Transcurridos cas i un año desde la implementación de medidas económico políticas que tienen como propósito central fomentar la iniciativa privada y el desarrollo industrial y comercial bajo un marco jurídico que salvaguarde las libertades fundamentales de los habitantes de la Nación y limite la intervención estatal al mínimo necesario para proteger los derechos constitucionales. A través de delegaciones específicas al Poder Ejecutivo en áreas como economía, finanzas, seguridad y salud, busca responder a situaciones de emergencia pública, mientras que el resto de sus disposiciones son permanentes.
Los principios fundamentales del modelo:
Libertad individual: Los ciudadanos tienen derecho a ejercer sus libertades sin interferencias indebidas del Estado.
Protección de la propiedad y seguridad: El Estado garantiza un entorno seguro y propicio para la inversión y el emprendimiento, respetando la propiedad privada y asegurando el libre tránsito.
Libertad de mercado: Se impulsa la autorregulación de la oferta y la demanda mediante la desregulación, simplificación normativa y promoción del comercio interno y externo.
Bienestar social y económico: El Gobierno Nacional coordinará recursos para garantizar derechos económicos, sociales y culturales, asegurando equilibrio entre los derechos individuales y el bien común.
Rol del Estado: Se redefine la función estatal para enfocarse en sectores esenciales, actuando de manera eficiente y respetando las libertades individuales y empresariales.
Administración pública eficiente: Se promueve una gestión administrativa y estatal transparente, profesional y eficiente, incluyendo a empresas públicas bajo los mismos principios de buen gobierno.
Marco legislativo justo: Las normas deben ser proporcionales, necesarias y transparentes, evitando restricciones de derechos y garantizando su evaluación periódica.
Fomento del empleo privado: Se prioriza la creación de empleo productivo en el sector privado, la inclusión laboral y la protección de trabajadores desempleados, promoviendo la regularización de relaciones laborales.
En esencia, busca equilibrar la libertad individual y la eficiencia estatal con el objetivo de construir una sociedad donde la iniciativa privada y los derechos ciudadanos florezcan, limitando la acción estatal a lo indispensable y bajo principios de justicia, eficiencia y bien común.
¿Está Argentina preparada para enfrentar un cambio hacia la eficientización de su matriz productiva?
El proyecto de ley descrito plantea una transformación estructural y ambiciosa del modelo argentino que alejó la mayor etapa de actividad y desarrollo productivo eficiente e innovador que tuvo el mundo; sin embargo, estas ideas suscitan serias dudas sobre la preparación intelectual de la sociedad para asimilar tales cambios y sobre la capacidad del modelo productivo pesquero e industrial naval argentino para resistir una transición de esta magnitud.
Preparación intelectual de la sociedad: un desafío cultural y educativo
La implementación de este tipo de reformas exige un nivel elevado de comprensión social y de adaptación cultural. Aquí surgen varias inquietudes:
Educación y cultura económica: En términos generales, la sociedad argentina no ha desarrollado una cultura económica profundamente arraigada en la lógica de mercado. Durante décadas, las políticas públicas y los discursos políticos han girado en torno a un Estado paternalista que protege, subsidia y regula extensamente. Este paradigma ha modelado expectativas sociales que podrían ser resistentes a una transición hacia la autorregulación del mercado y la reducción de la intervención estatal.
Desconfianza en las instituciones: La histórica ineficacia estatal, sumada a ciclos recurrentes de corrupción, inflación y crisis económicas, ha generado una profunda desconfianza hacia las instituciones. Esta percepción podría dificultar que la sociedad confíe en que un marco de mayor libertad económica y reducción estatal conducirá efectivamente al bienestar colectivo.
Capacitación técnica y profesional: Una reforma que promueva la eficientización productiva requiere de una fuerza laboral capacitada para responder a las demandas de un mercado global competitivo. Sin embargo, el sistema educativo argentino, en particular el técnico y profesional, presenta serias carencias que limitan la capacidad de los ciudadanos para adaptarse a nuevas exigencias productivas.
