Como cada mes, el Instituto Nacional de Investigación Pesquera (INIDEP), brinda el estudio de la temperatura de las aguas del mar en Mar del Plata en su superficie, en el trabajo que realizan a través del gabinete de Oceanografía Física.
Mediante el informe pertinente, con los gráficos que acompañamos en la presente nota, se pudo establecer que la temperatura del mes de octubre del presente año fue de 14,4 grados centígrados.
En el informe técnico se muestra que los datos fueron obtenidos con un termómetro SBE38 a intervalos de 5 minutos. Este instrumento de medición fue instalado en la Estación de Observaciones Costeras del Servicio de Hidrografía Naval en el Muelle de Pescadores para poder validar las observaciones.
Estas observaciones se las compara con mediciones de carácter semanal en el muelle de la Escollera Norte (graficado con X) y con el valor medio climatológico (mostrado con una línea roja) y los límites promedio +-3* desvío estándar mensuales (que se representa con una línea de guiones en el gráfico), calculados para la zona Base Regional de Datos Oceanográficos.
Con todos estos datos a través de las mediciones se determinó que la temperatura promedio fue de 14,4º C, aumentando desde el mínimo de 12,0ºC registrado el día 4 hasta el máximo mensual de 17,1ºC del día 21 de octubre, siempre con registros dentro del rango establecido para el mes en la zona.
La temperatura registrada fue superior a los valores más altos registrados durante octubre entre los días 9 y 14 y a partir del día 18.
En el comparativo que registra el estudio a través de los estadísticos principales del mes de octubre de 2021 con los calculados a partir del registro completo de la serie EOC se destaca durante 2021 el aumento de todas las medidas, especialmente la del promedio, el mínimo y la amplitud térmica mensual que mantienen esa tendencia desde el año 2019, y exceptuando al desvío estándar y al máximo.
Cambios observados en la comunidad planctónica
En los últimos 20 años, en una estación de muestreo permanente (38.025 S, 57.497 W), se evidenció
una tendencia al aumento de la temperatura superficial y de la concentración de clorofila. El aumento de clorofila corresponde al incremento en la fracción de tamaño más pequeño del fitoplancton. Asimismo, se observó un aumento en las abundancias de los copépodos pequeños y un leve aumento de la abundancia de las bacterias.
Estudios en las últimas tres décadas en el Estuario de Bahía Blanca (39°07’S, 61°35’W´) muestran el adelantamiento de las floraciones primaverales del fitoplancton debido al aumento de la temperatura.
Coincidente con un descenso de las concentraciones de clorofila y de ciliados (zooplancton) debido al aumento de la turbidez.
En la costa bonaerense, el análisis de una serie temporal de 31 años, indica que una de las medusas dominantes incrementó su abundancia, frecuencia de aparición, y extensión de su distribución hacia el sur, favorecidos por el aumento de la temperatura.
Cambios observados en los recursos pesqueros
La anchoíta (Engraulis anchoita) constituye el recurso íctico más abundante, con desembarques muy por debajo de su potencial pesquero. Las capturas de ejemplares de mayor tamaño han disminuido en los habituales caladeros de la región bonaerense.
La reproducción de la corvina (Micropogonias furnieri) está estrechamente asociada con el frente salino del Río de La Plata. Se ha demostrado que las variaciones en la descarga continental inciden sobre la distribución de adultos y sobre los reclutamientos, disminuyendo estos últimos durante períodos de alto caudal.
Se han observado cambios en la distribución del langostino (Pleoticus muelleri) desde aguas costeras hacia plataforma media y hacia el noreste, en concordancia con la corriente de Malvinas.
En los últimos años se ha detectado una ampliación hacia el sur, aproximadamente tres grados de latitud, en la distribución de la caballa (Scomber colias).
En el periodo 1997–2014, se observó una progresiva dispersión hacia el este y en menor grado hacia el Norte en la distribución de la centolla (Lithodes santolla). Además, en hembras se han detectado disminuciones en el grosor del caparazón.
Sensibilidad de los efectos del cambio climático, en pesquerías
Las características biológicas de las especies identificadas como relevantes y la interpretación experta de publicaciones afines fueron consideradas en un análisis cualitativo para determinar el nivel o grado de sensibilidad esperado ante los principales efectos del cambio climático en los ecosistemas del ASO al sur de 34ºS.
El Ecosistema Bonaerense es el que incluye una mayor proporción de especies con alta sensibilidad loque se corresponde con la variabilidad de sus procesos ambientales que se encuentran afectados por el cambio climático. Por ejemplo, influencia de la CB y de la CM, descargas continentales, entre otros.
El recurso con mayor nivel de sensibilidad fue la vieira patagónica (Zygochlamys patagonica), siendo su valva calcárea, su limitada capacidad de movimiento y la asociación entre el reclutamiento y el ambiente,
las características biológicas que contribuyen a su nivel de sensibilidad. Las especies pelágicas (anchoíta, caballa, sardina fueguina) con altas tasas metabólicas han sido categorizadas con alta sensibilidad ante la desoxigenación; asimismo el calamar y la corvina rubia tienen un nivel de sensibilidad alto en forzantes que influyen en su reclutamiento como los cambios en las corrientes y en las descargas continentales, respectivamente.
Nivel o grado de sensibilidad esperado, en las especies identificadas como relevantes, ante los principales efectos del cambio climático en los ecosistemas del Atlántico Sudoccidental al sur de 34ºS (Color rojo= alto; amarillo = medio, verde= bajo y blanco =sin efecto)
Impactos potenciales del Cambio Climático
Cambios en las condiciones ambientales pueden provocar cambios en las biomasas y en la distribución de las poblaciones de peces, crustáceos y moluscos, modificando los desembarques.
El aumento de la frecuencia y magnitud de los eventos climáticos desfavorables condicionarán especialmente las salidas a la pesca de embarcaciones pequeñas, artesanales o de rada o ría, impactando sobre las economías de las poblaciones costeras.
La caída de los desembarques debido a fenómenos del cambio climático se traduce directamente en caída de ingresos para los pescadores, descenso del volumen de empleo en todas sus fases(extractiva, industrial y servicios), disminución en la demanda de insumos y equipamiento para la actividad (combustible, artes de pesca, maquinarias, embarcaciones, etc.) (FAO, 2018). No obstante, este tipo de fenómenos también permiten la posibilidad de explorar y desarrollar nuevas pesquerías(desplazamiento de especies objetivo y/o aparición de nuevas especies).
En relación al empleo, su dependencia a una especie o a un área, genera un estado más vulnerable, en especial, en aquellas pesquerías que requieren gran cantidad de trabajadores para su desarrollo.
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