Lo habíamos anticipado, el BGP Prospector junto al Geo Service I, quienes han iniciado las tareas de relevamiento del subfondo marino en áreas linderas a CAN-100, junto al remolcador pesado Candela S, que zarpó a la zona y acompaña el movimiento milimétrico que realizan en un derrotero casi “olímpico” por su figura, los barcos en cuestión.
No hay actividad pesquera cerca de la zona de operaciones fijada, el buque que pescó más cerca del área quedó a 80 millas náuticas (150km), fue el BP Insólito, que justamente ingresa hoy a puerto sin novedades con capturas sobre la barranca, al Oeste del lugar, y haciendo compatible las dos actividades; más tarde no se detecta actividad en el AIS.
Llama a la atención, que el buque de Greenpeace, Witness, que recalaba por aguas al sur de Piriápolis, Uruguay, se sitúe ya dentro de la zona CAN-100 con proa cercana a las tareas que realizan los buques que relevan la eventual zona petrolera-gasífera que podría ubicar a Argentina entre los grandes países productores de petróleo.
Párrafo aparte, y típico de lo que ocurre en otras actividades; Argentina es un país que mientras algunos pocos trabajan, invierten, y miran el futuro; hay centenares de miles que ven como pueden hacerles compleja esa tarea, al menos hasta que o sean parte de la misma o reciban alguna atención que les sopese la posibilidad de mirar a otro lado.
Así es como, la actividad petrolera offshore, que en el mundo crece exponencialmente; en nuestro país, y en aguas lejanas a los 350 km. de la costa, grupos ambientalistas impulsados por los mismos que sostienen una agenda 2030 incongruente entre lo que hacen y lo que dicen, pero mucho peor hacia donde desean conducir el futuro de la sociedad, pues entre algunas inconsistencias encontramos un informe de casi 40 páginas, en las que se destacan:
- Garantizar el acceso al agua potable pero instalan la idea de restaurar los ríos a su origen.
- Proteger la dignidad humana pero promueven la planificación y el aborto para los pobres.
- Poner fin a la trata de personas pero financian la inmigración internacional ilegal.
- Eliminar la pobreza pero apoyan subir los impuestos.
- Defender las libertades individuales pero crean una alianza mundial para acceder a los datos de carácter personal y privado de las personas.
Se dicen defender los pilares del futuro del mundo pero en los informes no hay una sola medida que defienda los intereses del ciudadano común, termina siendo la agenda de los mega millonarios y las elites.
Ambientalistas y proteccionistas, seguirán defendiendo esta agenda 2030, y desde esta editorial seguiremos señalando como los responsables de quienes desean volver a sociedades medievales, mientras las elites sigan creciendo y acumulando de forma muy encubierta y solapadas detrás de la protección de la fauna y flora marina, como si el hombre no fuera parte de la cadena trófica haciendo de las distancias entre capas sociales algo realmente irreversible.
Así es como el buque a vela, Witness, intenta seguir de cerca el movimiento de quienes invierten miles de millones de dólares por trabajar y dar trabajo, por buscar la matriz energética de un país que todo lo necesita y que de ordenarse, puede ser una futura potencia. Argentina, como toda sociedad de frente al crecimiento y desarrollo necesita energía, la misma que quienes desde hace tiempo intentan frenar con medidas tan absurdas como interesadas.