El repiqueteo de martillos, el desfile de carretillas y las nubes de polvo definen el ambiente de la planta baja. Es estéril el esfuerzo del personal de limpieza por sostener la habitual pulcritud del hall. Son las huellas de un Inidep en obras.
Algunos minutos después de lo pactado y tras haber almorzado en el restaurante de Escollera Norte, el subsecretario de Pesca de la Nación, Tomás Gerpe, traspasa la puerta principal del instituto. Lo acompañan su asesor, Alejandro Latte, y el anfitrión, Otto Wöhler.
Gerpe lleva el mismo saco claro que algunas horas antes vistió en la Fiesta de los Pescadores. Con un gesto rápido, corrige las solapas y saluda para después conducirnos a un salón del segundo piso, donde conversaríamos por cuarenta minutos. Aquí la primera parte de esa charla con Pescare.com.ar.
– ¿Qué evaluación hacés de tu gestión y de cómo evolucionó tu relación con el sector en estos meses?
– En cuanto a la relación con el sector, positivo. Hacia el final del año fue creciendo el tema diálogo, independientemente de la formas. En un momento como que se quebraron lanzas; yo entiendo que no de mi parte porque siempre tuve la puerta abierta y el teléfono disponible. Digamos que en un momento estuvo un poco más tensa la relación. Después, recuperamos el diálogo con la participación de los ministros de Provincia y Nación.
– ¿Y en cuanto a tu gestión?
– Mi evaluación es positiva; no de mí, sino del año, con las dificultades propias de trabajar sobre recursos naturales que renovales si los cuidamos. Hay tensiones normales entre la administración, el control y los administrados. El rol del Estado es fiscalizador. Desde ese sentido, no esperas constantemente sonrisas; pero tengo como muy positivo que la pesca está en la agenda tanto del ministro (Buryaile) como del Presidente.
– Como contraste, la problemática económica sigue sin resolverse…
– Uno trata a veces de ser un canalizador. Cuando tenés un problema económico, muchas veces necesitamos la injerencia de otras áreas; sin embargo, trabajamos para mover esos resortes que puedan mejorar la rentabilidad de las empresas. Después, tenemos mercados externos a la baja y complicados. Eso es parte del riesgo empresario. Lo que tiene que hacer el Estado es, en algunos casos sentarse con los representantes de otros países. Ya nos hemos sentado con Rusia y Méjico para facilitar nuestras exportaciones.
– ¿Cuáles son los objetivos que te planteas para 2017?
– Queremos tener más diálogo con el sector, tanto con las cámaras, como con los administrados independientes. Nosotros somos un equipo con Juan Bosch y Alejandro Latte. Si ellos hablan o escuchan es como si lo estuviera haciendo yo. También queremos mejorar la performance de fiscalización. Ahí tenemos un trabajo con los inspectores. Estamos viendo un manual de procedimiento para los inspectores, que haya un estándar.
– ¿Sentís que todavía son necesarias correcciones?
– Siento que podemos y tenemos que mejorar como fiscalizadores. Esto de estar en la agenda del ministro, el Presidente y la gobernadora (Vidal) en el caso de la Provincia de Buenos Aires también nos lleva a estar en la agenda de la sociedad y tenemos que dar respuesta y explicar qué estamos haciendo con los recursos. Tenemos que llegar a ese proceso de transparentar la pesca, que haya más información disponible. Creo que se avanzó, pero nos quedan cosas por hacer, seguro.
– Concretamente hablamos de bajar tasas de subdeclaración…
– La fiscalización trabajó mejor. No tengo detalle de subdeclaración o algo que me llame la atención o alguna luz de alerta.
– Bueno, el propio Inidep en sus informes transmite la necesidad de ajustar los controles y bajar la subdeclaración de algunas especies…
– También estamos hablando del tema cámaras (de video a bordo). Ya empezamos a implementar. Queremos profundizar ese proyecto y mejorar la tecnología para aplicarlas. Trataremos de monitorear todos los estratos de flota.
– ¿El objetivo es cubrir todos los barcos?
– El objetivo macro es todos. Después, tenemos que ver la cuestión presupuestaria. A ver, se nos pide que actualicemos la normativa. Bueno, para hacerlo tenemos que saber qué pasa en el agua. Hoy tenemos los instrumentos tecnológicos que nos permitirían ver qué pasa en el agua. Es información concreta. Está claro que la tecnología no va a reemplazar un observador; pero es un complemento. Nosotros lo que queremos es observar. Y ahora es a costo del Estado. No estamos viendo de ponerles cámaras y cobrarles (a los armadores). Hoy tenemos 19 embarcaciones ya con cámaras instaladas. El proyecto es alcanzar las 40 embarcaciones durante 2017.
– ¿Cómo analizás la explosión de volumen que tuvo el langostino y los cruces por las condiciones que generaron el otorgamiento de nuevos permisos?
