Mientras en el continente, se discute acerca del impacto que pueda tener la explotación offshore, nada inmuta los trabajos que se hacen en la plataforma argentina. Las tareas de prospección sísmica comenzaron en el mar hace más de 45 años y lo hacen actualmente, con menos prensa, pero resulta que los embates hacia la actividad y la parafernalia de ambientalistas, y pseudo defensores del medio ambiente comenzaron a intervenir hace unos pocos años, lo que demuestra que el interés no es por la defensa del medio ambiente ni su impacto con la flora y fauna marina, sino en ser parte de un negocio que es multimillonario en dólares y no quedarse afuera.
De esta manera han pululado y proliferado cantidad de estudios escudados detrás de la defensa del medio ambiente y la salud, que lucran con la necesidad de una sociedad que es bombardeada por lo verde y lo azul al punto de condicionar la actividad productiva de quienes desde el inicio de la era moderna intervienen con actividades extractivas como la petrolera, gasífera, minera e incluso pesquera. Solamente un vil negocio parasitario detrás de actividades que generan miles de puestos de empleo, trabajo y desarrollo, pero por sobre todo de acceso a la preciada energía necesaria para la sociedad posmoderna, su crecimiento y desarrollo.
Desde hace algo más de 4 meses partió del puerto de Las Palmas, España el gigante buque de tendido de caños Castorone (IMO 9444194) con bandera de conveniencia Bahamas. El mismo, es uno de los buques de mayor tecnología a bordo de posicionamiento dinámico y tendido de caños para el transporte de gas y/o petróleo. Es el buque de mayor desplazamiento del mundo para el transporte y tendido submarino de tuberías (PLV) para la industria offshore, se encuentra terminando el tendido entre la plataforma Vega Pléyade y el nuevo pozo Fénix, en aguas afuera de Tierra del Fuego, siendo líder indiscutible en esta zona del Atlántico Sur.
Fue construido en China y equipado en el astillero Keppel, subsidiaria de Keppel Offshore & Marine, entró en servicio en enero de 2013. Propiedad de la compañía italiana ENI/Saipem (Ente Nazionali di Idrocarburi y el gigante Saipem), es un buque de 100.000 toneladas de desplazamiento en un casco de 325 m de eslora total pero extensible con una sobreplataforma desplazable a 80 m más y 39 m de manga. Está propulsado por ocho motores de 8.400 kW cada uno, mantiene una velocidad de 14 nudos y dispone de alojamiento para 702 personas.
Navalimpianti Tecnimpianti Group ha diseñado y montado el sistema de manipulación y almacenamiento de tuberías del buque. La asistencia de ingeniería para completar el diseño ha sido proporcionada por Navalprogetti, una firma de ingeniería naval. Las pruebas de resistencia y propulsión del buque se realizaron en el Instituto de Investigación de Construcción Naval Krylov (KSRI) de San Petersburgo (Rusia).
Estuvo operando por más de 60 dias a 43 millas náuticas al NNE de Rio Grande, Tierra del Fuego, en un tendido de caños por el fondo marino de algo más de 19 millas náuticas. Es evidente, los ambientalistas, no han visto a este gigante, por cuanto no hubo información al respecto como tampoco ninguna demanda legal presentada en la justicia para impedir su operatoria. El buque ya finalizó las tareas y va rumbo a Montevideo dentro del mar argentino a la altura de Puerto Deseado. Fue abastecido por varios supply entre el Normand Commander y el Skandi Patagonia, que operan la zona desde hace mucho tiempo al servicio de Total, y hasta de un buque transporte de tubos, operación que demandó más de una semana en el transbordo.
El pozo Fénix, cuya EsIA fue presentada en marzo de este año, ultíma detalles para la finalización de la plataforma que se construye en el astillero Rosetti Marino, Rávena, Italia. El traslado de la plataforma hasta Argentina y su posterior instalación estará a cargo de la empresa Heerema en el buque de transporte de plataformas Aegir, que por estos dias se encuentra haciendo trabajos en Singapur.
Hacia fines de este año se iniciarán las primeras tareas para la perforación de los tres pozos horizontales, que entrarán en producción a finales de 2024. El proyecto Fénix, a través de sus tres pozos, aportará una producción de 10 millones de metros cúbicos de gas natural por día, lo cual significa un aumento sustancial en la red intercomunicada de gas para la República Argentina.
Mientras tanto, en la zona CAN-100, se aprestan las operaciones para dar inicio a la aventura del pozo Argerich-I, por cuanto el buque de prospección sísmica y trabajos en grandes profundidades, BGP Prospector, ya zarpó el viernes pasado desde el puerto TEMA, Ghana, África central donde tiene previsto recalar por el puerto de Montevideo, Uruguay, para el 30 de Septiembre próximo, para reabastecerse de insumos, víveres y combustible, después de la larga travesía de cruzar el Atlántico central, para próximamente realizar operaciones en la zona CAN-100 aledaña al pozo Argerich-I. No llega con ondas acústicas tal lo mencionado por grupos ambientalistas desean instalar en medios para desinformar y confundir a la opinión pública, sino con unos equipos de perforación para el mismo Proyecto Pozo Argerich-I que se pondrá en marcha a partir del próximo mes de Octubre tal lo planificado.