fuera de canal.
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Prefectura Naval Argentina monitoreaba la situación desde la costa, lista para intervenir en caso de ser necesario. Finalmente, tras varios intentos, el Svitzer Grand Bahama, con apoyo del Svitzer Endeavour, logró girar la embarcación y redirigirla hacia el canal de navegación. Posteriormente, la nave fue trasladada hasta el sitio 6 B, donde, con la colaboración del personal portuario, se ubicó en andana junto a otro potero.
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Remolcadores Svitzer Endeavour y Svitzer Grand Bahama
Ante la imposibilidad de liberar la embarcación de inmediato y en espera de la pleamar, el capitán del Xin Shi Ji 30 ordenó la evacuación de los 30 tripulantes alrededor de las 23:00 horas. Veintiséis de ellos fueron trasladados al Grand Bahamas y, posteriormente, en embarcaciones menores, al muelle de Coserena.
En tanto, otros tres marineros, que habían abordado una balsa salvavidas, fueron arrastrados por la corriente hacia la margen sur. Afortunadamente, el operador turístico Javier Fernández logró rescatarlos sanos y salvos.
Debido a la imposibilidad de la empresa armadora de garantizar alojamiento en la localidad, los marineros fueron alojados provisoriamente en un gimnasio municipal.
La situación, que generó momentos de tensión, concluyó sin víctimas ni heridos de gravedad, gracias al esfuerzo conjunto del personal de Prefectura, la tripulación de los remolcadores y la pericia de la tripulación entrenada para estos desafortunados eventos.
Ahora, recuperado, a flote y en muelle, deberá enfrentar un largo procedimiento sumarial de la Autoridad Marítima y peor aún, nada menos que el procedimiento del sistema de gestión de seguridad (SGS), nada fácil ni sencillo…