– No hemos otorgados permisos nuevos. Los permisos que se reformularon son permisos que existen y la reformulación está contemplada. No es que queremos llenar la flota nacional de tangoneros, que todo se convierta en un tangonero.
– Hubo inquietud en algún sector porque parece haberse abierto una puerta para otorgar nuevos permisos e incrementar el esfuerzo sobre el recurso…
– Nos habían dicho eso, pero la verdad es que no nos llenaron de reformulaciones. Esto es un hecho. No veo esos resultados que nos dijeron que supuestamente iban a suceder. A parte, ya vimos que esto oscila, tiene cambios, son recursos naturales. Esto se puede modificar. Tuvimos la mejor campaña en la historia del langostino. La preocupación nuestra tiene que ser la sustentabilidad del recurso a largo plazo. Tenemos que buscar ese equilibrio. Hoy hay una cuestión de manejo, biología y medio ambiente que favoreció la pesquería.
-Es difícil alcanzar ese objetivo si los barcos del Inidep no trabajan o lo hacen poco…
– Tenemos que lograr mayor y mejor nivel de información para entender qué es lo que está pasando con el medio ambiente que nos está dando 160 mil toneladas de langostino. Hoy está saliendo el “Holmberg” para hacer una campaña (de merluza).
– ¿Proyectan ir hacia la cuotificación del langostino?
– Para cuotificar, el primer dato tiene que ser el científico. Es decir, la posibilidad de conocer biomasas. Mi principal interés hoy es que nos pudiéramos sentar todos alguna vez. Desde la Autoridad de Aplicación se le pasó a la gente de planificación pesquera junto con el Inidep un borrador muy sencillo para empezar a hablar de un posible plan de manejo. En las urgencias diarias y las cosas que van sucediendo en el Consejo Federal Pesquero nunca pudimos avanzar. A mí me interesaría tener un plan de manejo bien claro. Me parece que nos está costando poner sobre la mesa qué es lo que estamos dispuestos a ceder para saber qué es lo que estamos dispuestos a llevarnos. El aporte que pueda hacer cada sector.
– Por otra parte, hay inquietud en la industria por venderle langostino a Brasil. ¿Se está haciendo alguna gestión para reabrir ese mercado?
– Estamos haciendo gestiones vía la Secretaría de Mercados, dentro del Ministerio. A la Secretaría le reporta el agregado agrícola que está en Brasil. El tema ya está en la agenda, por lo menos es lo que nosotros hemos planteado. El presidente está yendo a Brasil en febrero en visita oficial y ahí nosotros ya le pedimos por este tema.
– Durante 2016 hubo una fuerte caída en el nivel de trabajo en tierra, sobre todo vinculado a merluza. ¿Manejan alguna política para incentivar y generar empleo en tierra?
– Desde Pesca me cuesta mover o impulsar esos resortes para tratar de tener algo activo en ese sentido. Sí, hemos hablado bastante con la Provincia, el Ministerio de Trabajo de la Nación. Ellos conocen que hay un nivel de conflictividad social y laboral importante en Mar del Plata. Hemos analizado muy en teoría los PRP (Procesos de Reestructuración Productiva), que es un poco lo que se aplicó en Vaca Muerta.
– ¿Es posible traspolar ese modelo a la industria pesquera?
– Es difícil, pero de vuelta: es sentarse en una mesa y discutirlo con todas las partes para mantener o incrementar el empleo para procesar materia prima.
¿Qué impide que lo hagan?
(Pausa) Quisiera yo saberlo.
– Como autoridad, ¿no tenés el poder de convocar al diálogo?
– Para llamar a un PRP desde Nación así es como medio intervencionista, si querés. Se lo he sugerido a algunas cámaras para que lo analicen. La situación de los trabajadores en Mar del Plata no es fácil para nosotros. Cuando se habla de quinientos o seiscientos empleos menos en el sector nos duele. Atrás hay muchas familias. A nadie le gusta.
– Parecería que el Gobierno creyó que con la quita de retenciones y reposición de reintegros, dos medidas importantes, lo resolvía todo y sin embargo, a esta industria le sigue costando desplegar todo su potencial…
– Cuando vos analizas los números hay una transferencia de recursos importantes. Ahora, cuando vos ves que eso no genera el movimiento esperado, evidentemente hay otras variables económicas que hay que atacar. Son correcciones de fondo. El tema es que no se pueden hacer todas juntas. Creo, por lo menos eso nos manifiestan, que había una esperanza para que en ocho, diez meses estuvieran esas soluciones. La verdad es que no es posible. Nos han dado una confianza demasiado grande si esperaban eso. Cuesta estar a la altura de esas expectativas. Nosotros sí sabemos que quietos no estamos.
El subsecretario de Pesca de la Nación subrayó que el sector ganó consideración en el Gobierno; aunque reconoce la persistencia de los problemas económicos.