El inicio de la primavera encontró una jornada de particular movimiento en el puerto de Mar del Plata. Con la mejora climática en zona de pesca son intensos los movimiento en el muelle para retomar el trabajo, principalmente por parte de la flota fresquera.
Algunos buques ya zarparon para reintegrarse a la pesca de langostino en aguas nacionales, dentro de la Zona de Veda Permanente de Merluza. En esa lista se inscriben “Salvador R.”, “Sant Angelo”, “Comandante Luis Piedra Buena” y “Mercea C”, entre otros.
El menor rendimiento del marisco registrado en las últimas semanas, sumado a los fuertes vientos que soplaron en el área patagónica, había motivado, entre miércoles y jueves de la semana pasada, el regreso al puerto local de diversas embarcaciones, que ahora buscan retomar el trabajo.
Merluza y caballa
Otras unidades tienen como objetivo merluza hubbsi. Tal el caso de “Mellino I”, “María Gloria”, “Tozudo”, “Sant Antonio” y “7 de Diciembre”. La caballa también impulsa zarpadas: “Rocío del Mar” y “Don Nicola”, por caso.
La actividad de está flota ayudará a sostener el ritmo de desembarques en la estación marítima local durante el último trimestre de un año complejo. Tanto la logística y el armado de las tripulaciones se vieron afectadas por influencia del Covid-19.
Como muestra, cámaras empresarias y gremios acaban de reforzar el protocolo sanitario con la intención de darle un nuevo marco a la atención de posibles casos positivos y disminuir la convivencia de actividades/personal en los muelles.
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Desembarques acumulados
De todas maneras, por influencia principalmente de calamar, Mar del Plata logró sostener volumen. Hasta el pasado 31 de agosto había recibido 269.394 toneladas, contra las 233.457 y las 219.431 toneladas de los mismos períodos de 2019 y 2018 respectivamente.
En torno al cincuenta por ciento del total desembarcado (528.941 toneladas) por la flota nacional llegó a hasta el puerto local.