Un equipo del CONICET ha logrado localizar el histórico vapor Helvecia, hundido en el lago Nahuel Huapi hace 118 años. Este hallazgo, solicitado por la productora Acuanauta Films para su documental «La búsqueda del Helvecia«, marca el final de un misterio que ha perdurado por más de un siglo.
El Helvecia, que transportaba mercancías entre Argentina y Chile en los inicios de San Carlos de Bariloche, naufragó en 1906 en circunstancias aún desconocidas. La búsqueda de la embarcación se intensificó cuando los realizadores, liderados por Nicolás Mazzola, contactaron al Grupo de Estudios Ambientales del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC) del CONICET.
Gustavo Villarosa, investigador del CONICET y líder del equipo, explicó que, tras analizar datos batimétricos de la zona, se identificó una silueta que coincidía con las dimensiones del barco. Esta información permitió a los documentalistas rastrear el lugar con éxito en su próxima salida al lago.
La colaboración entre los investigadores y la productora no solo ha permitido recuperar un fragmento significativo del patrimonio cultural argentino, sino que también ha facilitado el inicio de acciones para la conservación del naufragio, que ya está registrado en el patrimonio cultural del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Fotografía gentileza Nicolás Mazzola
Villarosa enfatizó la importancia de esta experiencia como un ejemplo de transferencia tecnológica, donde el conocimiento científico se aplicó a la demanda del sector privado. Los métodos geofísicos utilizados por el equipo fueron cruciales para superar las dificultades de búsqueda en el fondo del lago, que presenta desafíos como corrientes y visibilidad limitada.
El momento del hallazgo fue emotivo para el equipo de documentalistas. Mazzola describió la alegría de ver el naufragio tras años de búsqueda, un sentimiento compartido por Bonfanti, quien destacó la emoción de ser los primeros en observar el barco en más de un siglo.
Débora Beigt, investigadora del CONICET, subrayó los retos asociados con la búsqueda de naufragios en ambientes profundos y la importancia de los métodos geofísicos que facilitaron este descubrimiento. Además, Lucía Domínguez, becaria doctoral, contribuyó al trabajo investigativo con su enfoque en eventos sísmicos y volcánicos en la región.
El hallazgo del Helvecia no solo representa un triunfo para la ciencia y el documentalismo, sino que también abre nuevas puertas para la comprensión y preservación del patrimonio histórico y cultural de la Patagonia argentina.
Detalles del encuentro
Juan Carlos Mazzola, buzo y maestro en las profundidades del lago Nahuel Huapi, vivió su pasión por el buceo con una intensidad que logró transmitir a su hijo, Nicolás. Desde siempre, el legendario naufragio del vapor Helvecia en 1906 fue una obsesión para ambos, una historia que Juan Carlos relataba con frecuencia, marcando en Nicolás el sueño de encontrarlo algún día.
Meses atrás, ese sueño se hizo realidad cuando Nicolás, tras años de ardua investigación en archivos y bibliotecas, junto con incontables horas de buceo, logró lo que parecía imposible: hallar el Helvecia intacto a 30 metros de profundidad. Conmovido, narró la experiencia, señalando cómo, después de descender entre aguas turbias, la silueta del vapor apareció entre las sombras, un momento que describió como profundamente emocional: “Fue como encontrar a mi padre”, confesó, reviviendo el vínculo que siempre los unió.
Junto a sus compañeros, Pablo Sigüenza y Lucas Bonfanti, Nicolás se embarcó en la aventura de documentar esta búsqueda. El equipo no solo encontró el naufragio, sino que también dio nueva luz a la historia olvidada del Helvecia y sus tripulantes. Este esfuerzo culminó en un documental, La búsqueda del Helvecia, que rápidamente ganó reconocimiento al recibir el premio Raymundo Gleyzer en la categoría Documental de la Patagonia.
La investigación desenterró no solo el vapor, sino también la verdad detrás de su hundimiento. La historia popular afirmaba que la tripulación había sido negligente, causando una explosión de la caldera. Sin embargo, al encontrar intacto el barco, Nicolás y su equipo demostraron que la explosión nunca ocurrió. Además, pudieron recuperar los nombres de los tripulantes, chilenos en su mayoría, quienes habían sido olvidados por la historia oficial.
La travesía para hallar el Helvecia fue tanto en el lago como en los archivos. Nicolás y su equipo consultaron documentos oficiales, actas y periódicos de la época para desentrañar las contradicciones sobre el naufragio. Esta exhaustiva labor permitió honrar la memoria de los pioneros del lago Nahuel Huapi y reivindicar una historia que, por más de un siglo, había estado rodeada de imprecisiones.
Con esta hazaña, Nicolás no solo continuó el legado de su padre, sino que también otorgó a aquellos primeros habitantes de Bariloche, y a la historia del Helvecia, la justicia que merecían.