Por peso político y por representar a una de las provincias con mayor volumen de exportaciones de Argentina en materia pesquera, además de haber llevado adelante una firme postura en defensa del sector todo, en momentos donde los embates de la Ley de Bases y el DNU Nro. 70/2023 azotaban al sector, es que el actual gobernador de Chubut, Lic. Ignacio Torres fue el eje central de la mañana de ayer en el Foro PescAR 2025. Prometió acompañar al sector, pero exige compromiso adulto, para encontrar un justo y maduro equilibrio entre gremios y empresarios, para dar curso en el marco del Estado provincial y nacional.
Minutos pasadas las 10 horas, el gobernador hizo su presentación sin antes expresar » el más sincero agradecimiento por la invitación, felicitando a quienes hicieron posible la realización de este evento «, llevando la mirada al ideólogo del mismo, empresario y CPN Raúl Cereseto.
Destacó que » este encuentro representaba una deuda pendiente para la provincia, dado el rol fundamental que desempeña en el sector «.
Señaló que era necesario un espacio que reuniera a todos los actores involucrados y » permitiera dejar atrás falsas dicotomías o enfrentamientos estériles «, haciendo referencia a Mar del Plata y Rawson, eventuales competidores dentro de la misma matriz de negocios y en las mismas pesquerías.
En este contexto, subrayó la importancia de la unidad para defender el sector, ya que todos comparten el mismo compromiso y vocación.
Recientemente, el gobernador escuchó sobre los obstáculos estructurales que dificultan el desarrollo del sector. En su análisis, consideró que el desafío primordial es encontrar mecanismos para agregar valor a los recursos y generar empleo de calidad. En este sentido, indicó que existen múltiples factores que deben ser abordados, tales como la presión fiscal y los derechos de exportación, cuestiones que continuarán siendo discutidas y defendidas. Aunque no tuvo en cuenta la verdadera y compleja situación que atraviesa el sector exportador producto de valores internacionales bajos con el agravante de un atraso en el Tipo de Cambio que lleva a quedar sobredimensionada el valor de los costos indexados por IPC, incluso de la mano de obra en la cadena primaria extractiva y también en la procesadora en moneda dura.
Sin embargo, advirtió que » el país enfrenta una coyuntura en la que el centralismo ha alcanzado niveles sin precedentes en la historia nacional «.
Las provincias exportadoras, que generan las divisas esenciales para la economía, no reciben un retorno equitativo en términos de infraestructura y desarrollo. Según el criterio relatado, la discusión sobre la obra pública ejemplifica esta problemática. El gobernador señaló que, « cuando los recursos son mal administrados o desviados, la obra pública se convierte en una estafa. »
No obstante, cuando se ejecuta con transparencia y eficiencia, representa una oportunidad de desarrollo, permitiendo que los puertos y rutas sean más competitivos. Enfatizó que no se puede aspirar a incrementar las exportaciones si las rutas nacionales están en estado deplorable o si la infraestructura portuaria es deficiente.
En este marco, explicó que muchos impuestos poseen asignaciones específicas para el desarrollo de estas áreas, pero no se están ejecutando. Por ello, los gobernadores han solicitado que las partidas sean transferidas para hacerse cargo de esas obras o, en su defecto, que se eliminen esos impuestos para aliviar la carga fiscal sobre la producción y el empleo.
Sin embargo, no todos los problemas del sector derivan de la política impositiva. El gobernador también destacó la necesidad de una autocrítica desde la propia industria. Recordó que, en el pasado, cuando se intentó modificar la Ley de Pesca de manera inconsulta, se logró unificar al sector para defender sus intereses y hacerse escuchar. No obstante, desde entonces, no ha habido una instancia de diálogo para abordar otras problemáticas estructurales, como las relaciones laborales y los costos operativos. Existen prácticas que limitan la capacidad de trabajo y productividad, y es fundamental reconocer que, en algunos casos, ciertos gremios han actuado como factores de obstrucción más que como facilitadores del desarrollo.
El gobernador enfatizó que el diálogo no puede activarse únicamente en tiempos de crisis. Consideró inaceptable que, cuando el precio del recurso no cumple las expectativas, se recurra a la intervención del gobierno, pero cuando la situación es favorable, no se promueva un debate integral sobre la competitividad y eficiencia del sector, en un claro mensaje de ingratitud de un sector desagradecido que solo pide cuando necesita, pero cuando los números soplan a favor, directamente pasan desapercibidos.
