El COVID-19 fue uno de los elementos que modificó el esquema natural del transporte mundial. En principio, desordenó envíos de vacios y ralentizó cargas, motivo por el cual el mercado del comercio exterior se frenó inmediatamente. Como consecuencia de ello, desde la demanda de productos, las calles vacías, y el intento casi de alcanzar a cero el consumo hizo que se agoten stocks naturales. Culminada la pandemia, recomponer stocks y la pseudo explosión de consumo evidenció la necesidad de reacomodar el mercado del transporte habida cuenta de la necesidad de contar con los TEU’s necesarios para el transporte. Como un resorte que fue comprimiéndose, hoy aun, esos movimientos hicieron incrementar fuertemente los costos. Las navieras trabajan a full, los tiempos no alcanzan, y mucho menos los contenedores.
Ganancias que superan todo lo pensado son las que están obteniendo las navieras a nivel internacional.
Con los resabios de la pandemia por coronavirus y la aún vigente “crisis de los contenedores”, empresas –y por consiguiente consumidores- ven con desagrado como los costos van creciendo día a día.
El avance de las vacunas en todo el mundo y la baja de la circulación del virus de Covid-19 ha hecho que el tránsito de mercaderías siga incrementándose a raíz de la demanda de los consumidores, pero lo que no se ha podido solucionar es el faltante de contenedores que como consecuencia ha hecho que las rutas marítimas más utilizadas –como pueden ser entre Asia y Estados Unidos, Europa o América Latina- incrementen sus tarifas que han marcado hasta el 500% en destinos puntuales y con mucha demanda.
Los únicos ganadores, si es que se pudiese adaptar el término, han sido las navieras.
Por caso, una muy conocida por estos lares como Maersk, tal vez la más grande, ha registrado el mayor nivel ingreso desde su propia creación hace nada menos que 117 años.
Las ganancias de la naviera superaron los US$ 5.900 millones, con ingresos totales de poco más de 16.600 millones de dólares.
Es que el sector naviero en general ha registrado en los últimos veinte años ganancias por 83.500 millones de dólares, aunque vale la aclaración que son números donde no se tienen en cuenta los beneficios y los impuestos.
¿Qué proyectan para 2022? Ganancias por 150.000 millones de dólares.
Dicho de otro modo, duplicarán en apenas un año lo que ganaron en casi sus últimos 20 años de historia.
¿Y Argentina? ¿Y Mar del Plata? ¿Y otros puertos donde llega la naviera?
Hacen “malabares” para poder brindar un servicio acorde como lo están haciendo pero que no impacte significativamente en las empresas a la hora de elegir las navieras para transportar ya que debido a la crisis en las cadenas de suministro se extenderá a lo largo del presente año.
Senator Internacional, empresa operadora de cargas que tiene su sede en Hamburgo, Alemania fue absorbida por Maersk, en realidad fue adquirida por cifras que no han sido públicas.
De este modo, la única naviera que llega a Mar del Plata, continúa con su plan de expansión y tratando de quedarse con la mayor porción de un mercado signado por la incertidumbre pero a sabiendas que entre el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y sumado a la crisis de los contenedores, tendrá sus enormes beneficios.
Consultado por PESCARE uno de los despachantes de Aduana del puerto marplatense, reafirma que los costos han subido y que es muy difícil hacer proyecciones hoy en día, de acuerdo a lo que hemos contado aquí.
“Es un día a día. Los precios pueden varias hasta 3 o 4 veces en la misma jornada. Se hace complicado trabajar así. Nosotros tenemos clientes muy fieles y es una desprolijidad estar cambiando todo el tiempo los valores. Lo comprenden, pero no es la manera de trabajar. No es culpa de nadie puntualmente, sino de un sistema que nos parece, algunos lo usan de excusa para sacar sus ventajas”, comentó el despachante.