Una ex legisladora, abogada especialista en Derecho Ambiental, atender la crisis climática es central para el futuro del país. Desde su banca trabajó en varios proyectos sobre la regulación y protección de los océanos y el desarrollo sostenible.
La chaqueña Graciela Camaño, retirada de la función pública, otorgó una extensa entrevista a nuestros colegas de “La Nación” en la cual hizo referencia a varias cuestiones sobre el Mar Argentino.
En la nota expuso varios de los problemas que aquejan a nuestro mar, tal el caso de la pesca ilegal, la contaminación por plásticos, el aumento de las temperaturas del agua en los océanos y los peligros que tienen relación con la actividad offshore.
“Existe una desconexión entre la política y todos los cambios que sufren con alarmante velocidad tanto el clima como los mares. El mundo lo ve, está girando para un lado y nosotros vamos a contramano”, reflejó.
Al ser consultada sobre si la política argentina le da la espalda al mar, la ex funcionaria describió: “es el reclamo eterno de los marineros. Todos los que ejercen la profesión y están en el mar te lo dicen. Imaginate que en el mundo hay 57 millones de empleos vinculados al mar, se provee del 15% de la proteína que consume el planeta con industrias relacionadas y 680 millones de personas viven en zonas costeras.”
“Es mucha gente, y en la Argentina tenemos una zona marítima extensísima y 45000 kilómetros de costa. Tenemos puertos importantísimos para toda la región. El mar es muy central, y sin embargo no hacemos caso a muchos problemas que suceden en él. No se piensa en dar orden al mar. Los políticos están desconectados. Y aquí hay algo que tenemos que tener muy presente. El cambio climático y los océanos están estrechamente vinculados, esto es determinante para pensar el futuro de nuestro país que depende tanto de las actividades primarias”, manifestó Camaño.
“Los mares se tragan el 80% del calor que se acumula en la atmósfera. Es el aire acondicionado más grande del mundo. Pero también es el océano el que absorbe el 30% del dióxido de carbono y más del 50% del oxígeno viene de los mares. Además, nos da rutas de comercio y nos da alimentos. Y no tenemos que olvidarnos que tanto El Niño como La Niña son ciclos oceánicos acelerados e intensificados por el cambio climático. Hoy, los científicos reportan un récord de las temperaturas del mar y eso puede devenir en muchísimos cambios para nosotros: distribución de los cardúmenes, ralentización de las corrientes marinas, acidificación y por supuesto, cuanto más temperatura haya en el mar, más rápido se calentará la atmósfera.”
Consultada por el colega Matías Avramow sobre el rol de la Justicia en materia ambiental, la ex legisladora destacó: “La Corte tiene un ámbito específico sobre causas ambientales: la Dirección de Ambiente, que es la que apuntala las decisiones de todos los jueces en este tema. Yo creo que ahí nosotros tenemos un resguardo. Pero faltan cosas, por ejemplo, integrar el delito ambiental al Código Penal.”
“Por ejemplo, Brasil asigna responsabilidad penal a los funcionarios cuando no hacen las evaluaciones ambientales correctamente para permitir un proyecto productivo. Y por supuesto que hay legislación internacional en torno a la consagración del derecho ambiental como un derecho humano.”
Uno de los temas que también afrontó fue la problemática sobre la milla 200, lugar donde finaliza la Zona Económica Exclusiva Argentina, destacando que “la tecnología hoy permite mucho. Vos tenés sistemas de monitoreo internacionales con los que podés identificar a todos los barcos del mundo. Eso está en Internet. Nosotros tenemos un cuerpo especializado que se llama Prefectura Naval Argentina. El problema de la Prefectura es que no tiene entidad ante los ojos de los políticos, los ponen a cuidar las calles o a enfrentarse con manifestantes.”
Además Camaño criticó a la exploración offshore, destacando que “en los últimos tiempos se ha hecho mucha exploración offshore cerca de una zona que los biólogos llaman el supermercado del Atlántico Sur. Tenemos un caladero interesantísimo porque tiene la profundidad necesaria para que el Sol penetre y las algas hagan mucha fotosíntesis. Es un sitio ideal de resguardo y de crianza de peces. Pero el offshore puede envenenar y degradarlos. Debemos protegerlos para mantener de forma sustentable la crianza de peces tanto para la biodiversidad como para la pesca.”