El modelo productivo argentino: un entramado frágil y desactualizado
La matriz productiva argentina enfrenta retos estructurales que podrían limitar la viabilidad de este modelo de eficientización:
Retraso tecnológico: El modelo productivo argentino está rezagado en términos de incorporación tecnológica. Sectores clave, como la industria manufacturera, la agroindustria y la energía, carecen de innovación sostenida, maquinaria de última generación y acceso a tecnologías de punta. Este retraso coloca al país en una desventaja significativa frente a competidores internacionales.
Alta dependencia de sectores primarios: La economía argentina sigue dependiendo en gran medida de la producción primaria, especialmente agrícola. Aunque el sector agroindustrial es competitivo a nivel global, su excesiva preponderancia no garantiza un desarrollo equilibrado ni una diversificación económica que permita resistir embates externos o shocks de mercado.
Baja productividad laboral: La baja productividad en comparación con otros países de la región y del mundo es un problema central. Este fenómeno responde tanto a factores estructurales (tecnología y capital) como a cuestiones culturales y organizativas, lo que sugiere que la transición hacia un modelo más eficiente no será sencilla ni inmediata.
Sobrecarga impositiva y regulatoria: El sector privado opera bajo un esquema fiscal asfixiante y un entramado normativo complejo que desincentiva la inversión y la competitividad. Si bien la desregulación podría aliviar esta carga, el corto plazo podría generar tensiones económicas y sociales difíciles de gestionar.
Impactos y resistencias sociales: la intersección entre teoría y práctica
El paso hacia un modelo de desregulación y eficientización podría tener implicancias sociales significativas:
Riesgos de exclusión: La transición podría generar mayor exclusión en el corto plazo, especialmente para aquellos sectores menos capacitados para competir en una economía liberalizada. Las disparidades regionales, ya marcadas, podrían profundizarse, generando tensiones sociales y políticas.
Conflictos con actores económicos: Sindicatos, cooperativas y pequeños productores podrían resistir activamente cambios que perciban como una amenaza a sus intereses. La resistencia no sería sólo ideológica, sino también una reacción a la incertidumbre económica que estos cambios generan.
Impacto ambiental: La desregulación podría priorizar la eficiencia económica por encima de las preocupaciones ambientales, generando tensiones con movimientos sociales y sectores que abogan por un desarrollo sustentable.
¿Es viable esta transformación en el corto y mediano plazo?
La implementación de este modelo enfrenta un dilema fundamental: ¿cómo equilibrar los objetivos de modernización económica con la necesidad de asegurar cohesión social y evitar conflictos?
Reformas graduales: Un enfoque de transición paulatina, acompañado de políticas educativas y de formación, sería más viable que una reforma súbita y disruptiva.
Participación ciudadana: Para reducir la resistencia, es clave involucrar a la sociedad en el diseño e implementación de estas políticas, generando confianza a través de transparencia y diálogo.
Inversión estratégica: La transformación de la matriz productiva requerirá inversiones significativas en tecnología, infraestructura y educación, para lo cual será indispensable coordinar esfuerzos públicos y privados.
Conclusión
Aunque el proyecto fomentado propone un modelo ideal basado en principios de libertad y eficiencia, su implementación enfrenta enormes desafíos en el contexto argentino. La preparación intelectual de la sociedad es insuficiente en este corto plazo (1 año casi), para asimilar plenamente estos cambios, y el modelo productivo, relegado por décadas, no está en condiciones de resistir embates abruptos hacia su eficientización. Para que esta transformación sea exitosa, será indispensable abordar las profundas brechas culturales, educativas y estructurales que condicionan la capacidad del país para avanzar hacia una economía más dinámica, diversificada y competitiva, en ese aspecto, transita la pesca, pero con un grave agravante, los mercados mundiales con sus precios y las actualizaciones de costos internos con un tipo de cambio poco competitivo no dan chance financiera a soportar esos cambios. …El resto, solo situaciones temporales donde varios quedarán en el intento porque una vez mas se cumplira la premisa de Charles Darwin que decía » No es la más fuerte de las especies de las que sobrevive, tampoco la mas inteligente, sino aquella que rápidamente se adapte al cambio...», el mismo llego, y por el momento para quedarse.
Y, como siempre, se expone la opinión al criterio del lector, anticipando que no son 4 los puntos cardinales como tampoco 7 los colores del arco iris, dejando las consideraciones de ésta temeraria dinámica a su juicio, y sugiriendo que no la desconozca…
Buen domingo para todos..!
Por DMC