Aseguró que el gobierno provincial siempre estará dispuesto a discutir la reducción de derechos de exportación y otros alivios fiscales, pero recalcó que el empresariado también debe asumir su responsabilidad en la búsqueda de soluciones estructurales.
Un ejemplo claro de esta falta de coordinación, según el gobernador, se observa en los proyectos legislativos truncos. Mencionó la Ley de Trazabilidad, impulsada con gran esfuerzo, que quedó estancada por mezquindades políticas a pesar de que existía un consenso transversal. Advirtió que no se puede seguir permitiendo que diferencias partidarias frenen el desarrollo del país.
Señaló que existe una oportunidad única para consolidar la macroeconomía, pero que esto no resolverá automáticamente los problemas de la ciudadanía. Por ello, insistió en la necesidad de una mirada específica hacia la microeconomía y hacia sectores estratégicos como el pesquero, que tiene el potencial de multiplicar sus exportaciones.
El gobernador hizo referencia a ejemplos exitosos, como el de Chile, que ha logrado un crecimiento exponencial en materia de exportación con menos recursos que Argentina. Solo hizo falta esperar unos minutos para escuchar la brillante presentación de Alicia Lorena Gallardo Lagno, reconocida médica veterinaria y política chilena, que ejerció como subsecretaria de Pesca y Acuicultura en el segundo gobierno de Sebastián Piñera, siendo la primera y única mujer en ocupar ese cargo. Durante su gestión, lideró el proceso de modernización del organismo y la aplicación de una estrategia nacional e internacional en contra de la pesca ilegal; quien adelantó que Chile producto de la acuicultura exportó US$ 7.700 millones, mientras Argentina no alcanzó a los $S 2.000 por lo extraído, capturado y procesado en todo el mar argentino durante el año 2024.
Asimismo, Torres, afirmó que el problema no radica en la falta de recursos, sino en la falta de planificación, coordinación y consenso. En lugar de buscar culpables, propuso que se discutan soluciones concretas que permitan maximizar el potencial del sector.
En este sentido, destacó que la reciente implementación de una sub zona franca en la provincia representa una gran oportunidad. No obstante, advirtió que si esta herramienta suma los actuales vicios de la actividad y no se diferencia significativamente del resto del sector en términos de competitividad y eficiencia, correrá el riesgo de fracasar. Por ello, instó a empresarios, gremios y al Estado a trabajar en conjunto para desarrollar una agenda inteligente y sostenible.
Finalmente, el gobernador reafirmó que Argentina puede exportar más y agregar mayor valor a sus recursos, pero que para ello se requiere actuar con determinación y responsabilidad. -Aunque faltó aclarar que el costo de la mano de obra en Argentina, saca de cualquier posibilidad de reprocesado y agregado de valor, puesto que a mayor intervención en el producto apenas capturado, deja automáticamente fuera de mercado-.
Subrayó la importancia de identificar los problemas con claridad y de tener la humildad de aprender de los errores del pasado. Manifestó su compromiso de acompañar al sector en la construcción de una matriz productiva más equitativa y eficiente. Sin embargo, enfatizó que » este compromiso debe ser recíproco: el empresariado y los gremios también deben asumir su parte y trabajar juntos para generar un modelo de desarrollo sustentable. Solo mediante la cooperación y el consenso será posible consolidar una industria pesquera competitiva y fortalecer la economía de la provincia y del país en su conjunto «, terminando su clara y contundente exposición.
El Gobernador concluyó enfatizando la necesidad de adaptar los convenios a las actuales condiciones del mercado y, desde ahí, trazar una agenda de desarrollo compartida entre gremios y empresarios. En este sentido, subrayó: “Hay que darle nombre y apellido al problema y tener la capacidad y la humildad suficientes para sentarse en esa mesa, aprender de los errores de las épocas de bonanza cuando se acordaron un montón de cosas que hoy no se pueden cumplir”, terminó diciendo.
Ya en el coffe break, tras la tan esperada exposición, los asistentes coincidieron en que la presentación del Gobernador estuvo dirigida al gobierno nacional, con un tono crítico hacia el sector pesquero. Su discurso puso de manifiesto que quienes lideraron las negociaciones, ignorando los costos en tiempos de bonanza, han dejado ahora un escenario sin margen de repliegue. La drástica caída de los precios, que han descendido aproximadamente un 40 % desde sus máximos históricos y sin indicios de recuperación, expone las consecuencias de esas decisiones, de quienes hoy, intentan llevar esta problemática al sector sindical con resultados que no generan certezas para la operatoria inmediata.