Los datos oficiales indican que la especie más que mayor variación porcentual tuvo respecto del mismo período de 2022, fue la Engraulis anchoíta, la cual creció un 866,4%, mientras que la que más descendió en el mismo período fue la Micromesistius australis (Polaca), la cual cayó un 43,2%
Los desembarques totales de las especies, de acuerdo a datos publicados por la Secretaría que conduce Juan José Bahillo, marcan un retroceso general del 12,7% de acuerdo al mismo período del año 2022.
De las nueve flotas que operan en nuestro país (poteros nacionales, fresqueros de altura, congeladores arrastreros, fresqueros costeros, congeladores tangoneros, fresqueros rada o ría, surimeros, congeladores tramperos y congeladores palangreros), tomando el mismo período, es decir solo hasta el 30 de julio, los fresqueros costeros y los de rada o ría son los que han corrido “mejor suerte”, no así los fresqueros de altura, donde disminuyeron sus desembarques.
Como ya hemos citado en otros artículos de PESCARE el puerto que mayor descargas registró en el primer semestre es el de Mar del Plata, aunque a excepción del puerto de Rawson, todos marcaron un descenso que en el global de todas las terminales marítimos bajó prácticamente en 50 mil toneladas.
Con respecto a la cantidad de días de pesca por tipo de buque, el promedio indica 21,6, siendo los surimeros los que pudieron completar mareas de 30 días, siendo los costeros quienes menos días registran con 15,4.
En lo que se refiere puntualmente a las especies, la que fue más descargada en todo el país fue el Calamar Illex a pesar de sufrir un retroceso del 74,4% con respecto al mismo período del año anterior, mientras que el Loligo –hasta el 30 de junio último- apenas registró media tonelada con un retroceso también del 42,9%.
Las variaciones de los precios en el mercado interno registran incrementos como es lógico ante el panorama inflacionario, siendo el filet de abadejo el que registró mayor aumento (187%), en tanto que los bastones de surimi, uno de los productos que se ha instalado hace años en nuestro país y que es de consumo hogareño, marcó un incremento en su precio del 78,2%, el que menos lo hizo de la diversa cantidad de productos que ofrece hoy el mercado interno y que gozan de excelente calidad, los cuales lamentablemente el consumidor –seguramente por cuestiones culturales como ya hemos mencionado en innumerables veces en nuestro portal- no termina de comprender las grandes propiedades que posee un producto que el mundo requiere constantemente.
(Habría que hacer un buen estudio de polaca, nototenia, merluza de cola y merluza austral para dar certeza real y fehaciente entre lo declarado y lo capturado, por cuanto en el surimi, solo Dios sabe la composición de una pasta que lleva al menos un 35% de aditivos). Y pensar que la merluza de cola, JUVENIL que se captura, tiene certificación MSC, algo que debiese estudiarse a fondo, por tanto hay empresas de Mar del Plata que han perdido su cuota por no capturar juveniles, pero, desde la autoridad rectora de control se acepta la captura de juveniles a barcos operativos en el extremos sur del país, algo expresamente prohibido por la Ley Federal de Pesca, que además es fuertemente avalado dentro del CFP por la provincia de Tierra del Fuego y representantes del PEN ante la falta de defensa por parte de la representante de la provincia de Buenos Aires, que cuando tuvo que defender los intereses de empresas marplatenses, se ausentó en el recinto del 5to piso del CFP. También es extraño la falta de defensa del representante del PEN, Lic. Carlos Lasta, pues viniendo del Instituto de Biología Marina y posteriormente de integrar filas del INIDEP, tampoco tuvo una defensa biológica del recursos. «Cosas que pasan«, decía Larralde que poca lógica y raciocinio le encontramos.
También hay que destacar, que así como no creímos ni creemos que cuando las descargas crecen es por una buena administración, hoy, con varias caídas sucesivas que suman un primer semestre en baja, tampoco se infiere a una mala gestión.